Diseño y creatividad: tres artistas desnudan lo más íntimo del acto de crear

Los diseñadores Pablo Acuña, Natalia Pano y Ezequiel Cafaro unieron sus fuerzas para darle forma a una idea que ya se materializó en tres volúmenes de libros dedicados a adentrarse en el mundo de la creatividad.

“Dar vueltas a una idea para mí es de cagón o de tener mucho tiempo al pedo”, grita Hernán Casciari en una de las páginas verdes fluorescentes del recientemente publicado Conversaciones sobre diseño y creatividad. Volumen 3, un libro que constantemente, de principio a fin, respira, suda, a veces padece o cuestiona y también se apasiona por el pulso y, por qué no, por el impulso creativo.

Ese tan incierto que, si bien para algunos nace de un método, para otros es algo tan abstracto que cuesta poner en palabras. Pablo Acuña, diseñador, artista y docente; Natalia Pano, diseñadora, docente e impulsora del estudio Ezena, y Ezequiel Cafaro, diseñador especializado en el mundo editorial y docente. Tres potencias del universo del diseño, con mucha trayectoria en lo académico y lo profesional, se unieron y lograron darle vida a esta idea, que ya se materializó en tres volúmenes de ediciones dedicadas a desnudar lo más íntimo del acto de crear

Confusión, tendencias, estereotipos, belleza, pesadillas, alegría, frustración, tilinguerías, disciplina, mambos, caos. Esas son solo algunas de las cataratas de expresiones que brillan en la tapa de la última edición, y que hacen carne o al menos ponen en algún soporte todas las sensaciones que pueden vivenciarse al enfrentar un proceso creativo, sea cual fuera su fin. 

“Nosotros no somos entrevistadores, somos docentes, y eso nos da experiencia para poder sacar algo, pero no tenemos la técnica de la entrevista. Nuestras conversaciones son eso: conversaciones.”
(Ezequiel Cafaro)

El origen

La semilla se sembró muchos años atrás, cuando los tres autores se cruzaron en los pasillos de Ciudad Universitaria y empezaron a trabajar juntos en diferentes proyectos. Los tres empezaron a dar clases en la Facultad de Diseño, y Natalia y Ezequiel trabajaron juntos como socios en un estudio. Pablo y Natalia no solo se unieron laboralmente a través de la docencia, sino que también se embarcaron en proyectos que requieren creatividad en la vida: se enamoraron y hoy tienen dos hijas. 

En 2013 surgió la idea de hacer un libro. Cafaro, Acuña y Pano sabían que ese era uno de sus grandes fetiches como diseñadores, pero no tenían tan claro el tema; por eso empezaron a entrevistar a personas que les llamaban la atención, y a las cuales querían “desnudar” en su proceso creativo.

Esas conversaciones que empezaron casi diez años atrás hoy se transformaron en tres libros que dieron lugar a muchas situaciones. Hicieron un proyecto audiovisual, pasaron una pandemia, organizaron eventos y fiestas para dar vida de otra forma a todo lo que pasa en esas páginas

Y recientemente fueron seleccionados por el Sello de Buen Diseño Argentino, una distinción oficial que brinda el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación a los productos argentinos que se destacan por innovar, por su producción local sustentable y su calidad de diseño.

“Nosotros no somos entrevistadores, somos docentes, y eso nos da experiencia para poder sacar algo, pero no tenemos la técnica de la entrevista. Nuestras conversaciones son eso: conversaciones”, cuenta Ezequiel, que al mismo tiempo, más allá del título del libro, admite que odia el término “creatividad”: “A mí me molesta porque es una palabra que ya perdió sentido, como decir ‘innovación’. Son un rótulo que se pone para venderte algo. A mí me molestan los rótulos. En nuestro libro, la creatividad es una excusa para hablar de otra cosa”. 

Esas conversaciones que empezaron casi diez años atrás hoy se transformaron en tres libros que dieron lugar a muchas situaciones.

