Adelgazar, perder peso y alcanzar la longevidad: según un estudio, solo es posible mediante un tipo de ejercicio
Según un estudio publicado por la revista British Journal of Sports Medicine (BJSM), el ejercicio anaeróbico puede alargar la vida hasta un 22%. La publicación logró esas conclusiones luego de analizar la calidad de vida de 104.000 participantes. Coincidentemente, la mayoría de ellos aseguraron realizar ejercicios de fuerza de manera diaria.
Los ejercicios anaeróbicos comprenden actividades como la práctica con pesas, los sprints, los ejercicios de resistencia en cinta y de levantamiento del peso corporal (fondos, dominadas, sentadillas). Pero no son los únicos que ofrecen beneficios a largo plazo, los investigadores también han descubierto que si se suman prácticas aeróbicas una o dos veces por semana, el riesgo de muerte se reduce otro 47%.

Así, correr, caminar, andar en bicicleta, nadar o simplemente bailar, suman y mucho a la hora de combinar las actividades donde el cuerpo está involucrado. Es cierto que no incluyen la fuerza y la potencia de los anteriormente nombrados —y por consiguiente su efectividad en la pérdida de grasa, ya que levantar pesas reduce calorías durante toda la jornada—, pero son igual de buenos para perder peso y modelar la anatomía.
Claro que los científicos señalaron que aunque estas pautas de ejercicio alargan la vida no tienen ninguna relación con el posible riesgo a desarrollar cáncer. Y además apuntan a una manera responsable de llevar a cabo los ejercicios: evidentemente no es lo mismo hacer abdominales o sentadillas cuando se tiene una edad avanzada, ya sea por temas de movilidad reducida o por endeblez de las articulaciones.

Huir de los ultraprocesados
De todos modos, ningún cambio físico relacionado con la reducción de peso y la buena salud es posible si no lo acompaña una alimentación correcta. Los llamados “ultraprocesados”, productos con altísimos niveles de azúcar, sal y grasas saturadas son enemigos de cualquier intento.
La revista de la Asociación Médica Americana Jama Internal Medicine publicó un estudio realizado en Francia que los calificó como “letales”. La investigación fue exhaustiva: los expertos comenzaron a seguir a 44.000 personas desde el año 2009, vigilando su dieta, las calorías que ingerían y qué cantidad de alimentos ultraprocesados consumían, como comidas precocinadas, panadería, dulces o galletitas.
Después de 7 años, 602 personas fallecieron, de las cuales 219 han sido por cáncer y 34 por enfermedad cardiovascular. La conclusión de los investigadores otorgó las causas de esa estadística a un mayor consumo de alimentos ultraprocesados.