Carla Quevedo · Peligrosa Obsesión

Talento innato, humildad pura. Este fue, definitivamente, el año que la colocó en el mainstream de la televisión mundial. Aunque lo esquive, el éxito la sigue persiguiendo. Y a esta altura no tiene pensado escapar.


[dropcap size=big]P[/dropcap]asó de ser la joven asesinada en El secreto de sus ojos a la eximia bailarina de El maestro, la miniserie que protagonizó con Julio Chávez; de quedar afuera del elenco de Drive a coprotagonizar con Oscar Isaac Show Me a Hero en HBO; de Buenos Aires a Nueva York y de nuevo a Buenos Aires. En ese ir y venir, Carla Quevedo caminó alfombras rojas y sirvió mesas de bares para pagar las cuentas. Hoy, instalada en la Argentina, se permite frenar y disfrutar de su presente.

–¿Cuando comenzaba 2017, pensabas que lo ibas a terminar así? Me refiero al reconocimiento del público y del medio por El maestro, por ejemplo, que claramente te colocó en un lugar preponderante en la televisión local.

–Es una pregunta tramposa y, como siempre para mí, tiene dos respuestas que son tan verdaderas una como la otra en un nivel paralelo. Porque por un lado no pienso nunca en cómo se van a dar las cosas. En lo que respecta al trabajo, trato de concentrarme en el presente. Y cuando surgió la oportunidad de El maestro, en lo único que pensaba era en aprender a bailar, y cuando estaba filmando, en filmar. Por otro lado, soy una persona ansiosa que está constantemente pensando en las mil y una maneras en que todo puede fracasar, y dentro de contemplar las posibilidades de fracasar también uno imagina qué pasa si nos va bien, que para una persona como yo es tan aterrador como que nos vaya mal.

–Dejás ver un lado pesimista, de inseguridad. ¿Cuál sería tu peor pesadilla en ese sentido? ¿Que el programa no le guste a la audiencia? ¿Que no te guste a vos? 

–Me da miedo porque corro riesgo de quedar como una desagradecida y no pasa por ahí, pero si vamos a dejar hablar a la mente neurótica o abrir esa puerta, en realidad la peor pesadilla es que me vaya bien, que nos vaya bien, que a la gente le encante. Porque ahí uno queda expuesto y hay que mantenerse en ese lugar. Si al programa le hubiera ido mal o a la gente no le hubiera gustado o a mí no me hubiera gustado tampoco lo que hice, en un punto uno queda en la periferia. Pero lo que más atemoriza es, precisamente, el éxito y la exposición. Hay que bancarse eso. Y para mí es más fácil bancarme el no, por ahí porque estoy más acostumbrada, porque es donde me siento más refugiada tal vez.

–¿No se te genera ahí alguna contradicción entre tu deseo de actuar y ser buena en lo tuyo y que eso traiga otras consecuencias, como, por ejemplo, esa exposición no tan anhelada?

–Sí, totalmente. De hecho creo que esa fue la razón por la cual durante mucho tiempo le escapé. Hice El secreto de sus ojos y para cuando se estrenó yo no estaba viviendo acá. Y me pasó lo mismo en los Estados Unidos. Hice Show Me a Hero, se estrenó y al mes me vine a la Argentina a filmar una película indie en vez de haberme quedado ahí esperando a ver qué pasaba con eso. La exposición siempre me dio miedo porque es una parte de la profesión que no me gusta, que con el tiempo fui entendiendo que es necesaria. Hoy en día los productores miran las redes sociales a la hora de contratar un actor, por ahí con la misma importancia, o aún más, que el trabajo mismo del actor. Entonces uno se tiene que aggiornar y entender que cuando hace un pacto así con una profesión tiene que aceptar lo bueno y también la parte que no le gusta tanto. Creo que lo terminé aceptando.

“Lo que más me atemoriza es precisamente el éxito y la exposición. Hay que bancarse eso. Para mi es más fácil bancarme el no, por ahí porque estoy más acostumbrada, pero es donde me siento refugiada tal vez.”

–Dijiste que estabas más acostumbrada al no, que tal vez ahí encontrabas un refugio. ¿Atravesaste muchos rechazos? ¿Nos imaginamos a Emma Stone en La La Land versión Carla Quevedo, saltando de un casting a otro lidiando con su frustración?

–Totalmente. De hecho me pasó con La La Land: la fui a ver al cine y fue más la indignación que lo que me gustó la  película. Es así, tal cual le pasa a Emma Stone. De hecho, así como quedé para El maestro había hecho otros dos casting en Pol-ka en los que no quedé. Detrás de toda película en la que me ven hay por lo menos 38 castings a los que fui y me dijeron que no. Es una profesión que está minada de rechazos, y uno se acostumbra más al no que al sí. Hasta que llega ese sí que te cambia todo y hace que quieras seguir yendo. Muchas veces, en la época de pilot season, entrás en un cuarto de casting donde hay diez personas, te miran de reojo y ya en ese instante deciden si vos les interesás o no. Si no les interesaste porque no sos lo que imaginaron para el personaje, ni te miran. Y vos estás actuando con diez personas que están mirando el teléfono y es muy frustrante. Más allá de que es entendible y de que no siempre queda el mejor actor para un personaje sino el que mejor le iba a ese papel. Pero te enerva mucho porque es una cuestión de respeto, porque uno se prepara a veces durante semanas, días, horas para un casting.

