Demián Rugna: "Cuando nuestro cine no intenta copiar o usar moldes que ya utilizaron otros, produce cosas diferentes"
En el día del estreno local de "Cuando acecha la maldad", el director argentino habló con "El Planeta Urbano" sobre el inimaginable presente que vive con su última película, premiada nada más y nada menos que en Sitges, el festival de género más importante del mundo. Además, el difícil camino de llevar el terror a lo más alto, y cómo hacer para no perder el rumbo si James Cameron va al cine como espectador de tu propio film.
Los animales embichados son devorados por parásitos, comidos desde las entrañas, como los hombres que no tienen paz. "Cuando acecha la maldad", la última película de Demián Rugna, nuestro demiurgo del terror, también arrasa con todo y es imparable.
Cosechó elogios de referentes indiscutidos como Stephen King y el director Scott Derrickson, se llevó puesta a todos los críticos de los principales medios internacionales y fue la primera película latinoamericana en ganar el Festival de Sitges, un logro equiparable al Oscar para el cine fantástico y de terror. ¿Por que? Porque no se parece a nada.
"Aterrados", su película anterior fue opcionada por compañía de Guillermo del Toro para una remake que la pandemia frustró -aunque será retomada por otra productora-, mientras que "Cuando acecha la maldad" logró convertirse en un absoluto fenómeno, la película argentina más hypeada del año. Estrenada en casi 800 salas en Estados Unidos puede llegar a conseguir lo impensado: ser el primer título de terror argentino en codearse con los tanques que dominan el negocio.

Rugna, laburante empedernido, director de otras muchísimas películas independientes, sabe que no la tiene fácil pero le sobran fans. El director con nombre robado a "La profecía" quizás pueda concretar su propia premonición: hacer que una tragedia rural, maquiavélica, bestial y salvaje nos arrastre al cine.
-En el cine de terror hay personajes femeninos fundamentales como Regan, la niña de "El exorcista", o Sadako en "The Ring". ¿Por qué en algunos círculo el terror sigue siendo cosa de hombres?
-Recorriendo festivales y con gente que ama estas películas, veo que en este momento hay paridad absoluta en lo que respecta al público, se multiplicaron las fanáticas del terror. Pero si hablamos de mujeres que dirigen cine de género la cosa cambia, simplemente porque ya hay pocas directoras de cine en general y dedicadas al terror menos todavía.
No sé si hay una cuestión de sensibilidad o con los temas tabú que a veces aborda este tipo de películas. También cuando elegís este género sabes que estás agarrando un camino difícil. Siendo mujer en este mundo no tenés las cosas fáciles, y si no obstante, decidís dedicarte al terror es doblemente valioso
-En este momento se habla de una nueva comedia argentina con nombres como Piroyansky o Korovsky. ¿Existe el terror argentino?
-La verdad que yo siempre me negué al concepto de "Nuevo terror argentino" porque entiendo que todos los realizadores que venimos remando en el terror y en el cine fantástico desde hace 15 años estamos muy influidos por el cine norteamericano, más allá de nuestra propia literatura, a pesar de Borges, de Cortázar y de Horacio Quiroga, que deberían estar más presentes. Pero creo que cuando nuestro cine no intenta copiar o usar moldes que ya utilizaron otros, produce cosas diferentes.

Esa influencia del cine comercial norteamericano si se tamiza con nuestra idiosincrasia da películas como "Nocturna", "Legiones" o mismo "Cuando acecha la maldad". No veo que haya una temática común, es más diverso, lo cual lo hace muy rico. Puedo decirte que me llena de orgullo que haya películas de terror habladas en nuestro idioma, sin imitar a nadie y que se están viendo en todo el mundo.
-Todas las semanas las películas de terror dominan el ranking de recaudaciones. ¿Sentís que "Cuando acecha la maldad" puede lograr el milagro de ser la película argentina de género que logre meterse en el top ten?
- ¿Lo lograremos? Siempre depende de cómo posicionas a la película comercialmente en la calle, pero obviamente que venimos de ganar el festival de cine de género más importante del mundo que es Sitges, así que ¿por que no?
Siempre soñé con ganar ese festival y que nuestro propio público nos de la facilidad de seguir haciendo este tipo de cine. El género es muy difícil de realizar no solo por la cuestión técnica, necesitas muchos recursos para hacerlo porque para que salga bien se requiere mucho tiempo y el tiempo es dinero. Un productor para este tipo de películas necesita apostar más y si tenemos nuestro propio mercado va a hacerlo, dependemos del público para eso.

