CAMILA MORRONE · COMO UNA ESTRELLA
Hace tres años, la modelo argentina decidió sustituir las pasarelas más importantes del mundo por los sets de filmación. Su elección la convirtió en uno de los grandes descubrimientos actorales de la escena paralela del último Festival de Cannes y la llevó a comprender que arrojarse al vacío en función de lo que uno desea es parte del premio.
La Asociación de Cine Independiente para su Difusión (ACID) es un programa al margen del Festival de Cannes y tiene como objetivos promover el desarrollo del cine independiente y brindar la difusión de largometrajes, cortometrajes, ficciones o documentales que, por lo general, no tienen un distribuidor oficial. Fue en ese marco que todas las miradas se dirigieron a Camila Morrone, que se presentó como la protagonista de la ópera prima de Annabelle Attanasio, Mickey and the Bear.
a Asociación de Cine Independiente para su Difusión (ACID) es un programa al margen del Festival de Cannes y tiene como objetivos promover el desarrollo del cine independiente y brindar la difusión de largometrajes, cortometrajes, ficciones o documentales que, por lo general, no tienen un distribuidor oficial. Fue en ese marco que todas las miradas se dirigieron a Camila Morrone, que se presentó como la protagonista de la ópera prima de Annabelle Attanasio, Mickey and the Bear.
Su rol fue uno de los más comentados durante la presentación de la película, llevándose una enorme cantidad de aplausos y elogios. En este drama interpreta a una chica que está llegando al final de su adolescencia y tiene la responsabilidad de cuidar a su padre, veterano de guerra y adicto. Para el papel no sólo subió de peso sino que logró encontrar la firmeza necesaria para darle vida a un personaje intenso sin haber tenido una escuela dónde prepararse.
“Lo que me atrajo principalmente de este proyecto fue la dinámica familiar y cómo la hija termina cumpliendo el rol de madre. Lo sentí muy personal. Me encantó poder mostrar este tipo de relación porque creo que estas personas se aman más que nadie y a la vez presentan grandes complicaciones. Es la primera vez que interpreto a un personaje que no habla de sus problemas. Mickey es muy diferente a mí, no comunica lo que siente, y todos esos sentimientos van creciendo dentro de ella durante el filme hasta la última escena. Fue un gran desafío tener que interpretarla y jugar con todas esas emociones dentro de mí y construirlas para ella. Me atrajo esa dinámica, me atrajo Mickey como personaje femenino fuerte y me atrajo la elección final que toma”, confiesa Morrone. “Hank, el personaje de mi padre, regresa de la guerra emocional y físicamente herido, y esta película te muestra que uno no vuelve de ese tipo de situaciones a su casa y todo regresa a la normalidad como si nada. Hank está realmente perturbado y la relación con su hija es la que paga el precio”, agrega.
Volver a la cuna
Pese a que Camila no estudió actuación, trae consigo un background que se vincula íntimamente con el universo de los artistas desde su nacimiento: su padre es Máximo Morrone, un modelo nacido en Mendoza que fue muy popular en su juventud puesto que no sólo compartió las más importantes catwalks con las supermodelos Naomi Campbell, Christy Turlington y Claudia Schiffer sino que también fue la cara de las campañas de las firmas más prestigiosas del mundo, desde Valentino y Dolce & Gabbana hasta Versace. Además, trabajó como actor en Los luchadores y CSI: Miami. Su madre, Lucila Polak, es una actriz porteña que participó en series estadounidenses, como Bones y Modern Family, y en películas nacionales, tales como Resentimental y No somos animales.
“Mis padres trabajaron como actores y tuvieron muchas dificultades para conseguir un papel. Es por eso que dudé en involucrarme en la actuación, los había visto pasar por eso. De todos modos, abandoné el modelaje hace años, la gente aún no lo sabe, pero lo dejé hace tiempo. Claro que hacer cine independiente no es lo mejor pago, así que aún tengo que sumar otras cosas, pero mi foco está en la actuación. Estuve viviendo en Nueva York cuando era modelo pero me deshice de mi departamento y me mudé nuevamente con mi mamá. Ahora vivimos juntas en Los Ángeles”, cuenta Camila.
Lucila estuvo diez años en pareja con el actor Al Pacino. En una entrevista para el programa The Late Late Show with James Corden, el presentador le preguntó a Camila acerca de su transición a la actuación y ella confesó que cuando obtuvo su primer papel llamó al entonces novio de su madre para una lección de actuación que quedó imborrable en su memoria. “Cuando mi agente me llamó para avisarme que obtuve el papel yo no sabía cómo hacerlo, cómo prepararme, no sabía actuar. Ahí fue cuando entendí que había dejado de ser un juego para convertirse en algo serio. Por supuesto que al primero que llamé fue a mi padrastro y le dije que tenía el guión en mis manos y que no sabía por dónde empezar. Me dijo que fuera a su casa y que repasaríamos el guión. Así que fui, leímos las 120 páginas del texto, que nos llevó unas dos horas, y al terminar me dijo: “Vas a estar bien, sólo actuá, sé vos misma. Si llorás, llorás, si no llorás, ¡no llorás! Vas a estar bien, tenés 19 años, a nadie le importa”.
Lo que vendrá
Morrone ha posado para las tapas más importantes de revistas de moda del mundo, como Elle y Vogue, pero los sets de filmación se ganaron toda su atención y planea aprovechar su habla española para sumar proyectos. “Estoy muy orgullosa de ser latina. Mis padres querían que yo no olvidara mis raíces argentinas y siempre me hablaban en español. Les vengo diciendo a mis agentes que por favor me busquen un rol en español”, dice Camila.
Alguna vez comentó en una entrevista que cada vez que entra en una sala de audición, su estómago se llena de nudos, pero que esa sensación de adrenalina, de una manera extraña, la usa como ventaja, y que a la hora de elegir, le encantaría trabajar con Martin Scorsese, Quentin Tarantino, Darren Aronofsky, Emily Blunt, Kate Winslet y cualquiera del cast de Game of Thrones. Una chica con corazón argentino y proyección universal.