Qué ver en las plataformas: 'The Sandman', 'Crimes of the future' e 'Industry'
THE SANDMAN
(Disponible en Netflix)
Hallado por fin el formato adecuado para adaptarla (la miniserie y no el largometraje, proyectado en un par de ocasiones pero jamás concretado), The Sandman, una de las novelas gráficas más importantes de la historia del género, llegó a la pantalla de Netflix. Neil Gaiman, su creador, es también productor ejecutivo, por lo que la miniserie de diez episodios trae aparejada una especie de garantía de fidelidad al enorme texto del autor británico.
Lo demás descansa en el mundo que el escritor desarrolló junto a David S. Goyer y Allan Heinberg tomando como base argumental los dos primeros libros de la saga, Preludes and Nocturnes y The Doll’s House. El trío dejó en manos de diferentes guionistas la historia que arranca con Sueño (Tom Sturridge), uno de los siete Eternos, atrapado por error por Roderick Burgess y confinado durante más de un siglo. Una vez liberado, Sueño intenta reconstruir su reino, pero el mundo (y él mismo) ha cambiado y nada será fácil. Con algunas diferencias respecto del original, la miniserie es un ejercicio satisfactorio de adaptación, acaso su versión definitiva.
CRIMES OF THE FUTURE
(Disponible en MUBI)
En la primera película de David Cronenberg en ocho años, el gran director canadiense regresa a una de sus obsesiones: el uso de los cuerpos como metáfora, aquí embutido en una historia retorcida –y hasta a veces difícil de seguir– que tiene lugar en un futuro y lugar no determinados pero innegablemente distópicos. Viggo Mortensen es Saul Teser, un hombre con la capacidad de desarrollar órganos nuevos, los cuales le son extirpados en vivo a manera de performance por su pareja artística y amorosa, Caprice (Léa Seydoux).
El mundo, afectado por la polución y el cambio climático, somete a la humanidad a cambios biológicos que arrastran estos nuevos hábitos, ya que el ser humano ha perdido la capacidad de sentir dolor y sufrir infecciones. Así, todo se vuelve una fiesta de máquinas (los clásicos híbridos cronenbergianos) que hacen autopsias y de escalpelos que tallan rostros y cuerpos, deslizándose entre personajes sombríos (Kristen Stewart interpreta a uno), máscaras de un estado del mundo que Cronenberg expone con su habitual (y en este caso autorregocijante) maestría.

INDUSTRY
(Disponible en HBO Max)
A dos años de su (con justicia) elogiada primera temporada, la serie británica creada por Mickey Down y Konrad Kay regresa, recurriendo nuevamente a sus armas principales: la exhibición de un mundo corporativo cruel e insensible [ahora intentando cambiar su piel (dura) tras la pandemia], en combinación con el retrato del puñado de graduados universitarios que la protagoniza, subidos al ring de la cotidianeidad en el ficticio banco londinense Pierpoint & Co.
Allí cumplen un programa de posgrado salvaje y tensionante del que buscan aligerarse con salidas nocturnas inundadas de alcohol, drogas y sexo despreocupado. Si, como dice Joy Press en Vanity Fair, la primera temporada fue “una mezcla de Euphoria con Succession”, en esta nueva tanda de episodios se muestran los coletazos de las heridas que quedaron abiertas entre algunos de los personajes, principalmente Harper (Myha'la Herrold) y Yasmin (Marisa Abela), y se abre el juego a la vida familiar de estos chicos que, con la intención de jugar en primera, no siempre (o más bien casi nunca) salen ilesos.
