ALGUIEN SABE DEMASIADO

La huella digital de nuestras acciones en la web se vuelve cada vez más sofisticada. Un repaso por las posibilidades para proteger nuestra identidad y movimientos en los navegadores de internet.


Como Hansel y Gretel, vamos dejando miguitas de rastros por internet. Lo hacemos conscientes, aunque desconocemos el alcance de nuetra huella digital en la red. Y aunque no sea voluntario e intentemos proteger nuestra privacidad lo más intencionadamente posible, algo siempre queda para que la industria publicitaria y los gobiernos sepan demasiado sobre nosotros.

Al ser el teléfono la sucursal de prácticamente todas nuestras actividades, los expertos en informática aseguran que la tecnología de rastreo ya llegó a la siguiente generación, la llamada “fingerprinting”: la evolución de la vieja y querida cookie. La información que hoy los navegadores son capaces de identificar, agrupar y relacionar nos indentifica de manera única, como una huella digital propiamente dicha. Según datos de la Fundación Mozilla, son cada vez más los sitios web que utilizan esta tecnología de rastreo para identificar usuarios, tanto en los navegadores como a través de aplicaciones.

A diferencia de las cookies, que se pueden borrar, las huellas digitales trabajan de manera invisible para el usuario. Las herramientas con las que contamos para proteger nuestra privacidad son usar las últimas versiones de determinados navegadores y agregados para potenciar la privacidad.

Los usuarios de Apple (iPhone y Mac) pueden optar por usar el navegador Safari, que brinda, desde el año pasado, la mínima información posible a los sitios visitados.

Para el resto de los sistemas operativos se recomienda la versión de Mozilla Firefox 67.0. El consejo en este caso es activar manualmente el bloqueo de huellas digitales, salvo en casos donde necesitemos, voluntariamente, ingresar nuestra información: tarjetas de crédito, datos personales para gestionar facturas, etcétera. Esto se encuentra en la opción Privacidad y seguridad/Personalizado/fingerprinters. Esta versión del navegador también permite bloquear los scripts de minería de criptomonedas que intentan secuestrar los recursos de nuestra computadora para explotar la moneda digital.

En el caso de Chrome, aún no está activa esta funcionalidad, aunque Google anunció su pronta aparición. Como el 67,3 por ciento de los navegantes de internet usan este navegador, se recomienda instalar alguna extensión de bloqueo de rastreadores, como “Disconnect”, recordando deshabilitarla cuando usamos sitios de compra o bancos en línea, entre otros.

En los teléfonos celulares ocurre lo mismo y no hay una aplicación que asegure el bloqueo de fingerprinting. El consejo es eliminar las aplicaciones que no usamos, las menos populares o las de dudosa procedencia.

Otro de los resguardos que tienen determinados navegadores, como Opera desde su versión 50, es la protección contra el minado oculto de criptomonedas para bloquear este tipo de actividad a nuestras espaldas sólo seleccionando la opción NoCoin.

Microsoft Edge, la última versión del navegador de Windows, es el navegador más rápido y seguro a la hora de detectar sitios web fraudulentos, según indica el Consejo de Autoridades de Certificación en Seguridad (CASC), claro que no todos cuentan con una computadora con Windows 10 para utilizarlo. Dentro de sus posibilidades, los usuarios deberán actualizar sus navegadores si no quieren ser carne de cañón de todas las páginas que visiten y proteger, al menos un poco, su privacidad.

En otra dimensión

Los flamantes auriculares Sony WF-1000XM3 cancelan sonido exterior porque tienen la tecnología Dual Noise Sensor y lo potencian con un software a medida. Son inalámbricos, se adaptan a la oreja con un triple soporte ergonómico y, lo mejor, cuentan con una batería de larga duración y carga rápida. No podía ser todo perfecto: salen alrededor de 250 euros en el exterior, pero lo valen.

Eléctrica e inteligente

La empresa argentina EMOV presentó, a través de una campaña de financiamiento colectivo, la primera bicicleta eléctrica inteligente nacional. Su modelo Brina 2 pesa sólo 16 kilos (está hecha en una sola pieza de fibra de carbono) y tiene GPS, bloqueo antirrobo, geolocalización, encendido automático de motor y luces, autonomía de hasta 50 kilómetros y velocidad de hasta 38 km/h. Se vende a 1.650 dólares.

A diferencia de las cookies, que se pueden borrar, las huellas digitales trabajan de manera invisible para el usuario.

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