Goyo Degano, de Bandalos Chinos: “Fui rompiendo barreras para animarme a ser lo que soy”

Pocos días después de llenar el Luna Park y de cerrar su primera gira mundial, el cantante de Bandalos Chinos revela detalles inéditos sobre sus inicios y sobre el futuro de una de las bandas más importantes de la escena local.

En el evento lanzamiento de #EPUCHANNEL, el nuevo canal de YouTube de El Planeta Urbano, Luis Corbacho entrevistó a Goyo Degano. El resultado es esta charla imperdible donde el artista revela todo sobre su pasado, presente y futuro. Cómo creó su estilo único, de qué manera superó los prejuicios del mundo del rock, sus inicios en el coro del colegio y mucho más. 

-Bienvenido a El Planeta Urbano. ¿Cómo viviste el show en el Luna Park lleno?

-Estoy muy contento, muy sorprendido y muy agradecido. Todavía estoy bajando y aterrizando un poco los sentimientos, las emociones y los recuerdos. El balance es muy positivo.

-Un lugar icónico de Buenos Aires, para toda la banda era muy importante estar ahí por todo lo que había pasado en ese lugar.

-Tal cual, lo vivimos un poco desde ese lado. Es loco porque el último disco se grabó en un estudio nuevo, sin energía de otros artistas ni otra música. Por eso, y en contraposición, nos propusimos hacer el show en un lugar icónico que estuviera lleno de energía de artistas que hayan pasado por ahí y el Luna fue el lugar que cayó de maduro.

-¿Se siente esa energía en el Luna Park?

-100 x 100. Se siente mucho en esos lugares en los que hubieron tantos conciertos. No solamente los artistas sino el público. Es difícil de describir pero pero sí hay algo que sucede distinto.

-¿Te dio miedo?

-Obvio. Pero el día que me deje dar miedo me retiro. La clave está en que esa adrenalina no te paralice. Cuando me subí al escenario, la energía de la gente me impactó, al principio no entendía qué estaba pasando. Era como un sueño. Por suerte después me logré relajar y puede transitarlo, disfrutarlo y vivirlo como ahí muy presente.

-Los titulares de los diarios después del show los consagran como una de las bandas más importantes de los últimos tiempos del rock nacional.

-Vi un par de notas, me encanta leer sobre los shows. Y dijeron cosas re lindas que buscábamos expresar, porque era la presentación del nuevo álbum. “Big Blue”, y también era como una celebración de estos 10 años -o poco más de 10 años- de banda que tenemos.

-También un salto al vacío fue encarar tu carrera ¿no? Animarse a algo diferente.

-En mi familia no hay nadie que se dedique al arte como medio de vida. Sí hay mucha conexión con la música. Mis viejos son de Santiago del Estero, todos mis primos tocan algún instrumento, cantan alguna chacarera o alguna zamba y los asados el domingo en lo de mi abuela se tocaba. Pero sí tuve tuve que dar yo mi salto al vacío y encontrar mi propio camino, porque no tenía un ejemplo a seguir, y en ese sentido la banda en sí misma significó tener compañeros de ruta con los que pude saltar al vacío.

-La marca FILA te eligió como referente porque sos considerado como un “game changer”, que arriesgaste mucho e hiciste algo diferente. ¿Eso fue consciente?

-No fue tan consciente. De hecho decimos que estamos haciendo como el camino largo, como que es una carrera de resistencia, no de velocidad. Fue algo que se fue dando con con el tiempo, fui tomando pequeñas decisiones y me fui animando a pequeñas cosas y fui logrando objetivos y es algo que me salió siempre muy intuitivamente. De hecho mi mamá me cuenta que cuando era muy chiquito, me dormía la siesta con ella y me levantaba de la siesta cantando la cortina de la novela que ella estaba viendo.

En 5to grado yo era nuevo en el colegio, hicieron una audición para el acto de fin de año y yo canté y me eligieron para cantar.  De hecho Mati, el baterista, que fue el primero que conocí en el cole a los 10 años, me decía que ya en ese momento yo cantaba y sonaba algo distinto.

