Johnny Depp: Un caballero salvaje
En esta entrevista, el actor cuenta por qué decidió convertirse en la nueva imagen de la fragancia Sauvage de Dior, revela los entretelones de la filmación del corto para la campaña, repasa algunas de sus películas y habla de su pasión por la música y de su colección de guitarras.
El célebre actor, productor y director estadounidense Johnny Depp nunca para de dar sorpresas. Esta vez no se trata de alguna de sus festejadas interpretaciones cinematográficas, como el pirata de La maldición del Perla Negra o el singular Willy Wonka de Charlie y la fábrica de chocolates. Ahora se convirtió en la nueva imagen de Dior, y con su aspecto de rock star protagoniza un filme publicitario dirigido por Jean-Baptiste Mondino. En el corto, Depp huye a las carreteras del desierto de California en busca de su lado salvaje.
–¿Qué hacés para entretenerte?
–Estos días, más que nada, toco música.
–Tom Waits fue a tu casa a ver tus guitarras.
–Vino con un amigo una mañana a tomar café. Hacía mucho tiempo que no lo veía. Tengo una especie de pequeño estudio de grabación y allí guardo mis guitarras, que son demasiadas. Es decadente.
–¿Cuántas guitarras tenés?
–Ya perdí la cuenta. Hay verdaderas bellezas ahí dentro. Muchas vintage. Tom entró y me dijo: “Ah, fui a un par de tiendas de guitarras vintage y no tenían ninguna. Ahora puedo ver por qué”. Es divino. Otro renegado. Ambos, dos renegados.
–En cuanto a los aromas, ¿tenés alguna madeleine de Proust o algo que quieras decir acerca del sentido del olfato?
–De la misma manera que la música puede remontarte a un instante específico o a un lugar, un aroma también puede hacerlo de inmediato. Así que sí, puedo oler, por ejemplo, a colonia antigua barata de tienda. Aprecio esos olores porque me recuerdan a mi abuelo. Acerca del enfoque orgánico, al elaborar una fragancia hay algo muy interesante y cercano a la ciencia. Me gusta ese arte.
–¿Por qué de todas las cosas que pudiste haber hecho elegiste hacer una campaña para Dior? ¿Fue por el nombre “Sauvage”?
–No sé mucho acerca de moda, sólo puedo tener idea de cómo se siente o ve algo. Y con una fragancia, lo cual es algo muy particular, la marca ha hecho algo único, muy especial. Dior tiene elegancia, hay una especie de atracción. Algo, en cierto modo, salvaje, en el límite. El nombre Sauvage es algo que significa mucho para mí, me hace pensar un poco en lo humano. La idea de que “sauvage” es alguien que no se conforma como los demás.
–¿Creés que la palabra tiene un sentido diferente en francés que en inglés? ¿Es un poco más suave y amable?
–Supongo que así es. No es negativa. “Renegado”, sin embargo, es una buena palabra. Creo que “renegado”, probablemente, se conectaría más con la idea francesa de “sauvage”.
–¿Este filme te recordó un poco a la película Dead Man, de Jim Jarmusch? ¿Es una especie de búsqueda espiritual?
–Sí, me recordó a Dead Man en el sentido de que fue un largo poema cinematográfico de Jim. Sólo él puede hacer eso porque, de alguna forma, se las ha ingeniado para mantenerse fuera de sí mismo. Sólo algunos pueden quedarse fuera de sí. Descubrí eso al hacer este corto con Jean-Baptiste Mondino, que también es muy poético. Fue satisfactorio porque, al no tener diálogos, había un cierto lujo en esta filmación.
–¿Cómo fue tu primera experiencia de trabajo con Jean-Baptiste Mondino?
–Hizo que ese viaje de trabajo sea del tipo de locura y disonancia que tiene Los Ángeles. Estaba encantado. Creía en la narrativa y en su visión. Una de las cosas acerca de la campaña de Dior es que nunca antes había hecho nada similar. Creo que cierto tipo de arte está en peligro de desaparecer porque nos supera la era digital. Hay cierto tipo de arte que debe hacerse a mano. La idea de tener el conocimiento para poner varias esencias juntas y crear una fragancia única, eso, para mí, es un tipo de arte fascinante, casi científico.
–Lo artesanal se está perdiendo. Todo se trata de consumo explícito.
–La televisión, creo, tiene varios programas en Netfix y en otros lugares con excelente narrativa. La televisión se ha vuelto un arte tanto como el cine.
–¿Qué personajes que has interpretado sentís que son más parecidos a vos?
–Lo alarmante es que aún están dentro. No pienso que sea normal tener tantas personalidades diferentes dentro. Extrañamente, diría que es una combinación de Edward Scissorhands y el capitán Jack Sparrow. Ese es el combo que más se asemeja a mí.
–¿Qué hay de Hunter S. Tompson? ¿Lo conociste antes de interpretarlo?
–Sí, éramos amigos. Lo conocí por un amigo en común en Aspen. Se presentó él mismo, nos dimos la mano y ahí comenzó un romance de locura.
–¿Lo habías leído antes?
–Sí. He leído casi todo su material. Hay sólo un par de escritores que realmente me hacen reír en voz alta, como Terry Southern. Hunter era uno de ellos. Así que estaba muy contento de conocer a este gran escritor, a quien admiraba desde hacía tanto tiempo.
“Creo que cierto tipo de arte está en peligro de desaparecer porque nos supera la era digital. Hay cierto tipo de arte que debe hacerse a mano.”