-Siempre se dice eso de "cuidado con lo que sueñas porque puede cumplirse". En tu caso, ¿cómo fue cumplirlo y que hay más allá?
-Uy, la verdad que sentí que se cumplió cuando vi mi película "Aterrados" en un microcine con Guillermo del Toro al lado mío y me decía "¡Eres un cabrón!" cada dos minutos (nos reímos) . Imaginate que en ese momento del Toro era mi ídolo, mi héroe y ahí llegué a ese punto máximo, pero aún así a mis películas no las conocía nadie…
- ¿Pero pensaste qué colectivo me tomé desde Haedo para llegar acà?
-Y, claro, porque era un posibilidad y la aproveché. Pero sigo intentando todo el tiempo no prestarle atención a esas cosas para no subirme a un caballo. Reírme mucho de ir a un cine y que esté James Cameron mirando mi película porque si te la creés estás perdido. Tengo la tranquilidad de haber estado casi 17 años con una tensión constante buscando como hacer para poder vivir de esto que amo.
-La tensión del laburante. ¿En algún momento estuviste a punto de largar todo ?
-Sí, estuve a punto de tirar la toalla, es algo que nos pasa a todos los cineastas a lo largo de la vida. Uno pone mucho amor, le mete demasiada energía a un proyecto que capaz está 5 o 6 años desarrollándose. Y cuando lo concretas, crees que le va a ir bien ¡y le va como orto!

Es muy difícil eso porque tenés que empezar de nuevo y cuando pasa el tiempo te cuesta más, tenés que hacerte responsable de tu vida, no está mamá para bancarte. Estuve en crisis varias veces, incluso una vez largué, dije ya fue. Le pasa lo mismo a muchos amigos, no solo acá sino en otros lugares del mundo. Yo tuve la inmensa suerte de estacionar una película como "Aterrados" que me dejó la puerta abierta para hacer cosas como "Cuando acecha la maldad".
-"Cuando acecha la maldad" es una road movie satánica, con personajes en permanente huida, sin darse cuenta de que el mal puede encarnar adentro de todos y ahí no hay escapatoria. ¿Cómo trabajaste ese aspecto tan perturbador?
-Cuando me junté con Ezequiel Rodríguez, que es el protagonista y hace un laburo increíble, lo primero que le dije fue "tu personaje va a estar huyendo de un demonio pero en realidad el demonio sos vos", porque tiene un pasado que lo condenó y que ni él sabe si realmente sucedió; vive dudando de sí mismo. Es un tipo que tome la decisión que tome siempre le va mal. Cada personaje tiene algo oculto que lo hace ser tan malo como el demonio.
- ¿La violencia que anida en nosotros es el punto de conexión y a la vez el miedo más grande?
-Sí, porque nosotros vivimos absorbiendo violencia en las redes sociales y en las noticias, el mundo está muy salvaje y lo naturalizamos. En la vida real, el nivel de violencia es tremendo, si voy a contar una historia de terror no quiero límites porque todos estamos atravesados por la violencia. Y está bueno que la película funcione comercialmente porque eso es una rareza.

El cine de terror es algo bastante border y a mucha gente le gusta porque le da la posibilidad de atravesar situaciones que no viviría en la realidad protegido desde la butaca, comiendo pochoclo. Ahí puede ser víctima y verdugo a la vez.
-Niños, embarazadas, animalitos de Dios, son tópicos clásicos del cine de terror pero en tu película hay giros fuertes con esos temas. ¿Te pusiste algún límite, hubo que tomar decisiones morales?
-Estoy muy podrido de las películas de terror que son políticamente correctas, que no trasgreden y la verdad quería hacer algo en lo que no me autolimitara. Lo que más me interesaba era contar un cuento donde no tuvieras manera de saber que es lo que va a venir, donde fuera imposible predecir nada. Esa es la magia de contar una historia, es como un buen chiste, si adivinas como termina no va a tener gracia. Lo principal es contarte un cuento que disfrutes y después tomarme la licencia para decir "mira qué lejos podemos llegar para hacerlo". Si me dejas, yo sigo para acompañarte hasta ese punto.

Creo que lo que tiene de valioso esta película es la libertad con la que me dejaron ser y eso es un raro privilegio. Tranquilamente algo así podía pasar por festivales y ganar premios pero nunca llegar masivamente a las salas.
"Cuando acecha la maldad" es absolutamente sincera conmigo, puede ser leída como una tragedia clásica donde todo lo que podía salir mal sale peor. Quiero asustarte, introducirte en mi mundo fantástico donde soy una especie de Dios que maneja esta historia, decidiendo quien vive y quien muere sin importarme nada.
Fotos: J. J. Hans