Dante Spinetta · Sangre, métrica y desamor
Luego de un 2017 plagado de éxitos, reconocimientos y buenas canciones con los Illya Kuryaki & the Valderramas, el menor de los Fab Two optó por seguir su propio camino y lanzó Puñal, un cuarto disco solista. Lejos de la fama, lo mueve una gran ambición: pasar más tiempo con sus hijos.
[dropcap size=big]C[/dropcap]on el título que ilustra esta nota se despacha en Puñal (sucesor de Pyrámide, 2010) la mitad “más pasional” de IKV según Emma Horvilleur, su hermano de andanzas, secretos púberes y giras. Dante Spinetta creó y compartió un nuevo disco conceptual: una fábula de trap, aunque él prefiere llamarlo simplemente “música urbana” y corazones rotos con el que se toma un nuevo respiro del dueto que se reunió en 2011, en pos de “abrir las compuertas que tenía guardadas”. En esta charla nos derretimos al son y calor de las confesiones de un ex chico duro que admite que comprendió el arte “como una forma de sublimar el dolor”.
–Hablemos de las rupturas amorosas como flechas para crear.
–Puñal salió de un lugar muy oscuro, de un desamor muy grande y vulnerabilidad. En lugar de luchar contra eso, me entregué a la situación y creo que es un disco con menos ego y más fuego. Es música del alma, un exorcismo y un ejercicio de liberación. Todas las experiencias más dolorosas ayudan a hacerse más fuerte y aprender.
–¿Cómo sentiste dejar el ego de lado?
–Es darse cuenta que no nos las sabemos todas. Que seguimos siendo alumnos del sonido, de la música y de la vida. Hice un disco real, no piensa ser el mejor: tiene el respaldo de mi vida. Me di cuenta que yo sólo quiero ir en busca de algo que me excita y que los momentos más importantes son con mis hijos en Villa Urquiza. No me desespera estar en un lugar fingido y la mentira de las redes sociales.
–Emma ha llegado a decir que vos eras el pasional de los Kuryaki y él, el racional. ¿Coincidís?
–Y yo creo que siempre fui más bien el dramático. Y lo bueno de volver a nuestras carreras solistas es que ya no necesitamos separar nada. Volveremos cuando querramos. Eso que el 2017 tuvimos un año increíble, que fue un punto de inflexión, con giras y premios. Pero yo me la juego por la música y por todo. Hubo gente de la industria que ve rara esta decisión de parar en un tan buen momento, pero yo no puedo ver a la banda como una empresa. Siempre fue una comunión del alma y seguir la llama que me excite el espíritu.
–¿Cómo analizás la revolución del trap? ¿Considerás que Puñal va por esa senda o cómo lo describís?
–Más bien lo encuadro en música urbana. Es cierto que en este disco los ritmos de hip hop están más bien en el concepto, los beats, las bases, y el concepto de mezcla de la canción. Hay una búsqueda muy distinta, como en “Soltar”, que va a ser el próximo single. La gente me escribe y me pone que ese tema lo acompañó y que dije las palabras justas. Me encanta ser el soundtrack de la vida de la gente. Al principio iba a ser un disco acústico y completamente orquestal pero después lo combiné con lo urbano, y es más real por lo que soy como músico y como persona.
–Y encarás algo nuevo dentro de Sony que es la curaduría de nuevos talentos trap para que firmen con la compañía. ¿Cómo surgió?
–Nace de estar conectado a lo urbano y es una gran oportunidad para internacionalizar este sonido y que tome su lugar. Ojalá que salga este proyecto que generamos con Damián Amato (Presidente de Sony Argentina), trabajando hombro a hombro.
–El rap aquí siempre estuvo en los márgenes y ustedes fueron de los pocos que trascendieron al mainstream, aun siendo los raros siempre, ¿no?
–Creo que la industria empieza a reconocer el poder que tiene la calle y que el 2018 va a ser un buen año para lo urbano argentino. Tenemos en la mira a gente como Jesús Vázquez, Neo Pistea, Los Barderos Crew, Cazzu y Duki. Es abrir la cancha para que todo un semillero de flacos juegue en primera y me da mucho orgullo.