El Zar, hacia la conquista del templo del rock: "No somos tan conscientes de lo que realmente es este paso que vamos a dar"

En el año que marcó un hito en su carrera, la banda que mejor combina analógico y digital sigue en trayectoria ascendente. Presentó su cuarto disco en el Gran Rex con un lleno total, grabó con Andrés Calamaro, hizo una gira internacional y se prepara para despedir el 2023 nada más y nada menos que en el estadio de Obras.

Parte de una nueva generación de artistas pero viejos conocidos del circuito porteño, El Zar se gestó en 2016 como un dúo compuesto por el guitarrista y compositor Pablo Giménez y el cantante Facundo Castaño Montoya. Desde entonces la dupla, que para sus presentaciones en vivo suma a Bruno Dante Ferro (batería), Victoria Villar (teclados), Nicolás Garay (bajo), Sasha Conte (guitarra y coros) y Lautaro Passadore (percusión), lleva cuatro discos editados y una larga trayectoria de shows que los llevó por toda la Ciudad de Buenos Aires, el interior del país, una gira internacional y el 2 de noviembre coronarán en el estadio de Obras.

En esta charla con El Planeta Urbano, Pablo y Facundo, repasan esa trayectoria y este presente siempre en ascenso.

–¿Cómo están viviendo el crecimiento que tuvieron desde su primer disco, "Círculos", de 2016, hasta hoy?

PABLO GIMÉNEZ: –Súper, la verdad es que siempre intentamos disfrutar lo que va sucediendo. Desde el momento que salió Círculos empezaron a pasar cosas re lindas, como tocar en lugares chiquitos, como La tangente o una fecha compartida en Niceto, y llenarlos. Íbamos a Córdoba o Rosario en auto, armándolo nosotros, de la manera que se pudiera y a la gente le copaba lo que hacíamos. Pasaban cosas, pero muy de a poquito, creo que a partir del tercer disco Pura casualidad (2020) notamos un cambio grosso de convocatoria, una recepción bastante más masiva de aceptación de la banda y empezamos a viajar con giras.

–¿Qué cosas sienten que se fueron modificando en el tiempo con la banda?

FACUNDO CASTAÑO MONTOYA: –Fue cambiando todo mucho. Estructuralmente uno se va volviendo cada vez más profesional, va creciendo, igual que los shows y va metiendo más gente en el equipo. Al principio no sabíamos casi nada de producción, éramos músicos y tocábamos; hoy en día, muchas veces los temas salen bastante armados desde nosotros hasta que los llevamos a un estudio, somos productores de lo que hacemos. Nos costó, porque estábamos en una búsqueda de identidad, pero finalmente encontramos la formación de la banda con la que hoy estamos felices.

–En el marco del “Río Hotel Tour”, acaban de volver de su gira por España y Latinoamérica, ¿qué me pueden compartir de esa experiencia?

P. G.: –Estuvo buenísimo, nos mandamos a las ciudades principales de España, fue un poco como ir a plantar bandera. Fuimos los dos solos, pero la próxima queremos llevar a toda la banda, porque es una manera de presentar lo que es El Zar en vivo.

De todas formas, cuando hacemos las canciones, pensamos que con la voz y una guitarra, también pueda suceder la magia, por así decirlo. Entonces, cuando nos tenemos que presentar a dúo, también tiene su encanto. Estuvimos haciendo Chile, Perú, Uruguay, Paraguay, ahora vamos a Colombia y a México. Estamos recorriendo la Argentina, este año fue de muchos toques.

–Son una de las bandas contemporáneas referentes en cuanto a canciones y melodías, ¿le dan mucha bola a esos elementos a la hora de componer?

F. C. M.: –Le re damos bola a eso, somos muy obsesivos con las canciones, no queremos sacar cualquier cosa. Creo que hoy en día todo es muy instantáneo, de repente hay muchos artistas que sacan dos temas en un mes. Esa no es nuestra manera, les damos más vueltas a las canciones y estamos muy pendientes de que estén realmente buenas. Creo que uno va creciendo, compositiva y artísticamente, y sentimos que cada vez son mejores los resultados.

P. G.: –Somos más old school en ese sentido. De hecho nos pasa muchísimo juntarnos con artistas urbanos con los que tenemos re buena onda y hacemos sesiones de composición. Ellos vienen a aportar algo mucho más fresco, al toque dicen: “Bueno, la canción ya está, quedó bien” y a nosotros nos cuesta un poco más, bastante más (risas). Son distintas maneras y está bueno aprender de lo otro; al final igual somos re exigentes.

–Pareciera que ahora hay un ambiente más colaborativo en general y de un crecimiento colectivo, ¿cómo ven la escena argentina?

P. G.: –Está en un momento impresionante, nos enorgullece un montón. Con esto que te decía antes de la gira por España y Latinoamérica, vivimos esa sensación de que al ser argentinos, ya contamos con una aceptación previa por todo lo que está sucediendo con lo urbano, por el Duki llenando el Bernabéu, por Bándalos Chinos, por Conociendo Rusia. Siento que también hay un entrecruce muy copado entre todos los artistas que conforman la escena argentina y eso genera una identidad muy grossa.

–¿Se compone mejor desde la nostalgia y el desamor o ayuda más a la inspiración el amor en sí mismo?

F. C. M.: –Es una buena pregunta…yo personalmente siento que es mucho más fácil con el corazón roto, claramente (risas). Pero igual, a lo largo de los años nos fuimos dando cuenta que no tiene por qué ser todo tan personal.

Para componer algo copado, no hace falta estar en la lona o buscar ese estado. El arte es un poco ejercitar que las historias pueden ser de otras personas, inventar ficciones o tener un disparador que te genere inspiración para hacer una letra. Obviamente que está bueno canalizar algunas cosas que a uno le pasan, pero creo que hoy en día estamos más grandes y tenemos otros recursos a la hora de componer.

–¿Cómo fue la experiencia de grabar con Andrés Calamaro?

F. C. M.: –Fue muy lindo. No somos tanto de hacer colaboraciones, de hecho, las que hicimos fueron con amigos casi hermanos con los que crecimos, como Bándalos Chinos y Ainda, y se dio de una manera muy natural. La situación con Calamaro fue más desde concretar un sueño con un ídolo. Para el próximo disco tenemos ganas de tener varias colaboraciones distintas. Nuestro proyecto se nutre un poco también de eso, de disfrutar y pensar enseguida cuál es el siguiente paso.

–¿Qué significa para ustedes tocar en Obras?

F. C. M.: –Ahora que estamos en la vorágine de hacerlo, inmersos en lo que es la fecha, creo que no somos tan conscientes de lo que realmente es este paso que vamos a dar. Si me decías en 2016, cuando arrancamos, que íbamos a hacer un Obras, te decía que era imposible. En su momento íbamos a ver bandas míticas ahí, es un lugar icónico, entra mucha gente y hoy en día es algo que, no solo es posible, sino que va a suceder el 2 de noviembre.

–¿Qué están preparando en cuanto a la puesta y los invitados?

P. G.: –Nosotros somos de adelantar cositas, pero esta vez está siendo full hermético, porque en realidad se estuvo viendo un montón de lo que fue el “Río Hotel Tour”, salió el disco en vivo del Gran Rex, dos videos con Bándalos Chinos, así que queremos reservarnos las sorpresas. Lo que sí podemos decir es que va a ser muy diferente, queremos llevarlo más para el lado del rock, va a ser un show de todos parados, con otra intensidad, vamos a tirar la casa por la ventana (risas).

Fotos: Loli Laboureau

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