Miami Gourmet: un recorrido por los mejores restaurantes de Bal Harbour
Especialidades italianas, aires franceses, sabores del Mediterráneo, una barra de sushi de excepción, especialidades griegas y grandes opciones de brunch y desayuno son las lujosas propuestas gastro de una de las zonas más exclusivas de la ciudad.
La fila de autos esperando el valet parking en la entrada de Bal Harbour Shops solo augura buenos momentos: a un lado, Carpaccio, un clásico de los argentinos que viven en Miami (o la visitan asiduamente) con gente esperando ansiosamente su mesa en un crowd tumultuoso y glamoroso que define este spot.
Al otro costado, el espíritu francés se apodera del lugar con Le Zoo, el bistró más elegante de la ciudad que se caracteriza por sus famosas ostras y su cocina mediterránea, con carta de vinos y champagnes de todo el mundo.
Todo en Bal Harbour es elegante, sofisticado, amable y bello. Todo allí, comenzando por los restaurantes y siguiendo por la hotelería y las tiendas, mantiene ese halo cinco estrellas mezclado con un mood de confort familiar, amistoso, súper cool pero súper chill.

Carpaccio, decíamos, es el gran clásico de Bal Harbour y el restaurante italiano más famoso de Miami Beach. En sus mesas conviven celebridades de todo el mundo con habitués locales, que piden los clásicos de una carta certera: burrata, spaghetti con frutto di mare, volcán de chocolate o tiramisú. Todo es bueno, rico, enorme, y la atención de mozos clásicos, como los de antes, marca la diferencia.
Más allá de Le Zoo, donde solía encontrarse el clásico Makoto, una nueva propuesta emerge en Bal Harbour con sabores de medio oriente que conquistan el paladar. Aba, que significa “padre” en hebreo, se destaca por un diseño interior fabuloso, con árboles naturales entre sus mesas, miles de lucecitas tenues y una barra que parece salida del bar más exotico de Marruecos.

ABA fusiona los sabores del mediterráneo con fuerte influencia proveniente de Israel, Líbano, Turquía y Grecia. Los destacados del menú incluyen el dip de zanahorias y semillas de girasol preparado con Tahini de la misma semilla, el bagel Jerusalem servido con salmón ahumado, hamachi y avocado asado, shawarma de ternera especiada con ajo negro y champiñones, entre otras exquisiteces.
SUSHI Y ALGO MÁS
Y si hablamos de Makoto, algún lector despistado no sabrá que el clásico japonés de Miami se mudó al tercer piso de Bal Harbour Shops, con mucho más espacio y una decoración digna del mejor posteo de Instagram. La barra de sushi de Makoto está entre las mejores del mundo (será por eso que por allí pasan sus noches Madonna, JLo y un sinfín de celebridades A-list) y el Tuna Crispy Rice es el mejor plato que este cronista jamás haya probado.
Tres opciones de tempura, tres de salads, platos de rice and noodles para los detractores del pescado crudo y un stake solo para paladares exigentes (el Kurosawa 30 Day Aged Ribeye, uno de los platos más costosos de la ciudad) definen esta propuesta que no necesita recomendación.

Para el día existen dos opciones de brunch fuera del circuito de los shops. Atlantikos, el restaurante griego del hotel St Regis, ofrece el mejor desayuno de toda la ciudad y se puede tomar al borde de la piscina del hotel, con vista a la playa y el mar. Imperdibles los waffles, las frutas frescas y el greek yogurt, que matchea con la estética Santorini del lugar.
Artisan Beach House, por su parte, se encuentra en la planta baja del Ritz-Carton Bal Harbour y es el corazón gastronómico del hotel. La tranquilidad de este espacio, también con vista al mar y la bahía, invita a un almuerzo clásico con platos de autor en las exquisitas terrazas del Ritz. ¿Qué más podemos pedir?