"Quiet luxury", la evolución del lujo: de la exclusividad a la austeridad
Desde tiempos monárquicos hasta la actualidad, la manifestación de la riqueza ha cambiado tanto como los mismos consumidores. La moda, unos de sus mejores aliados, percibe hacia dónde va el camino.
El lujo se presenta como algo imposible de alcanzar. Toda una esfera exclusiva y de élite que ha mostrado una evolución a lo largo de las épocas.
En la actualidad, el quiet luxury está invadiendo las esferas de las industrias en respuesta a los cambios sociales y culturales que han influido en la percepción del lujo, basada en la idea de que no tiene que ser ostentoso o excesivo para ser anhelado. Las generaciónes Z y millennials tratan de disfrutar de experiencias y productos de alta calidad, pero de una manera más sutil y consciente, logrando una valoración de la artesanía, la calidad y la exclusividad por encima de la ostentación y el derroche.
Los altos consumidores y la industria comienzan a mostrarse austeros en términos de metales preciosos, cristales y prendas ornamentales, para pasar a un estilo de colores neutros y sin marcas visibles.

Lujo: comienzos y actualidad
Los comienzos de ese mundo suntuoso datan de tiempos monárquicos: sólo los reyes accedían a esas prendas artesanales con detalles en piedras preciosas, oro, y plata. Hasta que dos hitos históricos, la revolución francesa y la revolución industrial, lograron cierta democratización del sistema. La burguesía se convertía en cliente de ese mercado tan excluyente.
Con el paso de las décadas y el avance del pret a porter, el lujo francés toma medidas creando el instituto de la alta costura para proteger sus creaciones y convertirse en la capital monopólica hasta el presente.

Para la segunda mitad del siglo XX, el concepto de lujo se empieza a designar a aquellas marcas o conglomerados de marcas que buscan destinar sus creaciones a un grupo enriquecido, que está dispuesto a pagar precios realmente altos por vestir un diseñador determinado.
Esas evoluciones llevan a que en el comienzo del nuevo milenio surja un replanteo total de ese mercado. El sociólogo Guilles Lipovetsky junto con la experta en el rubro Elyette Roux expresan en su libro “Lujo eterno”: “Cualquier joven encuentra normal en la actualidad acceder a las marcas que están 'de moda'; la fascinación por el consumo, por las marcas y por el 'cada vez más' se ha liberado de las fronteras de clase. Al antiguo calificativo de 'prohibido' vinculado al lujo ha sucedido esta idea 'El lujo, ¿por qué no para mí?'”

Hoy el luxury toma un doble camino. Por un lado, continúa manteniendo sus altos precios para acceder a los objetos de culto. Pero por el otro, necesita de una explotación más cercana al público masivo para sobrevivir: allí surgen las colaboraciones, el uso de modelos ligados a públicos con ingresos más bajos y el despliegue del uso público de las diversas marcas en redes sociales para contar un estilo de vida de cada universo lujoso y atraer audiencia. El lujo del siglo XXI sólo busca adaptarse para sobrevivir.