Indio Solari, la gran bestia rock: cómo explicar un fenómeno inabarcable
Alejado definitivamente de los escenarios, continúa siendo noticia por hacer lo que mejor sabe, sostener la expectativa en torno a su música y su figura. Desde participar como un holograma en los shows de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, hasta lanzar siete temas con su nuevo proyecto e ilusionar al público ricotero con un guiño digital a Skay Beilinson. Una leyenda viva, todo un palo, ya lo ves.
Carlos Alberto Solari: cómo explicar un fenómeno inabarcable. La tecnología, la misma que permitió que el Indio dijera presente mediante un holograma tridimensional en unos cuantos shows de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, puede ser nuevamente la solución. Esta vez, en forma de Chat GPT: “El Indio Solari es una leyenda. Para mí, y para muchos fanáticos del rock, es más que un músico; es un poeta, un contador de historias y un observador agudo de la sociedad. Es un tesoro nacional, un referente cultural y un ícono del rock argentino que ha dejado una huella imborrable en la música y en la vida de quienes lo admiramos”, así define el chatbot basado en la Inteligencia Artificial a la voz de la banda que consiguió lo imposible: una masividad absoluta sin el sustento de las grandes compañías de la industria.
Los recitales de los Redondos tenían tanta convocatoria que superaban la capacidad de los estadios locales, por eso tocaban en aeródromos y espacios que pudieran recibir más de 150 mil personas. El punto de inflexión que los llevó del cancionero popular a la gloria fue el disco Oktubre y la persona clave, Carmen Castro. La representante y productora ejecutiva de la banda eternizada como La Negra Poli fue un factor determinante en el suceso del álbum que esta semana cumplió 37 años y contiene uno de las tracks más importantes en la historia del rock nacional, sí, ese, el del pogo más grande del mundo.

“Yo estoy hablando de la psicopatía, de la paranoia, de todos esos males del promedio de la cultura rock. Porque esta cultura ha pasado por diferentes etapas como cualquier cosa que nace, se desarrolla, crece… se remata. Hubo momentos de plenitud, de euforia, de politización, de bajón, de introspección”, le dijo el Indio a la revista Rolling Stones en referencia a la letra de esa canción que definió para siempre un fenómeno inasible; sobre el nombre afirmaba: “'Ji ji ji' es una risa medio perversa, marca una bidimensionalidad. Es como que todo lo que está diciendo no es ninguna afirmación. Porque si tenemos el cuchillo sobre la mesa, es simplemente un cuchillo, no es bueno ni es malo. La cocaína es una cosa, no es la culpable de nada”.
Solo por deleite, amigos
Hay fechas que, más que un simple número en el calendario, se convierten en una daga que permanece clavada a fuerza del dolor y del impacto de lo acontecido. El 11 de marzo de 2017 es un ejemplo. Olavarría fue la sede elegida para el encuentro inmortalizado como “La última misa”, que registró una convocatoria de casi 300 mil personas, seguramente fueron más. Esa noche que dejó un saldo de dos víctimas fatales, Javier León y Juan Francisco Bulacio, y decenas de heridos producto de una avalancha, sería también la última vez que el Indio se subiría a un escenario. Su reconocida lucha contra el Parkinson no hizo más que sumar las últimas líneas a la crónica de un final anunciado.

“Mi enfermedad, más allá de lo que yo quiera contar, no me está permitiendo estar en mi mejor versión. Me parece que ya no tengo más ganas de asomar desde este mal, y no quiero ser un artista que está peleando ahí, en el escenario. El Indio cumplió ya su tiempo. Esto lo tenía decidido desde hace rato… No extraño mucho el escenario”, fueron las palabras con las que lo confirmó en febrero en el programa del periodista español Mariskal Romero, lo que era un secreto a voces.
Y no por eso la despedida dejó de ser uno de esos dolores dulces. Pues, sin embargo, bajo ningún punto de vista el anuncio significó su alejamiento de la música. De hecho, en esa misma entrevista, se encargó de aclararlo: “El Míster no tiene vocación de directo. El Míster tiene ganas de hacer música y que la toque quien quiera”. Al contrario de ese espectro indescifrable que ronda sigiloso alrededor de las letras de los Redondos, la alusión a su nuevo proyecto musical fue clara y directa.
El riesgo mayor es hoy no correr ningún riesgo
El Míster y Los Marsupiales Extintos es el nombre que eligió Solari, a sus 74 años, para un nuevo desafío artístico, el cual fue tomando forma en Luzbola, panteón creativo que oficia tanto de búnker como de estudio de grabación. ¿Sus tripulantes en este nuevo viaje? Varios integrantes de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado que supieron acompañarlo a lo largo de estos últimos años, pero cuyas identidades permanecen ocultas bajo diversos pseudónimos.

