Diego Capusotto: "El humor es una decisión que uno toma para cagarse en todo"
Antes de presentarse con El lado C de Capusotto, el 26 de noviembre, en el Teatro Gran Rivadavia, el capocómico argentino charló con El Planeta Urbano sobre todos los universos que rodean al creador de Peter Capusotto y sus videos: comedia, rock, cine, peronismo y Racing.
Podría haber sido un baterista virtuoso y desde el sonido transformarse en un referente del rock nacional.
Sus condiciones futbolísticas le podrían haber otorgado la posibilidad de compartir el campo de juego con emblemas como El Pato Fillol, Diego Maradona, Carlos Babington, Miguel Brindisi y Carlos Bianchi.
Nada de eso ocurrió.
Pero supo transitar el camino iniciado por actores como Pepe Biondi, Carlitos Balá y Tato Bores y es en la actualidad nuestro capocómico definitivo.
Diego Capusotto es uno de los hinchas de Racing más representativos de la televisión y todavía le dura la bronca por el penal desperdiciado que privó al club de sus amores de un título al alcance de la mano.

Llegó a estar iluminado en Sol negro junto a Rodrigo de la Serna y Carlos Belloso y se convirtió en un Joker vernáculo en Kryptonita, donde formó parte de un dream team actoral con figuras como Diego Velázquez, Lautaro Delgado, Juan Palomino y Nico Vázquez, entre otros.
Su talento para la comedia lo impuso como rostro convocante en De La Cabeza, Cha cha cha, Delikatessen, Todo por dos pesos y el emblemático Peter Capusotto y sus videos, programas que revolucionaron el humor en la Argentina y trajeron una renovación frente a un medio en crisis, todavía huérfano por el enorme vacío dejado por la muerte de Alberto Olmedo.
Capusotto supo crear personajes inolvidables, que aún hoy permanecen en la memoria. Juan Carlos Pelotudo, Mimo Páez, Lalo Ranni, Bombita Rodríguez, Quebracho Castania, Pomelo, Jesús de Laferrere, Violencia Rivas, Kosher Waters, Hannibal Lerner y Pizzería Los Hijos de Puta, merecerían su propio álbum de figuritas, su línea de muñecos coleccionables y sus biografías no autorizadas.
Declarador reticente, por momentos con la guardia alta, Diego Capusotto accedió a dialogar con El Planeta Urbano, a compartir fragmentos de su sabiduría y experiencia, en un acceso restringido a una mente creadora dominada por el humor.

- ¿Se puede seguir haciendo humor en esta época de lo políticamente correcto y de la cultura de la cancelación?
-Yo vengo de una generación que vivió la adolescencia en plena dictadura y ahí sí que no se podían decir cosas. Entonces la cancelación plantea una pregunta: si la realidad es tan impiadosa con nosotros ¿por qué nosotros deberíamos cuidar nuestro lenguaje frente a la realidad? Ya ahí vamos en desventaja.
Si no se puede hacer humor en esta época estamos fritos, porque si además tampoco se atiende la verdadera agenda que es la desinclusión estaríamos encerradísimos en algo que no tiene ningún fundamento.
Por otro lado, ¿quiénes son los que nos cancelan? Porque antes eran los grupos ultra religiosos y conservadores, ¿ahora quiénes serían? ¿Los que están a la izquierda de esos grupos?
Progresismo y cancelación es un oxímoron…que no es un barrio, si le sacás el oxi ahí si llegás a Morón (nos reímos). No sé quién me vigila. Si lo tengo enfrente lo peleo, pero si antes de hablar tengo que pensar en fantasmas que no sé quiénes son de ninguna manera voy a callarme.
-Tenés una hija llamada Eva. ¿Viste Santa Evita, que te pareció? ¿Considerás que la figura de Evita sigue siendo relevante en la actualidad?
-No vi Santa Evita pero la figura de Eva es absolutamente inmortal para mí. Debería tener relevancia, aunque no es un momento donde la figura de Evita esté muy reivindicada que digamos. Salvo en una especie de escena más teatral que para mí no se corresponde con la figura de la verdadera Eva.
- ¿Que pasó con Racing? Estuvieron a un penal de salir campeones…
-No voy a hablar de Racing. No quiero hablar de esas pelotudeces.

