Guido Rodríguez, de cara al Mundial: “Messi, como persona, es igual de extraordinario que como jugador”
Las alarmas se encendieron cuando, en la quinta jornada de la fase de grupos de la Europa League, el número cinco del Real Betis, Guido Rodríguez, quedó tendido sobre el césped del estadio del Ludogorets, en Bulgaria, se tomó la parte posterior del muslo derecho y, con gestos igual de incrédulos como decepcionantes, salió del campo por sus propios medios, pero con evidentes muestras de dolor.
Rápidamente, el mediocampista que nació en el semillero de River Plate llevó tranquilidad a los suyos publicando en su cuenta de Instagram (@guiido_rodriguez) que “estaba bien, contento por haber cumplido con el objetivo de terminar primeros en el grupo, y que ya estaba pensando en el partido del próximo domingo.”

Buenas noticias para él, mejores para el Betis del chileno Manuel Pellegrini y superlativas para Lionel Scaloni, el director técnico de la Selección Argentina de fútbol, letra y música de “La Scaloneta”, ese hit viral que, a partir del buen andar en las Eliminatorias para el Mundial de Qatar y la esperadísima conquista de la Copa América 2021, en Brasil, suena en todos los rincones del país, con la esperanza y el sueño de levantar en tierras de jeques y dunas infinitas la Copa del Mundo por tercera vez en su historia.
Para ello, hace un puñado de días nomás, Scaloni confirmó la lista de los 26 jugadores que formarán parte de Qatar 2022, entre los que figura el ex River, Defensa y justicia, los mexicanos Tijuana (México) y América y actual sevillano “verdiblanco”, siendo una pieza fundamental dentro del equipo liderado por Lionel Messi, debido a su equilibrio en el mediocampo, su despliegue en el juego y hasta, en algunas ocasiones, su llegada al gol, como en el 1-0 frente a Uruguay, en la Copa América del 2021.
Humilde, introvertido, de perfil bajo y mucha elocuencia a la hora de hablar, Guido Rodríguez atiende por Zoom a El Planeta Urbano desde su casa en Sevilla (España) para charlar sobre este momento único que le toca atravesar, a muy pocos días del debut de la Argentina frente a Arabia Saudita en el mundial de Qatar.

- ¿Cuál es el sentimiento más recurrente cuando falta tan poco tiempo para que arranque el Mundial?
-Yo creo que sobrevuela inconscientemente una linda ansiedad, porque es casi en lo único que pensas todo el tiempo.
- ¿Cómo haces para que esa ansiedad sea “linda” y no que te afecte?
-Hablándolo mucho, con mi familia, con mi psicólogo. Trato de que esa ansiedad no me afecte, sino de vivirla de la mejor manera, disfrutando este presente único e irrepetible.
-Único, encima, porque además es tu primer Mundial, con todo lo que eso significa.
-Claro, el Mundial es todo lo que alguna vez soñamos como deportistas. Lo primero que se te viene a la cabeza es todo el esfuerzo que se hizo para llegar hasta acá, todo el trabajo que hay detrás de este presente, desde que eras chicos en inferiores hasta la primera convocatoria con la Selección. Es muy fuerte todo.

- ¿Qué les dicen Messi, Di María, los más experimentados, a ustedes que recién arrancan?
-Nada, que lo disfrutemos. Ellos son los que llevan el grupo adelante y nos apoyan constantemente. El grupo está muy tranquilo, las victorias también sirven para que el grupo funcione, es una tranquilidad. Hace tiempo que venimos haciendo las cosas bien como Selección, todos tenemos ganas de juntarnos, de jugar juntos.
-Se habla tan bien del grupo que hasta Leo Paredes dijo una vez que era como un “viaje de egresados”.
- (Risas). Sí, se refirió sobre todo a la Copa América de 2021, que fue el tiempo que más pasamos juntos. El otro día pensaba justamente en lo bien que lo habíamos pasado, todo lo que se había generado, porque más allá de haberla ganado se disfrutó mucho de cada momento, de cada asado que se hacía, cada entrenamiento, cada partido de truco. El esfuerzo era inmenso porque estábamos encerrados por la pandemia, sin poder ver a nuestras familias, y, sin embargo, la pasamos bárbaro, encima coronando con un final épico en el Maracaná. Allí se terminó de forjar este grupo espectacular que tenemos.
- ¿Cómo es convivir con Messi?
-Al principio es muy fuerte: te dejas llevar por todo lo que él significa, pero una vez que lo vas conociendo y vas compartiendo más, te das cuenta de que es uno más de nosotros, que, aunque no lo parezca (risas), es una persona común y corriente, sólo que con el don extraordinario de ser el que mejor juega a la pelota, pero él mismo se encarga de ser igual que todos. Ya sea entrenando, tomando mate, una charla, lo que sea. Messi, como persona, es igual de extraordinario que como jugador. Es el mejor del mundo y es al que todos queremos que le vaya bien.