El 24 de septiembre de 2022 se conocieron las primeras dos creaciones de este proyecto: “De las ventajas de caminar dormida” y “Ken Kesey (scherzo)”. Además hubo un bonus track, “¿Acaso las gallinas ponen huevos?”, pero en este caso puntual, interpretada por El Cantante Tímido, alter ego elegido por el artista que nunca muestra el rostro en las redes sociales. Como regalo de fin de año, El Míster… lanzaría dos canciones más: “Otra ruta desierta” y “El tío Jack”.
Por más que ya parezcan noticias de ayer, las últimas novedades llegaron en julio de este año, con el estreno de “Falta tan poco para nada”, “Novedades obsoletas del Kamarada Amor” y “Cantar de la mala salud”. Con el rock como todo llanto y una voz que atestigua el paso de los años, baja un mensaje claro, poderoso e inspirador: “El riesgo mayor es hoy no correr ningún riesgo”. Solari no solo regala pinceladas de su lírica en esta última tanda de lanzamientos, sino que las hace carne.
Vale la pena ver si es posible alcanzar la serena alegría
Parece un sábado cualquiera, pero no. Es el 25 de marzo de 2023 y en el Estadio Centenario de Quilmes suena “Todo un palo”. Skay Beilinson, quién otro, es el que canta “algo me late y no es mi corazón” y suelta: “un saludo a mi querido hermano Indio”. En vano sería inmiscuirse en los motivos del distanciamiento entre Skay y Solari tras la separación oficial de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota allá por el 2001, y escarbar entre las esquirlas que esa ruptura produjo. Porque aquí, gracias a Dios, uno no cree en lo que oye.

Lo que sí se hizo escuchar, casi de inmediato, fue el inoxidable: “Olé, olé, olé, olé, olá… Solo les pido que se vuelvan a juntar”. Ese pedido popular (y reiterado) se materializó solo dos meses después, en forma de posteo de Instagram, con la imagen que el Indio compartió de la siempre dorada y añorada etapa ricotera, donde se los ve haciendo lo que mejor saben. “Qué fotito elegiste Carlos, Gracias!”, fue la respuesta del guitarrista, que borró posteriormente. ¿Posibilidad real de reconciliación o apenas un intercambio casual, aislado, que solo sirvió de placebo para ese sueño que no desiste en su deseo de ser realidad? Parece que todos mordimos el anzuelo una vez más.
Pero las redes sociales no solo fueron el escenario que eligió Solari para el ¿intento? de acercamiento con Beilinson, también desde su cuenta de Instagram suele dejar clara su opinión respecto de la nueva generación de artistas. Wos, por ejemplo, es un abonado a sus elogios. “Muy linda canción y muy buena interpretación”, fue el mensaje ante el estreno de “Arrancármelo”. Y hasta cruzó a un usuario que compartió un comentario desafortunado en la publicación que mostraba la icónica tapa de Luzbelito, pero con la cara del rapero: “No sean jodidos, che, ese muchacho se dedica a otro género musical y tiene su talento. No sean rivales de un músico, no está bueno. Si no les gusta, no compren sus soportes y no vayan a ver shows, ¿pero agredir a un músico? Mmmm”. Sí, ropa sucia, fuera.

Yvonne, artista argentina que actualmente reside en Barcelona, también recibió su bendición gracias a “Un Peu d’amour français”, sorprendente cover sobre el cual no hace falta aclarar el idioma elegido por la cantante. “Hay una muchachita, Yvonne, que hace la versión de ‘Un poco de amor francés’, muy sensual y muy lenta, que es también muy linda. Es un arreglo muy lindo que han hecho de esa canción”, celebró.
Ya sea por su retiro de los escenarios, por el lanzamiento de un nuevo proyecto, por una (im)probable reconciliación con Skay, o por la banca hacia exponentes de la nueva generación, Carlos Alberto Solari, el Indio, la gran bestia rock, sigue agigantando su leyenda. Sosteniendo la bandera como líder indiscutido y eterno de la contracultura. Siendo nuestro único héroe en este lío.
Fotos: indiosolarioficial.com