Daniela López, "Dadatina": "Mi idea es mostrarme real para bajar las expectativas de las personas"

La cosmetóloga más famosa de Instagram reflexiona sobre su rol como influencer, la distorsión de la imagen en redes sociales y las preocupantes tendencias estéticas en adolescentes.

Texto: Noelia Teglia

Durante la pandemia se viralizó un tuit en el que recomendaba “productos para cuidarse la piel sin tener que gastar una fortuna”. Sin dudas, Daniela López, hoy más conocida como Dadatina, nunca creyó que ese hilo sería el primer paso para convertirse en una de las diez creadoras de contenido más influyentes del país, consiguiendo en tiempo récord lanzar su propia línea de productos y también repensar el cuidado de la piel en cuestiones de salud.

–Con tu trabajo lograste hacer reflexionar sobre lo que antes se mal llamaba “belleza” y ahora se conoce como skincare y cuidado integral de la piel, ¿fue un desafío al principio?

Lo sigue siendo porque, al fin y al cabo, cuidarse la piel es un privilegio. Se puede hacer de manera más accesible, sí, pero hay muchas personas con prioridades más importantes y entonces se ve como algo vanidoso. Pero para mí sí, es salud y lo enfoco en el aspecto de envejecer sanamente, cuidándonos de los lunares, previniendo el cáncer de piel y también vernos lo mejor posible para sentirnos lo mejor posible.

–Al ser influencer, ¿cómo despegás el mensaje del llamado a la acción?

–Yo creo contenido en multiplataformas y en todas ellas intento dar el mismo mensaje: “No todo a la vez” o “esto es opcional, no necesario”. Busco que mi contenido se divida en reseñas y contenido educativo. Me parece superimportante conseguir un equilibrio entre esas dos cosas.

Me gusta mucho bajar a tierra conceptos que tal vez son difíciles, me asesoro con dermatólogos amigos que me ayudan a lograr esa comunicación para que se pueda comprender. Un perfil lleno de contenido de publicidad es un embole y prefiero no consumirlo.

–Al leer tus posteos con reviews de productos, sorprende la cantidad de preguntas del estilo: “Dada, si me compro tu sérum de niacinamida, y le sumo el salicílico que recomendaste, más la vitamina C y a la noche el retinol, ¿se me van más rápido las manchas?” o “Dada, está agotadísimo tu tónico, ¿qué hago ahora?”.

–Lo de recomendar un producto y que se agote sigue pasando y me parece una locura. Por eso cada vez intento ser más detallista, explicar para qué personas están enfocados, para qué necesidades, cómo incorporarlo y demás. Mi idea es que no sobreconsuman, no mezclen y que mi comunidad sea con las consumidoras más informadas posible. Porque al usar de más, en vez de mejorar se puede lastimar la piel.

–En esto de los estándares inalcanzables se detectan cada vez más algunas tendencias como la de amor propio cargado de “invertí en vos (gastando dinero en todo esto) y así te vas a sentir mejor”, ¿qué mirada tenés sobre este tema?

Veo mucho contenido aspiracional irreal. Por ejemplo, jovencitas que siguen a personas que se compran un sérum de 70 mil pesos, lo muestran e impactan del otro lado de la pantalla con chicas queriéndolo y haciéndolas sentir muy mal por no poder comprarlos. Y, en realidad, es supernatural no tener el acceso a esos productos, si son adolescentes… El tema es que, directamente, el contenido no debería estar orientado a ellas.

–Hay una creencia que persiste: la belleza duele. Ahora podés hacerte un retoque quirúrgico para tener los labios grandes o bancarte un labial que te arde un montón.

–Me preocupa muchísimo que cada vez más chicas pidan para sus 15 el relleno de labios. Y ojo, porque en mi generación, las quinceañeras pedían hacerse las tetas. Pasan los años pero los mandatos de belleza siguen ahí, siempre inalcanzables. Ahora el ideal son los labios grandes, entonces todo el mundo está pinchándose. Y es algo relativamente nuevo el relleno, todavía hay muchos aspectos a investigar, como si se reabsorbe, por qué en algunos casos se pueden ver en resonancias varios años después, por qué el relleno migra, etcétera. Información a la que uno no tiene acceso.

También hay que estar atentos a las publicidades de este tipo de procedimientos en redes, quién lo está haciendo, qué calificaciones tiene esa persona. Esa carencia de información me preocupa, por eso intento, desde mi lugar de comunicadora, advertir sobre estas cosas, porque sí, me dan miedo. A mis amigas influencers chicas las corro con que no se toquen, y aún así caen.

SIN FILTROS

–¿Un poco de todo esto es lo que te llevó a hacer tu campaña “Por más #PielesReales”?

–Es que con el avance de la tecnología es muy difícil discernir quién está usando un filtro o no. Entonces lo que vos pensás que es una piel perfecta, tersa y luminosa, es el filtro “París” de Instagram, con una iluminación supergenial y un make up re lindo. Hay que considerar eso para no compararse por más difícil que sea.

Una vez por semana hago el “Viernes de pieles reales”, donde comparto fotos de campañas publicitarias, rostros que vos decís “esta foto no tiene edición” y yo ¡pumba! Te pongo la real, y la gente se cae de culo. Y me agradecen un montón, porque pueden ver que la realidad es otra cosa.

–Incluso vos te mostrás sin filtros en las stories.

–Hace un mes me mostré con herpes, porque yo no iba a dejar de trabajar por tener un herpes. Mi idea es seguir normalizando, mostrarme con ojeras, con arrugas, con granitos, con la rosácea brotada. También mostrar cuando me hago un láser o un tratamiento con plasma rico en plaquetas. Mostrarme real para bajar las expectativas de las personas. Y también seguir compartiendo lo más que pueda este tipo de campañas porque noto que ayudan un montón.

–Y para las campañas de tus productos elegís a tus #Soldadas de modelos publicitarias.

–Sí, mis seguidores me mandaron sus videos con sus rutinas y sus pieles reales, las compilamos e hicimos un video muy hermoso. Mi idea es proveer productos que sean accesibles, entendiendo igualmente que el cuidado de la piel es un privilegio, para que la piel se vea lo más saludable posible.

–¿Lograremos conseguir que el protector solar sea considerado un producto médico de prevención de enfermedades y no uno cosmético como hasta ahora?

–Creo al 100% que el protector solar debería ser un medicamento y no un cosmético, tal como lo es en otras partes del mundo, pero por el momento, con el contexto socioeconómico que tenemos en el país creo que no es algo viable, hay otras prioridades. Ojalá más adelante saquen algún proyecto. Yo voy a estar ahí para amplificar lo que se pueda.

Fotos: Mel Ercoli (@notyouriso)

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