Billy Rovira, la voz de B-Lee & The Toxic Bros: "Hay algo de la circulación de la música que hace bien al alma"
En la presentación de su disco "#1" en el Polo Cultural Saldías, B-Lee & The Toxic Bros compartieron cuáles fueron las influencias que los marcaron y qué sensaciones transitaron durante el proceso que culminó con su nueva obra.
Son las 19 horas del viernes 23 de junio y las puertas de la sala Luis Alberto Spinetta están todavía cerradas. No se ve un alma caminando por los pasillos. Lo único que se escucha es una batería que confirma lo que ya es sabido: siempre hay música sonando en el Polo Cultural Saldías.
Por las escaleras aparece Billy Rovira, fundador, vocalista y guitarrista de B-Lee & The Toxic Bros, quien saluda e invita a pasar a su mundo: la sala de ensayo casi contigua a la Spinetta, donde ya esperan Javier Turón (batería) y Luis Bellani (guitarra). En cuestión de minutos la banda completa su formación con las llegadas de José Zorraquín (bajo), Luz Martín (coros), Diego Olivera (teclados) y Ramiro Bustos Fierro (coros y arreglos).
Faltan algo más de cuatro horas para que la presentación de su nuevo disco #1 sea toda una realidad, pero los primeros acordes ya se empiezan a escuchar…

-¿Hay alguna influencia musical que haya marcado este nuevo disco?
-Parte del nombre de nuestra banda es Toxic Brothers porque siempre fuimos muy fanáticos de Aerosmith, que antes se llamaban Toxic Twins. Entonces mucha de la influencia viene de ahí. También de la música británica, como Beatles, Oasis, Blur...
Pero a su vez llega de otros lados, porque la banda en un principio hacía solo covers, y participábamos en la apertura de ciclos musicales en boliches. Entonces teníamos que adaptarnos a los covers que nos pedían. Así nos quedó un bagaje muy amplio de música, y este disco se nutre de muchos de esos recursos aprendidos.
-Más allá del marcado estilo rockero, ¿las siete canciones que componen el disco guardan alguna conexión entre ellas?
-No queríamos que una canción sea muy parecida a la otra. Este disco tiene un ojo puesto puntualmente en eso. Y podría agregar que es un disco de sobrevivientes. Me refiero a que llegaron las bases que fueron sobreviviendo a cada uno de los ensayos, y que progresaron hasta convertirse en canción.
Como fanático de Los Ramones, me gustan las repeticiones. Y para que haya una buena repetición, tiene que haber una frase que haga ruido. La búsqueda de nuestras canciones es esa: que se relacionen con el momento de la vida o el estado de ánimo de cada uno. Si alguna de las canciones puede llegar a generar eso, yo me voy contento.
-¿Cómo fue el proceso creativo para "#1"?
-Quizás un día alguno traía una base, una sucesión de acordes, algún arreglo. Y por ahí de eso iba quedando una frase, una palabra sobre la cual nos poníamos a jamear arriba o a buscar diferentes formas de interpretarlo hasta darle forma definitiva.
También hubo canciones sobre las cuales ya teníamos un concepto. Pero si bien estos casos son los menos, estamos todo el tiempo tratando de encontrar esos conceptos. Escuchamos la manera de hablar de las personas, la fonética, cómo suena, y eso lo tratamos de adaptar a las canciones.

Siempre me acuerdo de lo que decía Person (NdeR: cantante y baterista de Los Super Ratones), que cualquiera te puede tirar un diamante de la nada. De hecho fue un taxista el que una noche durante un viaje le dijo el famoso “Cómo estamos hoy, eh”.
-¿Qué sensaciones recorren el cuerpo antes de la presentación?
-Qué te puedo decir. Hace como dos días que no duermo. Ayer nos quedamos ensayando como hasta las tres de la mañana… Pero como decía el Vasco Bazterrica (NdeR: músico que formó parte, entre otros, de Los Abuelos de la Nada), “el día que no sienta eso antes de tocar, no me subo más a un escenario”.
-Luis Bellani: Siempre hay algo de nervios antes de tocar, de subirse a un escenario. Es la adrenalina propia de hacerlo. Pero es un lindo desafío.
-Que la presentación suceda en el Saldías casi que era obligatorio…
-Si había un lugar indicando donde presentarlo, era acá. Estamos en el Saldías hace 14 años. De hecho, al principio éramos solo tres bandas y el resto, oficinas. Al tiempo los oficinistas se terminaron yendo… Podríamos decir que no se aguantaron el rock, ja.
La realidad es que nosotros como banda nos acostumbramos a que es algo normal ensayar o tocar acá, cuando en realidad es algo alucinante. Por ejemplo, El Flaco ensayó en la sala donde en un rato vamos a hacer la presentación, cuando preparó Spinetta y las Bandas Eternas.
Presentarlo en Saldías es parte también de agradecerles a todas las personas que fuimos conociendo acá, y que de alguna u otra manera participaron de nuestras canciones.

-Y además de lo emotivo del lugar, es un lindo desafío presentarlo en vivo.
-Queríamos hacerlo a la vieja escuela… Tocarlo en vivo es una bendición, porque hay un feedback. La música es como energía, que se va transmitiendo entre los que tocan y se amplifica entre los que escuchan. Hay algo de esa circulación de la música que hace bien al alma.
Las últimas palabras de Billy tardarían muy poco en hacerse realidad. Porque la energía de “Más de lo mismo”, primer tema del disco que dio inicio a la velada, comenzó a circular vertiginosamente entre las más de 200 personas que llenaron la sala Spinetta. Luego vendrían “Noche”, “Lugar”, “Pasa”, “Sol”, “Ayer” y “Mejor” para completar la presentación y confirmar que la música, nuevamente, había hecho de las suyas…