-Desde el principio del proceso se vio que Lionel Scaloni tuvo una muy buena relación con vos. ¿Cuál fue su influencia?
-Yo estoy muy agradecido con Leo y con todo el cuerpo técnico de la Selección. Estoy a muerte con todos ellos, porque ellos confiaron en mí desde el primer momento, me dieron mucha confianza. Ellos tratan de ser muy justos con todas las decisiones que toman, aunque sean tan difíciles, como la de armar una lista de 26 jugadores para el Mundial, con la cantidad de excelentes profesionales que hay en la Argentina. Leo (Scaloni) es el gran responsable de que todo el grupo tire para adelante. Todo el tiempo nos recuerda de dónde arrancamos y que no nos creamos más que nadie.
-Vayamos al plano futbolístico. De todos los mediocampistas que van a Qatar, vos sos el cinco más de contención y marca. ¿Qué te pide Scaloni?
-Juegue quien juegue, la idea de la Argentina es siempre ser protagonista con la pelota y el ataque. Tenemos una identidad y sabemos cuáles son las fortalezas y debilidades de cada uno de nosotros, pero durante todo este tiempo demostramos que estamos haciendo las cosas bien. Cuando el partido está para tener la pelota, la hacemos circular hasta encontrar los espacios, y, cuando nos toca sufrir, el equipo sabe cómo replegarse, marcar y correr. Eso fue un salto de calidad súper importante que dimos.
- ¿Le prestas atención a las otras selecciones?
-Sí, por supuesto. Hoy en día, hay un nivel muy parejo de selecciones. Creo que los detalles son los que a la larga van a hacer la diferencia. Casi todos los equipos tienen en sus filas a uno o dos de los mejores jugadores del mundo en su posición. Aunque nosotros, claro, tenemos al mejor de todos (risas).

EL QUE SE FUE A SEVILLA
En 2020, el Real Betis de Sevilla tomó nota del buen momento que pasaba Guido Rodríguez en el América de México y, a principios de año, el club verdiblanco decidió incorporar al mediocampista a su plantilla. Poco a poco, el oriundo de la localidad bonaerense de Saenz Peña fue sumando cada vez más minutos hasta convertirse en amo y señor de la mitad de cancha del equipo de Manuel Pellegrini, que, luego de 17 años, se quedó finalmente con la última edición de la Copa del Rey, teniendo a los argentinos Guido Rodríguez y Germán Pezella como grandes protagonistas de la epopeya.
- ¿Imaginaste alguna vez este presente con el Betis?
-A ver, por un lado, siempre imaginaba y soñaba con obtener logos, copas, etc. Siempre que llego a un club, me pongo metas y objetivos, y uno de esos era ganar algo con el club. Por suerte, lo pudimos conseguir, tenemos un grupo espectacular, muy trabajador y talentoso. Pero, por otro lado, nunca me imaginé todo lo que ocurrió con el cariño de la gente. Toda esa muestra de afecto hacia mí, festejando la copa y ovacionándome. Esas fotos mentales son las que te quedan para toda la vida, más allá de la obtención de una copa.
-Además de compartir equipo con Germán Pezella, la ciudad de Sevilla se trasformó casi que en una sucursal de la Argentina con todos los jugadores argentinos que juegan allí (Papu Gómez, Acuña, Lamela, Montiel). ¿Cómo viven esa experiencia?
-Sí, estamos plagados de argentinos (risas). La verdad que está buenísimo, hay muy buena relación, nos juntamos mucho a cenar. A veces, con los calendarios de viajes y partidos se nos hace bastante difícil, pero siempre que podemos tratamos de juntarnos. Está muy bueno, se hace un poco más fácil todo.
-Te fuiste de la Argentina siendo muy chico, ¿qué es lo que más extrañas?
-Yo tengo a mi hija viviendo en la Argentina, así que eso es lo principal. Por suerte, viaja seguido para acá y la puedo ver. Pero se extraña mucho a veces: a toda la familia, a los amigos, el día a día. Mate y comida casi que no, porque acá en España se consigue todo. Aunque nada se compara con un buen asado de allá (risas).

