Ciclos de cocina: cuando compartir la mesa y aprender recetas es la premisa
Por Silvina Baldino
Hace tiempo que la gastronomía está en el centro de la escena. Y en el afán de enriquecer el universo foodie, surgen nuevas experiencias: cocineros apasionados que generan encuentros lúdicos alrededor de una mesa, que invitan a desconectar de la rutina y a ponerse el traje de chef por un rato.
Así es como nacen los ciclos de cocina con degustación incluida, una nueva tendencia que encuentra su máximo punto de creatividad en Buenos Aires y se extiende por todo el país.
TEODOLINA QUESADA
Con la premisa de unir sus dos pasiones, la enseñanza y la gastronomía, Teodolina Quesada le dio vida a un espacio donde la creatividad está en permanente movimiento. “Yo venía haciendo "Salú", que era un club de cocina en el que daba clases, pero lamentablemente cerró en la pandemia. Este nuevo taller viene de ahí, de esas ganas de tener un lugar propio para compartir lo que sé. Yo me imaginaba un lugar con mucha luz, lleno de plantas, como un taller de cerámica donde se hornean cosas, pero donde se horneen ideas. Un lugar donde enseñar e investigar cosas nuevas. Así fue que monté este espacio en Villa Ortúzar”, cuenta la cocinera.

Toti, como la llaman los cercanos, trabajaba en educación como psicopedagoga, pero cuando empezó a estudiar Gastronomía en el IAG, encontró su lugar en el mundo. “Me sentía mucho más a gusto, con una energía que ahora sí tenía que ver conmigo”, recuerda.
Hoy, en su taller ofrece un ciclo mensual con cuatro clases consecutivas y dos clases sueltas que van variando sus temáticas. “El público es gente que quiere cocinar en su casa, y lo que generamos como experiencia ya es un valor agregado”, comenta.
Para ella, la satisfacción es saber que los participantes se llevan un aprendizaje a casa. “En el taller todos cocinan, todos cortan, todos prueban las técnicas. Se aprende a conocer los productos: su origen, dónde conseguirlos, cómo conservarlos, cómo transformarlos para hacer un rico plato. Y después está el momento del orden, de emplatar las preparaciones, de bajar las luces, prender unas velas y armar la mesa para compartir.”

De cara a 2023, Toti planea continuar con su taller en Buenos Aires, aunque sueña con llevar la experiencia a distintos rincones del país.
IG: @totiquesada
FRANCESCO COCINA
Franco Nesossi abandonó su trabajo como economista en una empresa multinacional para dedicarse de lleno a la gastronomía. “Siempre tuve una conexión especial con la cocina. A mi abuelo le gustaba mucho cocinar y aprendí un montón con él. Mi sueño era armar un proyecto que hiciera feliz a las personas, por eso empecé a hacer cenas en las que preparaba cosas ricas para mis amigos y mi familia. Un tiempo después, comencé a estudiar en el IAG, y cuando terminé la carrera supe que quería hacer esto toda mi vida”, recuerda.

Al principio, la idea de Franco era abrir un restaurante a puertas cerradas. Tras su paso por algunas cocinas de México, volvió a Buenos Aires a desarrollar su pasión en algunos restaurantes y empresas de catering. Pero la idea de enseñar siempre estuvo latente. “Un día me puse a cocinar verduras al wok con mi mamá, que es una excelente repostera, y noté que cortaba la juliana re grande. Tiraba todo junto al wok, como si nada, y en ese momento hice un clic. Dije: ‘Tengo que dar cursos para gente que quiera cocinar en el día a día’. Así fue cómo nació Francesco. Busqué un departamento en Vicente López y me lancé.”
El primer curso se llamó “Descubriendo la cocina”, un taller para aprender técnicas básicas y recetas para el día a día. Luego sumó a su propuesta “Veggie Mood”, y al poco tiempo lanzó una experiencia de cocina argentina para extranjeros: “Pachamama - Argentine Cooking Experience”.
En febrero de 2020, Francesco mudó sus instalaciones a un lindo local de Las Cañitas, en pleno corazón de Buenos Aires, y comenzó su expansión. Así, sumó los talleres “Pastas a mano” y “Pastas Reloaded”, junto a Lucio D’Imperio, y “Masa madre, pizza y fainá” y “Panadería madre”, junto a Mauro Busquet.

Para 2023, Franco planea viajar por la Argentina y conocer la cocina por regiones. “Quiero incorporar recetas tradicionales, auténticas, y ponerle énfasis a ‘Pachamama’, un taller para que los viajeros vivan en primera persona la experiencia de cocinar nuestras clásicas preparaciones.”
IG: @francescococina
TERESA RUCCI
Después de trabajar más de 20 años como productora en el canal Utilísima, Teresa Rucci volvió a sus raíces y se estableció en City Bell para darle forma a un proyecto más que deseado: abrir un espacio de talleres donde cocinar bajo el concepto de una alimentación saludable. Así fue que en 2018 encontró una casona perfecta con un amplio jardín, a pocas cuadras de su hogar.
“Cuando entré en la casa y vi su amplitud, sus ventanales, la vegetación, las flores y el cerezo, me enamoré. Enseguida supe que quería ese espacio para transmitir mi filosofía en la cocina: el vivir de una manera más saludable”, recuerda la creadora de Cocina de Encuentro.

Sus talleres suceden tres o cuatro veces al año, duran entre seis y ocho clases y demuestran que es posible comer sano y rico al mismo tiempo. “Lo que busco es transmitir la importancia de comer pensando en qué es lo que comemos, sin necesidad de resignar sabor, gusto o placer en esa comida".
"Cocino con la mejor materia prima y trato de disminuir los productos de origen animal. Siempre con el foco puesto en mantener un equilibrio entre el placer de comer y el de saber que nos estamos alimentando”, amplía Teresa. Y sigue: “La pandemia nos hizo frenar un poco, hacernos el tiempo para cocinar y estar atentos a lo que comemos; de hacer una torta y compartirla con la familia, de contactarse con un productor local y que envíe su bolsón o paquete. También hay una generación de jóvenes que, preocupados por el medioambiente y por la producción local, se interioriza y quiere saber de dónde provienen los alimentos que consume. Hay un público nuevo que se va consolidando y que me gusta mucho”.
Cada taller en la cocina de Teresa es una experiencia distinta. Una de las estrellas es el ciclo “Menú del día”: cuatro encuentros en donde los participantes pueden aprender a cocinar comidas típicas de otros países, desde italiana, española y griega hasta latina. “Es una propuesta pensada para que la gente pueda cocinar distinto cuando invita a amigos a casa. Y, además, aprovecho para recordar esos platos que probé en mis viajes”, cuenta.

Pero además, dada la buena conexión que tiene Teresa con referentes gastronómicos de otras ciudades, en Cocina de Encuentro hay lugar para talleres con cocineros invitados. “Hace poco estuvieron Vika, con un taller de cocina armenia, y Fran Rosat, de Mar del Plata, con un taller de pesca".
"Dentro de poco, Anita Ortuño va a brindar un taller de sobremesa festiva. Y dos que siempre están son Ale Argüello, que viene a amasar pizzas, y Santi Palma, con su clásico ‘Tapas y platos chicos’”, detalla Teresa. Y concluye: “En mis talleres tratamos de que la gente viva una experiencia enriquecedora. Que la gente que no sabe, se anime a cocinar, y los que saben, cocinen mejor. Básicamente, que disfruten de un encuentro a pura cocina”.
IG: @teresarucci