Recomendados EPU - Comer y beber en Buenos Aires: Broccolino, Casal de Catalunya y Roma Pane & Dolci
BROCCOLINO
Templo porteño de la cocina de estilo italiano, este restaurante/trattoria lleva 38 años de vida en el Microcentro y va por muchos más. ¿El secreto? Una carta completa, platos abundantes y sabrosos, ambiente amable, horarios amplios y un servicio atento y old school.
Bajo la atenta mirada del carismático Alejandro Ballabeni, eslabón fuerte de un negocio familiar que arrancaron su madre, su padre y su tío en 1985, en el local brillan, entre las muchas opciones de entradas, clásicos propios como los calamaretti encebollados y flambeados con vino blanco ($2.940) o la famosa cebolla Broccolino (frita en forma de flor, $1.990).
Por el lado de los principales, destacan los fideos Profumo di Mare (con calamaretti, camarones, berberechos y crema, $2.930) y la sustanciosa lasagna con panceta y champignones ($2.350) entre la enorme oferta de pastas caseras.
Pero hay mucho más: carnes, pescados, pollos, buenas pizzas; y para el final dulce, postres bien peninsulares (imperdibles la Copa Tiziana, $1.520, y el tiramisú, $1.050). Broccolino y su leyenda continúan.
Esmeralda 776, Microcentro
@broccolino_ristorante

CASAL DE CATALUNYA
La última reforma del edifico que alberga el Casal de Catalunya fue de 1927. Casi un siglo de historia para un espacio que incluye salas de exposiciones, un teatro (Margarita Xirgu) y el restaurante, bastión porteño de la cocina mediterránea y catalana.
La arquitectura del lugar transforma el ambiente en una especie de viaje a la Ciudad Condal. Para que ese periplo sea también sensorial, el local se prodiga en entradas con acervo (del pan tumaca con jamón a los pimientos del piquillo rellenos, $800 la tapa, $1.200 la ración) y clásicos de mar (rabas, pulpo, gambas al ajillo, mejillones a la provenzal; platos de salmón, lenguado o abadejo; cazuela de mariscos).
No faltan la tortilla (sale muy alta, en tres opciones, entre $1.500 y $2.000), paellas y fideuá en diferentes versiones y con distintas proteínas (entre $3.600 y $4.000) y la estrella de la casa: el cochinillo de campo horneado (medio: $9.000, entero: $12.000; conviene reservarlo), ese que es famoso porque, ante la terneza lograda en el horno, los mozos lo cortan con el canto de un plato. Un manjar y un espectáculo.
Chacabuco 863, San Telmo
@elcasalrestaurante

ROMA • PANE & DOLCI
Cuando un clásico se renueva inteligentemente (esto es, sin modificar nada de lo que le dio prestigio pero incorporando novedades que aggiornan su propuesta), el público responde. Eso mismo está pasando con esta panadería tradicional de barrio, que de la mano de Diego y Alejo Cacciatto, representantes de la tercera generación de la familia propietaria, experimentó una reforma edilicia completa e integró como chef patissier a Fabio Mandía, quien sumó creaciones de alta pastelería a la oferta del local, conocida por su bollería tradicional y las preparaciones saladas.
Así, entre sus geniales sándwiches de miga (entre $300 y $330, con glorias como el de anchoa, queso y huevo) y sus elogiados Florentinos ($3.600 el kilo), brillan las novedades: macarons de buen tamaño ($360 la unidad) y tortas bien pensadas y ejecutadas, elaboradas con materia prima de excelente calidad (entre $4.000 y $4.900) y que también pueden venir en versión minicake (alrededor de $1.000). Un suma y sigue notable que la fiel clientela agradece.
Av. Rivadavia 5391, Caballito
@romapanedolci