-¿En algún momento probaste un camino por otro lado, quizás en algún casting de Cris Morena o algo así?

-En un momento fui por el camino del teatro musical, hice algunas cosas en calle Corrientes, y justo también se estaba gestando Bandalos Chinos. Tuve que elegir y me quedé con la banda.

-Ese es el camino más trabajoso también.

-Sí, sobre todo porque cuando nosotros empezamos no existía toda esta escena de festivales independientes, el Lollapalooza existía pero acá no venía. Entonces nosotros también tuvimos que inventar nuestro propio camino. No había tanta información, no era tan fácil acceder a la data de cómo ir armando tu banda, tampoco eran tan fluidas las redes sociales.

Y terminaron siendo claves en nuestro desarrollo como artistas y nuestra llegada al público de manera directa, sin necesitar de una discográfica o de una validación de los medios.

-Contame de Beccar, cuando eran chiquitos e iban al colegio porque casualmente son casi todos los miembros de la banda del mismo colegio, de San Fernando.

-Sí, era un colegio religioso y nosotros cantábamos en el coro de la iglesia; de hecho lo armábamos nosotros, echábamos a la catequista, metíamos bajo, guitarra y a cantar y tocar.

-Son chicos de zona norte pero con una onda que tal vez escapa de algunos estereotipos de zona norte.

-Sí, obvio, los estereotipos siempre son muy crueles. Nos dicen los bandalos chetos...

-El bullying no venía de los chetos sino del mundo del rock…

-Obvio. Beccar es una localidad de San Isidro. Y todos decíamos que éramos de Beccar y no de San Isidro para evitar prejuicios. Y con el tiempo el público empezó a ser más tolerante a eso y responde a la forma actual de consumir la música, que es la era de la playlist.

-Es una decisión tuya ser diferente, o es lo que sos?

-Es lo que soy. Con el tiempo fui rompiendo barreras para animarme a ser lo que soy, de la forma que a mí me sale. También eso es un camino que fui recorriendo.

-¿Cómo es tocar el tipo de música que hacés que puede ser como pop sintético, que no va en línea con el trap que es lo imperante ahora?

-Internet dejó en evidencia que hay lugar para muchos y muchas, más que en los `90 u `80. Hay cosas que me resultan muy inspiradoras de la música urbana. Este año estuvimos también en Medellín, que es como la cuna del reggaeton, y a veces con el baterista jugamos un poco con ese género. También veo cómo las bandas de trap se inspiran en el rock y en el pop, en algún punto todos esos mundos se tocan.

-¿Harías algo urbano, en estudio, como una colaboración?

-Recontra. Muero por hacer una bachata a lo Turizo o algún tema con Lali, estaría buenísimo.

-Porque son pop ustedes, en estética, en todo. ¿La estética la pensás? ¿Es natural?

.La laburo con un montón de personas, obviamente guiado por mi intuición y por lo que a mí me gusta y con lo que me siento cómodo. Mientras yo me sienta cómodo está todo bien, todo vale. Cuando yo era chico, mi vieja tenía un local de ropa de mujer. Y yo iba con 15, 16 años y me probaba cosas y mi mamá me decía “eso es de mujer”. Pero me la probaba de otra forma un poco como un chiste y me gustaba, ahí empezó el “vale todo”.

-Y fuiste precursor porque ahora de Harry Styles para abajo todos están con el “vale todo”… Goyo gracias por estar en El Planeta Urbano. Te deseo lo mejor para la banda para todo lo que viene. Después de los titulares de los diarios que la llaman la banda más importante de la escena local de los últimos años podes decir “ya está”, ¿no?

-Obviamente está buenísima la validación de los medios, pero me quedo con lo que vivimos en el Luna Park con todo el equipo, porque fue algo muy mágico. En definitiva eso fue lo mejor, después… que digan lo que quieran.

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