Todos los fuegos, un fuego: los artistas correntinos y su visión sobre la tragedia ambiental que azota a la provincia
La dramática situación que vive la Corrientes bajo fuego, esa que ha visto quemarse 800 mil héctareas de su territorio debido al voraz incendio que representa una de las mayores catástrofes ambientales vividas en la Argentina, no sólo afecta a la tierra sino también a su flora y fauna, como ha podido verse en las imágenes desoladoras que llegan desde que se desataron las quemazones forestales.
Ese resultado trágico responde a una fragilidad ambiental que con su trabajo anticiparon muchos artistas correntinos. Ellos advirtieron, desde su mirada sobre ese territorio con todas las señas de identidad de los latifundios litoraleños (ríos, islas, arroyos, balnearios de los ríos Paraná y Uruguay, los hoy muy nombrados –y amenazados- humedales, representados en los Esteros del Iberá), que había muchos elementos de la naturaleza amenazados y por los que temer. Su foco estuvo ahí, y hoy esas representaciones en imágenes cobran más significación que nunca.

Por ejemplo el correntino Rodrigo Navarro, quien en su pieza en acrílico “Cambacito del agua” (2021) refiere, en palabras dichas a la agencia Télam, “a un ser mitológico litoraleño que protege el río y las lagunas. Según la leyenda era un niño esclavo que escapó de sus amos y Dios lo transformó en un ser acuático para que pudiera salvarse. Desde entonces se convirtió en un vigilante de la naturaleza".
Navarro trabaja recurrentemente con temas como lo autóctono y el cuidado del medio ambiente. Una obra que busca expresar que los seres vivos, sean plantas, animales o personas, "están ligados de tal manera que lo que a uno le ocurre afecta al otro".
La pintura como medio para concientizar
En “El protagonista”, de la también local María Luz Flores, es un carpincho el protagonista. El trabajo es parte de una serie de pinturas que realizó para un concurso de arte contemporáneo de la provincia, donde con su arte representó un ejemplar de cada animal en peligro de extinción, casi como un acto premonitorio.
El guacamayo rojo, el ciervo de pantano y el definitivamente extinto en ambientes silvestres yaguareté (su inspiración fue el bautizado Nahuel, que murió aunque no a causa de esta reciente catástrofe sino a principios de 2021) fueron los animales elegidos. "La pintura es un medio más para que la gente conozca, para que sepa lo que está pasando acá, qué es lo que se está dañando y qué es lo que estamos perdiendo", dijo a Télam la artista.

"Vengo trabajando en comunión con la naturaleza desde hace años", declara desde Chaco la artista Beatriz Moreiro. Rodeada de verde (reside en una casa-taller muy cerca del puente que une Corrientes y Resistencia), Moreiro encuentra inspiración en ese ambiente que también incluye esas zonas de desmonte y campos quemados.
Un continuo que la invita a trabajar con lo que deja el incendio (troncos quemados), hojas secas, flores, hongos o sonidos de la naturaleza, mediante soportes varios: dibujos, grabados, videoinstalación. Su obra "Fragmentos de un monte en extinción" ganó el Primer Premio del Salón Nacional de Artes Visuales.
Un momento crítico y sensible
Alguien que también recoge –en este caso en acrílico sobre lienzo- los rastros que dejan en la retina los paisajes correntinos es la pintora y muralista María Emilia Ibáñez Collantes. Nació allí y lo demuestra, orgullosa, en su arte y sus palabras.
El primero se despliega en sus obras, pletóricas de esas postales paisajísticas, visiones con “payé”, como ella las define. Por eso sufre con esta dura realidad: "Es un momento muy crítico, sensible y desesperante para nosotros; ver cómo el fuego devora nuestra flora, la fauna, los campos, la agricultura, los hogares", se lamenta.

Por último, Matías Alarcón, quien amalgama destreza artística con sus estudios de Ciencias Biológicas, lleva en su labor artística esa dualidad y así lo plasma ya que la disciplina científica le brindó una mirada distinta y complementaria sobre las distintas formas de vida. Su preocupación por los temas candentes que hoy aquejan a la provincia inspira su arte desde hace tiempo.
Su premiada obra “¡Aguará Guazú quiero darte un nido!” da una pista de las cuestiones que aborda este artista que aseguró a Télam sentirse desde pequeño “atraído por la naturaleza, desde las formas de vida más pequeñas que encontraba en mis recorridos por los montes de la región, hasta aquellas especies de dimensiones más grandes. Todo me maravillaba y aún lo hace".
Con información de Agencia Télam.