-Alguna vez afirmaste que nada te resultaba más aburrido que Gran Hermano. Este año el programa volvió con mucho éxito. ¿Seguís pensando lo mismo?
-La verdad que no veo Gran Hermano, no miro televisión prácticamente…
-No ves televisión. ¿Pero te gratifica estar en casi todos los separadores de Bendita?
-En Bendita hay gente amiga, me parece bien que los personajes que hicimos con Pedro Saborido aparezcan ahí. Yo miro Bendita, dentro de los programas de aire es el único que pispeo y aparecer ahí me parece bien.
-Leí que llegaste a la actuación buscando algo que te diera más satisfacción y trascendencia. ¿Se puede decir que esos objetivos se cumplieron?
-Siempre es una trascendencia actuar, todo lo contrario de la inmanencia, ¿no?
Aparentemente sería así, pero bueno, uno ha elegido hacer lo que hace, a pesar de que a veces entrás en un terreno que tiene dispersiones, miedo, pero está afrontado ese lenguaje de la actuación y a mí me interesa más que algunas otras cosas.
Aparte me parece que lo hago medianamente bien con lo cual esos problemas son sorteados.
-Te escuché decir que en la dictadura si encontrabas a alguien del palo del rock encontrabas a un par. El rock en la dictadura fue una trinchera, un espacio de resistencia.
-El rock fue un refugio, no sé si fue una resistencia. Porque me parece que a la dictadura militar no le preocupaba mucho el rock, lo tenía acalladito por las dudas como una especie de amenaza, pero creo que la dictadura militar buscaba otras cosas, ¿no? A la militancia política concretamente.
-En Kryptonita hiciste tu propia versión de Joker. Esta película se anticipó a la cultura de superhéroes. ¿Qué recuerdos tenés de ella?
-Yo tengo un gran recuerdo de la película Kryptonita, sobre todo por el director Nicanor Loreti, por la historia y por Leo Oyola, que fue quien la escribió. Hemos pasado un buen rato ahí y posiblemente ese personaje pueda tener un protagónico en alguna película que se haga el año próximo.

- ¿Qué es el Lado C de Peter Capusotto?
-No deja de ser una charla que hacemos con Nancy Giampaolo, abierta y auto referencial, de la que siempre se desprende alguna cosita que escapa a solo contarse a sí mismo y empiezan a surgir algunas otras cosas que son mucho más interesantes que solo hablar de uno.
Por otra parte, hay un mecanismo en donde pareciera que lo que cuento es mentira, pero es verdad. La mentira y la vedad, que más o menos son gemelas, se juntan ahí y aparece un hecho teatral.
O sea, al revés, una mentira que se cuenta como verdad. Eso me parece interesante, porque además es en un ámbito donde hay público y no donde hay redes.
- ¿Creés es la función terapéutica del humor?
-Yo creo que no es terapéutico. Para mí el humor es una decisión que uno toma para cagarse en todo, inclusive en la terapia.
- ¿En el humor te sentís más cercano a los Monty Python, a Mel Brooks o a Peter Sellers?
-Estoy cerca tanto de los Monty Python como de Mel Brooks y Peter Sellers porque alguna manera hay algo que los conecta entre sí.

- ¿Conservás fotos de tu infancia? ¿Qué sentís cuando mirás una foto de esa época?
-Tengo fotos de mi infancia, cuando las miro siento que antes era inmortal y ahora no.
- ¿Tenés alguna película favorita de Leonardo Favio?
-Todas las películas de Favio me han gustado, es el director argentino que más me gusta. Tengo un gran recuerdo y mucho cariño por Juan Moreira.
- ¿Es verdad que conociste a Francis Ford Coppola cuando vino a la Argentina?
-No conocí a Coppola, con el que estuve cenando fue con Alex de la Iglesia.