–No todos los días una tiene acceso a una actriz que pasó por Hollywood, hoy con el foco puesto en el machismo y las denuncias de acoso que son titular día tras día. ¿Cuál es tu percepción o vivencia sobre esa cuestión?

–Mirá, obviamente es una realidad que nos toca a todos, que no es solamente en Hollywood. Acá también. En todo el mundo el machismo es algo que está insertado en la sociedad desde que es sociedad y, lamentablemente, creo que todas lo vivimos en mayor o menor medida. Por suerte, en lo personal, nunca me tocó ninguna situación comprometedora de ese estilo. Sí obviamente pasa todo el tiempo que te mandan para una citación de un casting y te piden expresamente “sexy”, “que se vea piel”, “ropa ajustada”. Eso es objetivizar a la mujer y una a veces se indigna.

–¿Creés que este momento de empoderamiento femenino servirá realmente de algo a futuro?

–Sí. Me parece que está buenísimo y que, de hecho, está sirviendo. Un ejemplo clarísimo es que la próxima temporada de House of Cards la va a protagonizar Robin Wright sin Kevin Spacey. Hace unos años podría haber pasado que sin el protagonista masculino decidan cancelar la serie, lo cual hubiera sido tremendo. Me parece que todavía falta un cambio y mucho trabajo interno porque no es solamente que estas cosas no pasen sino también un trabajo de nosotras, las mujeres, de animarnos cada vez más a hablar y denunciar. Es un proceso hiperdoloroso, que imagino que cuesta un montón, y por eso abrazamos y contenemos tanto a las mujeres que se animan. Ojalá eso lleve a un cambio y a una igualdad real, porque creo que mucha de la gente que desde la ignorancia está en contra del feminismo es porque piensa que se habla de una supremacía de la mujer, cuando en realidad lo único que se plantea es igualdad de derechos, que no tendrían ni que plantearse, debería ser algo natural.


STYLING: GIMENA BUGALLO Y FLORENCIA HERRERA

Artículos Relacionados>

Por Daniel Bajarlía
El artista venezolano se abre como nunca antes en Reflexa, su tercer álbum, y demuestra que es posible ser introspectivo y hacer bailar a la gente al mismo tiempo.
Por Marcela Soberano

Acaba de estrenar "Bajo naranja" en el Bafici, pero esta charla con EPU va mucho más allá de la ficción. Protagonista de su propia foto familiar, dice que disfruta de la maternidad en todas sus formas y que sus hijos son su máxima creación. Además, cuenta qué es lo que más extraña de su padre y recuerda a su madre como el gran sostén: “Luis no hubiera sido Luis sin ella”.

Por María Paz Moltedo

En charla con EPU, Penzo, tecladista de la banda, asegura que la música local atraviesa un gran momento, y disfruta del presente del grupo que, además de sacar nuevo tema, vive en plena búsqueda: “Nuestra base es el movimiento y la transformación”.

Por Carolina Barbosa

Tiene cientos de miles de seguidores en Instagram, llena estadios y hasta vende discos. Podríamos estar hablando de una estrella de la música, pero no, hablamos de la escritora y filóloga española. Con tan sólo 31 años, esta trovadora ha conseguido no sólo acercar sus versos a las nuevas generaciones, sino colmar teatros sólo con sus versos.

Por Gustavo Grazioli

Antes de presentarse el 2 de mayo en La Tangente, el artista marplatense habló con El Planeta Urbano sobre las claves del reggae, un género siempre dispuesto a darle luz a cualquier circunstancia de la vida: "Que alguien me diga que mis canciones lo ayudaron a pasar un mal momento, es de las cosas más gratificantes que puedo sentir."

Por Rolando Gallego

Con la experiencia y el talento siempre al servicio de otros espacios de expresión, la reconocida actriz regresó al teatro con Esperando la carroza después de un año intenso dedicado a las tablas. En esta nota, cuenta cómo manejó la hiperactividad en su ajetreado 2023, reflexiona sobre la situación actual del país y explica por qué le resultó irresistible aceptar la propuesta de sumarse a un clásico de clásicos.

Por Rolando Gallego

A días del lanzamiento del primer thriller de su carrera, el reconocido actor define como “un acto heroico y de resistencia” al hecho de lanzarse con una producción local en este contexto. En diálogo con EPU, explica por qué las series se transformaron en uno de sus formatos preferidos y adelanta sus próximos proyectos: “Estoy escribiendo mi tercera novela”.

Por Rolando Gallego

A días de despedirse del protagónico de la entrañable La fuerza del cariño, donde conmovía con su interpretación, la popular actriz asume el rol de la anfitriona de Sex, el éxito de José María Muscari. Un desafío nuevo y potente que muestra su versatilidad y facilidad de adaptación a los mundos que se propone habitar.