París Fashion Week: cómo hizo Coperni para fabricar un vestido en tiempo real sobre el cuerpo de Bella Hadid
Al presentar en la pasarela un diseño de la colección SS23 hecho en tiempo real, Coperni nos interpela a todos y a cada uno de nosotros, incluso a quien escribe y a quien lee, a creadores, testigos y protagonistas. Cuando se escriba y se lea (como en este instante) sobre el vestido confeccionado en spray y modificado en directo sobre la piel de la modelo Bella Hadid en la Semana de la Moda en París siempre será demasiado tarde.
Simplemente, se trató de una performance en vivo en la que no hubo ensayo alguno y todo salió a la perfección. Una obra de arte viva, confeccionada y parida gracias a la tecnología frente a los ojos de los presentes en el desfile, transmitida por streaming y luego viralizada en las redes sociales. Porque, ¿por qué hacemos las cosas si no es para registrarlo?

El vestido conversa con el poder de la instantaneidad que tanto entrena el ejercicio de las redes sociales, la caducidad de los sistemas en el capitalismo, la fragilidad de la belleza, la producción en serie, la originalidad en tiempos de copias y refritos y, lo más impactante, cómo la ciencia puede venir a revolucionar los usos, costumbres y consumos de la moda. Siempre entendiendo por moda un fenómeno que, además de pretender vestirnos, interpreta una época a la vez que modifica conductas.
Ahora, ¿quién está detrás del vestido hecho en aerosol que moldearon en plena performance Sebastien Meyer y Arnaud Vaillant, diseñadores y directores creativos de la firma francesa, sobre el cuerpo de Bella Hadid? Manel Torres, un científico español que trabaja en el BioScience Innovation Centre de Londres y es Managing Director de Fabrican Limited, la empresa que fundó en 2003 y –metafórica y literalmente– dio a luz a este spray.
Se trata de un textil hecho a base de fibras de algodón suspendidas en una solución de polímeros que se evaporan al entrar en contacto con la piel, creadas por Fabrican, empresa que hace años viene investigando la creación de textiles a través de los aerosoles.

Casi cuatro minutos después de haber sido rociadas sobre buena parte del metro con setenta y cinco centímetros de desnudez de Hadid, estas fibras, que se endurecen y se transforman en tela, dieron como resultado un increíble diseño experimental midi.
A continuación, la estilista madrileña Helena Tejedor subió a la pasarela para modificar brevemente y con un “final cut” la obra viva: así es que, primero, le bajó los breteles –dejándole a la modelo los hombros al descubierto– y, después, tijeras en mano, realizó una abertura frontal sobre la pierna para que Bella pudiera desfilar sin inconvenientes la pieza hecha a mano alzada. Casi como un poema, mientras Hadid avanzaba en la pasarela tras ser vestida en vivo –todo un acto redentor– se podía observar en sus tobillos residuos del tejido que la habían salpicado como en una red arácnida.
La pregunta es: ¿será cierto que ese vestido que parece querer capturar la belleza del “ya” está a punto de deshacerse ahora que cumplió su misión? Moda que es performance y acción, que quedará en los libros de la historia porque se trata de una “pieza viva” producida bajo la mirada del cliente y amplificada hasta el hartazgo. La “cocina a la vista” del revolucionario desfile de Coperni, además, vino a recordarnos nuevamente que “solo tenemos el presente y somos lo que estamos viviendo”, algo que parece muy fácil de entender cuando lo repetimos, pero muy difícil de llevar a la acción.

Hace diecinueve años que Manel Torres viene investigando sobre los tejidos. Desde ese entonces no dejó de viajar alrededor del mundo para promocionar su novedoso sistema en prestigiosos foros, y colaboró con la industria de la moda en diferentes sectores. La compañía dio a conocer el descubrimiento de Torres en 2012: la nueva tecnología spray-on-fabric, que tiene numerosas aplicaciones, entre ellas, la moda. En el site de Fabrican prometen: “Permitirá al usuario personalizar su armario con infinitas combinaciones y liberará a los diseñadores, dejándoles crear prendas nuevas y únicas”.
El spray, además, podrá utilizarse para crear tejidos inteligentes, con un precio económico que abre su uso a múltiples rubros. ¿El objetivo de la firma responsable del textil más inteligente? Lo explican así: “Hacer la vida más cómoda, saludable y divertida con su exclusiva tela en aerosol. Nuestra tecnología se puede utilizar en muchas industrias, lo que tiene un impacto positivo en la vida de millones de personas y beneficia al medioambiente. Desde ropa en aerosol hasta parches médicos en aerosol y toallitas higiénicas en aerosol, Fabrican está desarrollando productos con beneficios reales. Fabrican Limited es una empresa que explora la investigación interdisciplinaria, vinculando los mundos de la ciencia y el diseño”.

Según expresó Coperni en un comunicado, el spray puede utilizarse para hacer ropa “innovadora” que puede ser lavada y reutilizada, e incluso usarse con aparatos de diagnóstico que pueden medir la salud de la persona que lo lleva. Un logro que, por sobre todas las cosas, supone la inauguración de una nueva era en la personalización masiva del siglo XXI.
Otra de las lecturas posibles de esta histórica performance tiene que ver con cómo la moda como sistema “opresor” se está repensando tras las conquistas del movimiento feminista. En la pasarela convertida en atelier, no es menor que Hadid recibiera un abrazo masivo al ser vestida en público, lejos de la hipersexualización y cosificación que dominan la industria de la moda con superescotes, tajos y desnudez como baluarte de un supuesto “empoderamiento” que no es tal o que, al menos, sigue dando tela para cortar.
