Yésica Toscanini: un viaje de ida
Yésica frena el auto y, aún con los vidrios oscuros cerrados, se escucha: “No quiero soñar mil veces las mismas cosas, ni contemplarlas sabiamente, quiero que me trates suavemente”, una de las canciones del repertorio de Gustavo Cerati, a quien luego mencionará como uno de sus músicos favoritos.
Toscanini abre la puerta de un Fiat Bravo y desciende con una elegancia y un glamour poco común en una mujer de un metro setenta de altura (uno no se explica cómo no termina en el piso enredándose con esas piernas tan largas).
“Me fascina manejar escuchando música al taco y cantar; especialmente clásicos de Soda, como “Trátame suavemente”, “En la ciudad de la furia”, algunos de Las Pelotas o de No Te Va Gustar, otra de mis bandas preferidas, a quienes fui a ver a un recital hace poco y me encantó”. Tiene unas curvas tan peligrosas como las que le divierte desafiar “a mil” cuando se pone al volante del auto, como relatará después de dejar, casi ciegos, a cientos de peatones que un insólito martes al mediodía tuvieron la suerte o el destino de toparse con una sesión de fotos que jamás olvidarán. Una “bomba” de 27 años posando en bikini, quien desde hace una década divide su tiempo entre Nueva York, Londres, París, Milán y Buenos Aires, donde le gustaría quedarse a vivir algún día, cuando encuentre al “padre perfecto” para dedicarse a criar a “no menos de cuatro chicos”. “Soy la auténtica tana que sueña con formar una familia numerosa”, confiesa.
Toscanini saltó a la fama internacional cuando Enrique Iglesias la eligió para protagonizar el video clip del tema “Dímelo”, hit de su último disco, Insomnia, que se grabó en Los Ángeles en 2007. Durante dos años seguidos fue elegida por Sports Illustrated, una suerte de Biblia para las modelos, como uno de los mejores cuerpos del planeta. Elle Macpherson, Tyra Banks, Heidi Klum y Beyoncé fueron algunos de los cuerpos retratados en trajes de baño por la prestigiosa revista norteamericana.
De Soda a Divididos. Desde adentro del Bravo Dynamic, ahora con las cuatro ventanas y el techo solar abiertos, suena fuerte el tema “Gol de mujer”: “El nació de un hilo, pasaba desapercibido, sabía que no se aprecia nada, por eso rompió el mundo. Gol de mujer”, canta Toscanini mientras baila y posa para el lente del fotógrafo.
–¿Tocás algún instrumento, cantás?
–¡Uf! Es algo pendiente: me encantaría tomar clases de piano y de canto, pero todavía nada. El único lugar donde me desato y entono como una loca es arriba del auto. ¡Me encanta manejar! Sobre todo Hacer viajes largos en ruta escuchando desde música clásica y legendaria, como Queen, Jamiroquai, Jeff Buckley, Manu Chao y Coldplay, hasta bandas más contemporáneas, como The Kooks, The Lumineers y No Te Va Gustar.
–¿Cuales son tus diseñadores preferidos y cuán adicta sos a la moda?
–Me interesa la moda pero no me considero para nada una fanática. O sea, observo atentamente cuáles son las tendencias pero no cambio por nada del mundo mi modo de vestir cada temporada. En cuanto a diseñadores, me gustan mucho Elie Saab, Moschino y Marc Jacobs. Sin embargo, confieso que cuando viajo adoro comprar ropa vintage. ¡Es única!
–¿Tenés algún fotógrafo preferido?
–De todos los fotógrafos con los que he trabajado, el que más me llamó la atención fue Bruce Weber. Cuando hicimos la campaña para Abercrombie & Fitch fue increíble. Y lo más loco del shooting fue la cantidad de asistentes que tenía: ¡eran alrededor de 15! También tengo que decir que me ha tocado compartir el set con grandes fotógrafos, como Arthur Elgort (fan de la Argentina y de su cultura), Pamela Hudson y Steve Earle. ¡Unos profesionales de la hostia! Último cambio de triquini. Ahora suena la inconfundible voz de Freddie Mercury con el tema “Don’t Stop Me Now”. “No me detengas ahora que la estoy pasando muy bien”, cantaba el líder de Queen en los 70 y 80. Y sí, a Yésica Toscanini no hay nada que la detenga gracias a su apasionada forma de ser y de vivir. Bravo.