Comer frente al río: 5 restaurantes costeros para planificar una escapada de fin de semana
1 - Enero Restaurant

Con un nombre que evoca la época más tórrida del año, este cuidado restaurante que en su ambientación combina aires selváticos y marítimos está localizado en Costanera Norte, con sólo la avenida Obligado intermediando entre su ambiente exótico y el río. Ideal para atardeceres cocktail en mano, cenas románticas o encuentros con amigas y amigos, cuenta también con un deck al aire libre dominado por una imponente barra, muy aprovechable antes de que el otoño entre en zona irremediablemente fría.
De frente, el amplio estuario es la visión obligada, se esté en el sitio del local donde se esté, más allá de la terraza (sí, hay terraza): el magnetismo del río es innegable. La propuesta gastronómica es un viaje por diferentes cocinas del mundo, a cargo del chef colombiano Diego Hernández Olave. Hay parrilla, carnes, pesca, pastas y días de sushi omakase. También un menú para la tarde, con opciones dulces y saladas. La carta de tragos es responsabilidad del jefe de barra, Martín Rolando.
Avenida Rafael Obligado 7180.
IG: @enerocostanera
2- Ribs al río

Cerquita de Enero, este restaurante de comida texana se destaca por sus carnes, ahumadas artesanalmente a la leña, tal como se hace en aquel estado sureño de los Estados Unidos. Detrás del concepto hay gente que sabe: el inquieto Leandro Volpe, creador de Burgerfacts, Alejo Pérez Sarlenga, Oscar Alsogaray y Juan Tetamanti. De ambiente mucho más rústico que el de su vecino, el espacio exhibe en su patio central grandes ahumadores, de donde salen distintos cortes, sazonados con un rub de especias secreto, que luego se depositan durante horas en esos enormes tambores, hasta que el pit master decide que están a punto.
El proceso sigue al pie de la letra la técnica tradicional texana y puede llevar hasta 12 horas. Tanta dedicación se ve en el resultado final: la carne queda con una franja rosada, el famoso “smoke ring”, prueba de que las ribs fueron ahumadas y no hechas al horno, como se suelen servir en Buenos Aires. Y hay más: empanadas de brisket, papas fritas crinkle (extra sabrosas y crocantes), tacos ahumados de cochinilla pibil (que también tienen versión vegana) cervezas y cocktails para acompañar. Buscarse una mesa en el nivel superior es imperioso: nada como pelar el hueso de una sabrosa rib de cara al río.
Av. Costanera Rafael Obligado 7010, Patio Costanera Norte.
IG: @ribsalrio
3 - Tribu

Trepando hacia el norte, este “restaurante de río” sanisidrense amalgama una muy buena propuesta gastronómica con su ambiente distinguido, a medio camino entre el restaurante de resort y el bar de playa. Predomina el material noble (madera, cuero) con dominio de la gama de los marrones tanto en el mobiliario de interiores (que muestra varios estilos) como en el deck exterior.
La propuesta de cocina es variada y con toques gourmet, sea para horarios de almuerzo y cena como para el momento de la merienda. Tapeo, platos tradicionales (del risotto a la milanesa de ojo de bife), pastas, carnes asadas al horno de barro o parrilla, acompañados de una destacable coctelería de autor y una carta de vinos con etiquetas de renombre. Si bien el interior es muy acogedor, y también mira hacia el agua, urge procurarse un lugar al aire libre, de cara al río infinito.
Juan Díaz de Solís 2794, San Isidro
@tribu_ba
4 - Garibaldi

En Puerto Norte, casi a la altura de los límites del Aeroparque Jorge Newbery, se levanta de cara al río este restaurante que ofrece tanto una imponente terraza como un salón interior donde el agua –de una cercanía cautivante- domina la vista desde todos los ángulos. La oferta culinaria engloba platos mediterráneos con toques latinos y orientales.
Son un recomendable preámbulo las entradas, con una bienvenida variedad de frutos de mar (navajas, pulpo, langostinos), además de ceviches, tuétano y burrata; principales más al uso (carnes, risottos, pastas, ensaladas) pero con buen producto detrás. Cocktails de autor, vinos y espumosos bien elegidos, completan la propuesta. Cualquier momento del día está bien para visitarlo, si el tiempo acompaña, aunque si se elige el horario nocturno habrá un plus: luces encendidas, la inmensidad de frente, el oleaje acompasando la velada.
Av. Rafael Obligado 4899, Puerto Norte
@garibaldirestaurante
5- Puerto Arroyón

Carnes a las brasas, pastas, empanadas fritas, playita, amarradero y solo una manera de llegar: por agua. En lancha particular (hay lancheros que estacionan el vehículo), en moto acuática, en transporte fluvial colectivo. No falta el arriesgado que lo hace en kayak. El escenario que ofrece este restaurante familiarmente conocido por “Lo de Boraso” y auténticamente ribereño, está lejos del glamour de los arriba descriptos pero tiene el sabor inigualable del Delta de Tigre. Regenteado por una tradicional familia de la zona, ofrece la mágica (e ineludible) opción de comer frente al arroyo Arroyón, ya sea en los balcones que lo miran o en las mesas que están ahí nomás del agua, sobre la playa de arena. Hay barra de tragos, juegos para chicos y mucha tranquilidad. Tras la comida, es (casi) obligatorio aprovechar las reposeras a disposición y disfrutar del post almuerzo al sol.
Intersección de Arroyos Arroyón y Boraso, Tigre.
IG: @puerto.arroyon