- ¿Pensás volver al fútbol argentino alguna vez?
-Sí, mi ilusión es volver a jugar en River, claro, me encantaría volver a River algún día. Estuve de los 7 a los 21 años. Participé de varios títulos del principio de la gestión de Marcelo, pero me gustaría tener otro protagonismo en el futuro. Pero depende de tantas cosas ese futuro que hoy no tiene sentido avanzar, más allá de las intenciones.
- ¿Qué te generó la despedida de River de Marcelo Gallardo?
-Es impensado todo lo que hizo Gallardo en River. Fueron ocho años maravillosos, con tantos títulos y dejando a River de nuevo en lo más alto. En España, por ejemplo, se habla mucho del “River de Gallardo”, de su estilo y de su forma de jugar. Lo que él hizo en River fue algo enorme, va a ser muy difícil de repetir.
-Hay otro técnico persona que te marcó mucho, que fue Ariel Holan, una rara avis dentro del futbol porque, justamente, él vino del hockey y no del futbol. ¿Cómo fue esa experiencia?
-Para mí Ariel fue uno de los entrenadores más importantes que tuve en mi vida. Si bien lo tuve seis meses solamente, me hizo entender el futbol desde otro lado. Me hubiese encantado haberlo tenido más tiempo, con él di mi mayor salto de calidad. Sabe muchísimo y lleva con él esa alma de docente. No solo te hacer ser mejor jugador, sino que mejor persona.
-La docencia parece estar cada vez más presente en el futbol. ¿Pensas que el jugador tiene que tener un rol social pro activo, más allá del deporte?
-Es algo en lo que muchas veces me pongo a pensar y trato de ayudar en lo que pueda. Desde compartiendo en mis redes alguna causa o estar presente en lo que me necesiten, aunque siempre pienso que se puede hacer algo más. El jugador de futbol es una persona publica y es importante manifestarse en ciertas situaciones. Después, obviamente, aparecerán las críticas o los apoyos, pero yo prefiero que me critiquen por decir o hacer algo antes que por callarme. Cuando uno cree en algo, es importante hacerlo saber, sobre todo, cuando se trata de apoyos a minorías. Por más que pensemos que no, la Argentina está muy avanzada en materia de derechos humanos, a pesar de toda la violencia que hay en nuestro país.

- ¿Y cómo ves la salud mental dentro del fútbol?
-La salud mental es algo primordial en el deporte. Hace años que yo trabajo con un psicólogo, me ayuda muchísimo y fue clave hasta en mi rendimiento deportivo. Trabajé varios temas con él que me hicieron mejor jugador y, sobre todo, mejor persona. Por suerte, cada vez más deportistas utilizan este tipo de recursos, es una extensión más de los entrenamientos. Si vos estás tranquilo de la cabeza, podes rendir mucho mejor dentro de la cancha y estar más feliz en tu vida.
- ¿Crees que se avanzó algo en materia de género dentro del futbol?
-Yo creo que sí, pero todavía falta muchísimo. El futbol no deja de ser un reflejo de la sociedad, y hoy en día se ven un poco más los cambios. Esa evolución viene por parte de las nuevas generaciones, que cada vez son más abiertas. En el futbol lo mismo. Me encantaría que no fuera noticia que tal o cual jugador es homosexual. Es algo súper normal y personal, y nadie tiene que dar explicaciones sobre eso. Pero crecimos con ciertos estándares que a veces en el futbol se maximizan, y resulta muy difícil romper con esa estructura. Es un trabajo de todos, de los clubes, de los jugadores, de la prensa y de las asociaciones. Yo creo que de a poco, la cosa esta cambiando para mejor.
-Como el crecimiento del futbol femenino, ¿no?
-Totalmente, y tiene que ver con lo mismo: la igualdad. Todos somos iguales y cada uno debe tener la libertad de hacer lo que quiera: jugar al futbol, estudiar, trabajar, lo que sea. Me pone muy contento que el futbol femenino siga creciendo y que cada vez más chicas jóvenes lo jueguen.
Fotos: Fernando Ruso