Qué es y para qué sirve el hidrógeno verde: la energía del futuro que promete no agravar la crisis climática
Hay científicos que piensan que llegará un día en que la Tierra disponga de energía limpia, segura e inagotable, imitando el proceso de fusión nuclear que nutre las estrellas.
Pero como quedan décadas para que esa utopía cósmica sea técnicamente posible y comercialmente viable, hay que encomendarse a soluciones más ágiles para que 8.000 millones de personas puedan consumir energía sin agravar la crisis climática.
Y cada vez se habla más del hidrógeno verde, un gas inflamable y limpio que puede sustituir parte de la demanda de gas natural, hidrocarburo fósil que libera dióxido de carbono.
La Agencia Internacional de la Energía prevé que su consumo se multiplique por seis para 2030 y la Comisión Europea estima que supondrá el 10 % de la demanda energética de la Unión Europea en 2050, frente al 2 % actual.
Tendrá un papel protagonista en sectores difíciles de electrificar, como los procesos a alta temperatura en industrias químicas y siderúrgicas y como combustible para camiones o barcos.
¿Qué es?
El hidrógeno es el elemento químico más abundante en el universo, pero en la Tierra aparece asociado a otros átomos, generalmente de carbono (metano) o de oxígeno (agua), y hay que aislarlo.
El llamado hidrógeno gris o marrón, obtenido a partir de hidrocarburos, es mucho más barato que el hidrógeno verde, fabricado con renovables, pero libera gases de efecto invernadero equivalentes a las emisiones anuales de CO2 de Indonesia y el Reino Unido.
El hidrógeno verde, en cambio, se considera un vector energético limpio porque se aísla rompiendo las moléculas del agua mediante electrólisis y para ello se emplea el excedente de electricidad renovable, por ejemplo, aprovechando los megavatios generados por el viento durante la noche, cuando baja el consumo.
Inversiones en Argentina
Nuestro país posee condiciones especiales que lo ubican en una posición privilegiada en la producción de hidrógeno verde. Así lo consideró la firma australiana Fortescue, que invertirá US$ 8.400 millones en la localidad de Sierra Grande, provincia de Río Negro.
El proyecto prevé una capacidad de producción de 2,2 millones de toneladas anuales, lo que cubriría una producción energética equivalente al 10% de la electricidad consumida por Alemania en un año.
Una vez analizada la cantidad y la calidad de vientos, necesarios para la generación de la energía, la empresa procederá con la etapa piloto, que comenzaría este año y finalizará en 2024, la cual, con una inversión de US$ 1.200 millones, permitirá producir 35.000 toneladas de hidrogeno verde; para luego proceder con otras dos etapas desde 2024.
En los últimos meses también se anunciaron proyectos de hidrogeno verde en la puna jujeña y en Tierra del Fuego donde la firma MMEX Resources invertirá US$ 500 millones para producir 55 toneladas diarias.