Verano y vinos rosados: 12 etiquetas para todos los paladares y bolsillos
Los hay de color pálido, los que parecen fosforescentes y también aquellos que recuerdan la tonalidad de los ejemplares de la Provence (la ya clásica “piel de cebolla”). En boca, la moda de hoy los busca secos (sin exagerar), frescos y vibrantes, con buena acidez y presencia de fruta, relegando a los de otras épocas, más dulzones, tánicos y pesados. Son, sin dudas, ideales para el verano.
Aquí les dejamos una docena de vinos rosados para todos los gustos y precios. Clásicos (Malbec, Pinot Noir), alguna rareza (Pinot Gris), elaborados con uvas mendocinas de la tradicional Primera Zona (Luján de Cuyo; Maipú) o del hoy en boga Valle de Uco.
Para beber solos, bien frescos (temperatura de consumo recomendada: siempre debajo de los 12 grados), como aperitivo o acompañando quesos suaves, pescados, arroces, frutos de mar, ensaladas, postres, por qué no pizzas. Un brindis delicado y colorido. Bien veraniego.



