Orden y desorden: un estilo de vida en constante transformación
Se me ocurrió empezar este texto por cualquier lado. Pensé que cierto orden es necesario para un posible desorden. El hecho de que exista cierta estructura y organización eventualmente nos permite maniobrar y elegir hacer otra cosa. En lo personal, el orden es lo que de alguna manera me habilita a ser desordenada, más libre, más impredecible para mí misma. Si estoy muy desordenada por fuera -casa, agenda, cotidiano-, por dentro necesito mayor estructura.
Cuando entrenamos respiración, concentración, cuando entrenamos el cuerpo, es como si desarrollásemos un exoesqueleto, una estructura que nos permite lidiar con las variables externas e internas que van surgiendo en la vida. Y no simplemente lidiar sino también encauzar.

Exoesqueleto es el esqueleto externo continuo que recubre, protege y soporta el cuerpo de un animal. Hay incluso animales con endoesqueleto que tienen su exoesqueleto, como el cocodrilo. Claramente, la idea de crear un exoesqueleto es sólo una manera de decir, pero me gusta imaginar esa especie de estructura que nos contiene y a su vez interactúa con el mundo exterior.
¿Saben que en general los animales que tienen exoesqueleto lo cambian cada tanto? Al parecer, como cualquier estructura, requiere ajustes y recambios para no tornarse rígida y no impedir otras posibilidades.

Como les decía, algunas formas de entrenar desarrollan aspectos físicos, emocionales y mentales. Podríamos imaginarnos esa estructura como una especie de exoesqueleto que nos permite lidiar con nuestras potencias y potencialidades. Te comparto esta clase del Método DeRose donde empezamos a trabajar estos aspectos.
Y hablando de exoesqueletos, es decir de otras especies pero también de la nuestra, les recomendamos visitar la página de la muestra Ciencia Fricción, vida entre especies compañeras, en el CCCB en Barcelona, que plantea algunas grandes preguntas: ¿Es posible imaginar otras historias terrestres? ¿Es posible imaginar otro planeta? ¿Podemos pensar otras maneras de vivir entre especies diferentes? De esas muestras que dan para pensar.
Texto: Lucía Gagliardini
Fotos: Santiago Albanel