Los protagonistas

Más allá de que muchas de las personas entrevistadas trabajan en el mundo del diseño, en todos estos años conversaron con personas de diferentes disciplinas: la ceramista Belén Ninet, que trabaja con barro y cuyo proceso creativo lejos está de una computadora, porque se vincula con el fuego, la naturaleza; la escritora Ana María Shua, que se relaciona directamente con la palabra; la coreógrafa Fabiana Capriotti y su trato con el cuerpo. La riqueza está en cómo todos esos discursos y esas vidas en algún punto se conectan, y en otros se alejan. 

En el volumen 3, decidieron entrevistar a personalidades destacadas como Hernán Casciari escritor y editor), Alejandro Ros (diseñador), Alexis Moyano (ilustrador y animador), Julieta Ulanovsky (diseñadora gráfica), Fernando Trocca (cocinero). “Temas comunes que se dan son lo dinámico, imprevisible y el cambio vertiginoso; la nueva forma de habitar las ciudades a partir del teletrabajo y los espacios físicos que desaparecen; las estructuras que empiezan a desdibujarse o mezclarse en distintas interdisciplinas. De alguna manera, todo está atravesado por el diseño”, afirma Natalia. “Si algo está bien diseñado, desde una silla hasta un proceso, eso va a dar más empleo. Hoy hay tantas dudas sobre de qué va a vivir la gente, con el asunto de los robots. Y a mí me interesa saber cómo el diseño puede mejorar la creatividad”, remarca Ezequiel. 

El método

Después de tantas conversaciones, los autores detectaron algunas temáticas y problemáticas comunes en el proceso creativo. Algunos ven la creatividad como un método con diferentes pasos. Y otros, como un proceso, un recorrido que no tiene el camino marcado. En esa búsqueda hay tensión, crisis y una buena dosis de angustia que hay que tolerar para llegar al resultado.

“La frustración es algo que suele estar en el diseño. A medida que uno crece, va entendiendo que es algo que pasa, pasó y va a volver a pasar. Hay muchas charlas que inspiran, te dan ganas, te potencian. Una de las frases que me quedó, y que aplico, es que el ocio es necesario para que lleguen las ideas”, cuenta Pablo. “Te da ganas de hacer, te deja manija y sentís que no te pasa solo a vos eso de que a veces querés dejar todo”, suma Ezequiel. “Es casi un libro de autoayuda”, concluye Natalia. 

Los cruces se dan constantemente, entre charla y charla: una diseñadora de paisaje habla de la importancia de tener una mirada amable con el ambiente, de la misma forma en que lo remarca una ceramista o un diseñador de moda. Cómo se construye una tipografía a raíz de caminar por un barrio porteño. O cómo se cocina, pinta y cose una idea; o cómo se piensa en agua, cuando Buenos Aires es seca. Por qué un chiste es gracioso, qué pasa con un meme o por qué la tapa de un disco reventó mil cabezas y un disfraz se vuelve ícono. Se construyen puentes entre palabras, miradas, emociones y sensaciones que se comparten aun cuando los entrevistados no se conozcan entre sí. 

Al reflexionar sobre su último acto creativo, Pablo, más conocido como “Aku” (su alter ego artístico), reconoce: “Yo salvé a mi hija de la muerte”. “Hacer este libro”, afirma Natalia. “Casi me pisa un metrobús y me salvé. Acomodé el cuerpo de una forma que no me pisó. Eso y el lanzamiento del último libro, que fue una fiesta”, concluye Ezequiel.

Lo lanzaron en Haus, una escuela visual. No sabían muy bien qué hacer, pero lo resolvieron rápidamente y celebraron con una “expo, serigrafías, música, amigos, diseño y confusión”. Uno de los protagonistas del evento fue un cono verde, con el que todos querían sacarse fotos. “Compramos un cono y lo pintamos de verde, no tiene mucha ciencia. Pero es algo barato, altamente instagrameable y aparece en nuestro libro.”

En agosto harán una gran exposición en la FAD. “Siempre estamos inventando cosas”, dice Aku. Nuevas celebraciones, libros y proyectos nacerán de este tridente todopoderoso; porque si hay algo que les sobra es el poder de crear. 

“La frustración es algo que suele estar en el diseño. A medida que uno crece va entendiendo que es algo que pasa, pasó y va a volver a pasar.”
(Pablo Acuña)

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