Las colaboraciones entre las marcas de moda: entre lo estratégico y las posibilidades que ofrece la inteligencia artificial
Cómo las firmas de lujo fusionan sus identidades creativas para expandir y diversificar sus negocios: la nueva jugada de las grandes corporaciones que pretenden imprimir su ADN a gran escala.
En tiempos donde los directores creativos entran y salen de las casas de moda –el último gran portazo lo dio Jeremy Scott al abandonar Moschino tras diez años de trabajo–, sin dudas, las colaboraciones permiten diversificar la audiencia de las firmas y también extender la vida útil de los diseñadores en las mega corporaciones para las que trabajan.
Con lanzamientos fuera de temporada y ediciones limitadas (ver, por ejemplo, la fusión entre Nike y Tiffany's para crear unas zapatillas imperecederas), las maisons aproximan lujo y calle bajo un mismo formato con golpes de efecto con los que consiguen reinventarse frente a la competencia.
Cuando hablamos de colaboraciones apuntamos, claro está, a unir fuerzas y fundir el ADN de dos firmas. En su gran mayoría, las casas de alta costura terminan aliándose con marcas deportivas o grandes tiendas de fast fashion, tal el caso de H&M.
La estrategia a la vez supone un despliegue creativo: incluso grandes artistas reinterpretan la identidad de una marca. Un contundente ejemplo fue Louis Vuitton x Yayoi Kusama, la colaboración con la que la artista japonesa llevó sus emblemáticos lunares a las creaciones de la maison francesa.

Nuevas estrategias: cómo las marcas de lujo democratizan su ADN a través de colaboraciones
En los últimos días se lanzó la campaña viral de la unión de H&M con Mugler: la primera vez que la marca lleva sus diseños a los grandes almacenes. Con una gran presencia de sastrería, prendas de jean y prendas en negro la casa francesa democratiza su estética.
La directora creativa Casey Cadwallader expresó: "Este proyecto es una celebración de todo lo que define a Mugler y cada pieza es auténticamente Mugler, desde los monos, que se han convertido en una de nuestros sellos, hasta la elegante sastrería y los vaqueros más trabajados". Y para resaltar la importancia de expandir el ADN de la firma, remató: "Es una muestra de nuestros íconos".

También surgió "CULTURE RENAISSANCE", una colaboración que une música y moda. Beyoncé se unió al director creativo de Balmain, Olivier Roustering, para crear un look por cada uno de los temas de su último álbum "Renaissance".
Se hicieron públicos todos excepto el diseño creado para el tema Cuff If, el cual se rumorea que la cantante podría lucir en la MET Gala, el primer lunes de mayo próximo. Una colaboración interesantísima que se puede apreciar casi en su totalidad en el Instagram de la marca.

Otra unión que cobró importancia en la última semana fue Jean Paul Gaultier x Y/Project. En la segunda oportunidad que se juntan, las firmas decidieron jugar con el concepto de lo real y lo falso.
La nueva colección pret-a-porter presenta diseños que se concentran en la clásica silueta Gaultier y estampados que fueron impresos sobre vestidos de malla, camisetas sin mangas y otras prendas, decidiendo llevar al máximo el concepto de ilusión.

Desde los inicios del nuevo milenio y al son de la globalización, las distintas industrias han replanteado cuestiones ligadas a las formas de vender y masificar sus productos. El mercado del lujo es uno de los que más aprovechó esta estrategia. Del mismo modo que, a través de una fina planificación de métricas, los sellos discográficos le sacan el jugo a sus artistas con inesperados featurings que cruzan géneros, audiencias y continentes generando nuevas alianzas de marketing todo terreno.
Moda 2.0: La inteligencia artificial, responsable de una creatividad hipotética
Los vínculos entre las marcas dieron un paso más allá gracias a la inteligencia artificial. En el último tiempo, las redes se colmaron de hipotéticas colaboraciones dándole un nuevo giro a esas conexiones y fusión de identidades creativas.
Una que tomó relevancia fue una imaginaria acción entre Lacoste y Jeff Koons en la que se integraban el característico cocodrilo de la marca con los célebres diseños del artista y escultor responsable del "Dog Balloon".

También ha estado dando vueltas una supuesta colaboración de Adidas con la fallecida princesa Diana: en las imágenes que circularon, Lady Di viste prendas futuristas de la casa deportiva.
En los últimos meses las alianzas dieron un paso más y se volvieron una forma caprichosa de imaginar y proyectar uniones ficticias con el objetivo de mediatizar nombres de firmas y jugar con el imaginario de sus creadores. Definitivamente, la IA no sólo vino a desafiar a la industria de la moda, sino a cambiar cómo consumimos la información.
