Recomendados EPU - Comer y beber en Buenos Aires: Picarón, Lupe/Ulúa y Quotidiano
Por Emmanuel D’Amelio
PICARÓN
Ya asentado en el centro de la escena gastronómica de Chacarita, Picarón está cada vez mejor, gracias a la astucia de Maximiliano Rossi, un cocinero versátil que supo demostrar su talento en varios lugares, como Unik, Anchoíta y Sacro, entre otros. Acá Maxi cocina lo que quiere, dándoles rienda suelta a los platos que no responden a una identificación genérica sino a la diversidad de culturas gastronómicas, especialmente americanas. Un menú con platos medianos que invita a pedirlos todos para probar y compartir.
El tonnato maiale ($1.200), por ejemplo, que es la versión premium del vitel toné, pero con bondiola ahumada cortada en finas láminas, envuelta en la clásica salsa con alcaparras y papas rejillas, o los famosos picarones ($980): buñuelos fritos de batata, bien dorados y esponjosos, salen con ’nduja calabresa y miel especiada. También hay varias opciones vegetarianas, como el boniato asado con ceviche de gírgolas y crema de ají amarillo ($1.400). Para el cierre dulce, un sorbet de naranja sanguínea, stracciatella, miel fermentada y crocante de girasol ($850). Gran variedad de vinos y cava a la vista.
Dorrego 866, Chacarita
IG: @picaron.ba

LUPE / ULÚA
Hasta hace muy poco, conseguir comida mexicana “real” en Buenos Aires era prácticamente imposible. Pero, por suerte, cada vez son más los locales donde “echarse un taquito” auténtico es posible. Desde la mañana hasta la media tarde, en este recinto de la avenida Jorge Newbery, abre sus puertas Lupe, una lonchería tradicional, con café y antojitos típicos, como quesadillas de maíz, queso y hongos ($850), huevos rancheros con chipotle ($650) y aguas frescas de Jamaica e hibiscos ($460).
A partir de las 20, Lupe se convierte en Ulúa, un restaurante con una carta pequeña pero con platos más elaborados. Entre los hits, se destacan la tortilla de maíz ($1.430), que, antes de cocinarse, se rellena con chicharrón prensado, queso fresco o frijol y fríen en un comal, y la cochinita pibil ($2.990), manjar de cerdo adobado, braseado con achiote, orégano y naranja agria. Hay todo tipo de chiles y especias, buenas tortillas, salsas picantes y jalapeños fermentados. Para beber, la margarita de la casa ($1.200), y a la hora del dulce ir a lo seguro: la torta tres leches ($450).
Jorge Newbery 3791, Chacarita
IG: @ulua_ba

QUOTIDIANO
Hay muchas y muy buenas razones para ir a almorzar o a cenar a esta trattoria ítalo-argenta, que hace poco sumó dos nuevas sucursales a la gran familia: una en Belgrano (O’Higgins 1731) y un pop-up en Abasto Shopping.
La principal es que en todas se morfa bien. Comandada por el chef Alejo Waisman, quien aprendió los secretos de la pasta con los maestros italianos del famoso restaurante Cipriani de Buenos Aires, la carta ofrece, desde las entradas hasta los postres, un recorrido amplio por la rica historia culinaria entre dos países que comparten mucho más que el amor por Diego Armando Maradona.
Siguiendo en la línea del fútbol, “fuerte al medio” es arrancar con las berenjenas parmegianas o los raviolis fritti de ricota y espinaca. “Fatta a mano” son las pastas acá y, por eso, puntean alto los pappardelle con ragú de costilla Angus (16 horas de cocción) y la lasagna con salsa bolognesa, salsa blanca, queso y tomate. Spritz en mano, el camino puede terminar allí o continuar con más tanada: cannoli alla siciliana, tiramisú o flan de la nonna.
Callao 1299 / Recoleta Mall / O’Higgins 1731 / Ugarteche 3208 / Alto Palermo / Abasto Shopping
IG: @il_quotidiano