Argenta Ft.: así fue la primera edición del festival en el Polo Cultural Saldías
Es difícil explicar lo que se vivió en la primera edición de Argenta Ft. en el Polo Cultural Saldías, aunque podría resumirse en una sola palabra: locura. Desde el principio, el ciclo prometía una serie de recitales íntimos maridados con los mejores platos de reconocidos chefs argentinos, pero lo que sucedió en ese oasis artístico -a sólo tres cuadras de una de las zonas más exclusivas de la ciudad- no tuvo precedentes.
Copa en mano, apenas cruzamos la puerta de entrada, los invitados fuimos divididos en grupos de apenas 20 personas para recorrer diez salas de ensayo y degustar un mix de arte gastronómico y musical.

Sin entender muy bien lo que estaba pasando, pero con la certeza de que sería algo único, un guía nos explicó que estaríamos entre ocho y diez minutos por escala, cronometrados con un reloj de bolsillo. Y así, durante casi dos horas, pudimos disfrutar que algunos de los mejores cocineros y bartenders del país nos cocinaran al ritmo de los músicos más pegados de la escena.
El line up de nuestros sueños comenzó, nada más y nada menos, que con Dante Spinetta al mejor estilo tiny desk. En la sala principal del Saldías, aquella que lleva el nombre de Luis Alberto Spinetta, el telón se abrió y el músico comenzó su set detrás de una barra liderada por Nare y sus nigiris del bien. Esta vez, el pescado era de sushi y no rabioso, pero el maridaje fue perfecto. Hubo trucha, anchoa y un pez limón especialmente elegido por Fede, su dueño, para vivir la experiencia omakase: en japonés, “confiar o ponerse en las manos del chef”.

Lo que siguió fue, verdaderamente, un juego para los sentidos: Goyo Degano, de Bandalos Chinos, entonó la letra de “Sin señal” mientras Mariano Ramón, de Gran Dabbang, nos deleitó con su taquito de labne explotado de sabores asiáticos y unos fideos de garbanzo frito. Julio Báez, de Julia, presentó un ceviche de boniato adentro de una naranja, como guiño a la banda Silvestre y La Naranja. Dillom tocó en su sala lindera al patio principal mientras Facu Kelemen, de Mengano Bodegón, encendió los fuegos para preparar su ya clásico katsu sando de molleja a la parrilla: música urbana maridada con comida callejera.

Cada sala fue especialmente ambientada para el evento. El dream team de Niño Gordo montó un casino asiático ilegal -iluminado con el rojo que los caracteriza- en el que ofreció un tataki de carne presentado sobre una carta de poker comestible, que combinó perfecto con la música sensual de Six Sex.

También bailamos en un setting lleno de televisores rotos en el que Sebas Atienza, de Tres Monos, nos preparó un cóctel con vodka, grosellas blancas, vermú bianco y sidra de pera, al ritmo de Clara Cava. Otro de los puntos fuertes de la noche fue la genial propuesta de Pedro Bargero, a cargo de Chila, con una obra de arte al mejor estilo Pollok comestible, en la sala compartida con Acus y Kastiello: todos los invitados tuvimos que entrar vestidos con una bata de laboratorio, para comer directo de la mesa unas zanahorias glaseadas y berenjenas que eran la gloria.

Este festival íntimo y exclusivo, co-creado por Lucas Pombo y André Parisier, resumió en un sólo lugar la esencia de la noche de Buenos Aires: energía especial, ambiente sofisticado, música de la buena y cocina de autor. Por eso fue presentada como “un grito argentino”.
“Este evento no es más ni menos que un grito para mostrar todo lo fantástico que está pasando aquí y ahora en esta ciudad. Nos parece importante que, en el plano gastronómico, Argenta Ft. represente a cocineros protagonistas y emergentes que todos deberían conocer, y apueste a lograr algo en lo que realmente creemos: que Buenos Aires se convierta en la capital gastronómica de la región”, sostienen sus creadores.
Y si hay algo que también describe a la noche porteña son los sucesos inesperados, algo que ocurrió puertas adentro del festival. Cuando menos lo esperábamos, Fito Páez se sumó a la formación de Lo de Hendrix con su clásico teclado Yamaha y nos dejó a todos con la boca abierta. Claro, listos para degustar el pickle de coliflor marinado en ají, fermentado sobre ricota con lima y oliva, uvas, albahaca y algas fritas de Nanum.

Los pasillos oscuros, apenas iluminados con algunos focos de neón, le dieron a la noche ese aspecto difuso, que por momentos nos hizo pensar que todo eso que estábamos viviendo en realidad era parte de un sueño. Al final, hubo DJ set de Dyhzy y La Coneja China, siempre un 10. Un fiestón que sus creadores piensan replicar en otras ciudades del mundo, para llevar -y con mucho orgullo- el ADN argento hasta el último rincón del planeta.
¿Qué chefs y músicos co-crearon esta locura?
Lis Ra de @nanum_bsas ft. @lodehendrix_ @fitopaezmusica
Federico Jorge de @naresushibar ft. @dantespinetta
Manu Donnet de @donnet_te_ama ft. @ferrototo
Mariano Ramón de @dabbang_ de @bandaloschinos
Germán Sitz de @xniniogordox ft. @sixsex_bb
Facundo Kelemen de @mengano.ba ft. @rip.dillom
Pedro Bargero de @chila_bsas ft. @soyacus y @kastiello__
Julio Báez de @julia.restaurante ft. @silvestreylanaranja
Sebastián Atienza de @3monosbar ft. @cava.cla
Carolina Ferpozzi de @mostrador.olivos ft. @elzar
Jillionaire de @majorlazer ft. @killerlarrosa
Pancho Morelli de @gauchomalo ft. @sierralimaalfawines