Bal Harbour, en estado de gracia
Son las doce del mediodía de un martes en pleno mes de marzo, con el clima más agradable que Miami puede tener. El inicio de un verano vibrante se vislumbra en la ciudad, que últimamente no conoce de temporadas altas o bajas porque se ha puesto de moda durante todo el año. Este martes, luego de una intensa mañana laboral de reuniones y reencuentros con socios de toda Latinoamérica, llegamos a Carpaccio para un almuerzo rápido entre amigos y esperamos nuestra mesa.
La fila de autos en el valet habla de un glamour exultante: Porsches, Ferraris, Rolls Royces y camionetas de altísimo lujo esperan su espacio para hacer un intercambio de manos y dejar a sus dueños en el epicentro de la acción. Grupos de elegantes ladys who lunch plan de negocios, parejas de turistas de los rincones más inhóspitos del mundo y fashionistas de la última hora dispuestos a renovar su vestidor van y vienen en el puerta de Carpaccio, se agolpan disputando un lugar para almorzar y se entregan al juego de observar y ser observado.
Es imposible aburrirse en esta película que transcurre mientras degustamos la mejor burrata de todo el Estado de la Florida, planeamos el resto de nuestros días en Miami y nos encontramos con más amigos que no vimos en estos últimos dos años.

Miami está de moda
El boom actual de Miami se inició en plena Pandemia, con grandes grupos de neoyorquinos atrapados en sus departamentos de Manhattan buscando en La Florida espacios más amplios y abiertos, un clima tropical y la cercanía a la playa como eje de un estilo de vida más conectado con la naturaleza. En lugar de regresar a sus studios cuando la Pandemia dio tregua, estos newyorkers decidieron hacer base en Miami, teletrabajar desde cualquier parte del mundo y revolucionar, una vez más, a la capital de latinoamérica.
Miami hoy se encuentra más viva que nunca, es protagonista de los eventos internacionales más importantes del mundo y su metro cuadrado -tanto en hotelería como en Real State- es de los más cotizados de todo Estados Unidos. Si bien la acción es constante y la diversión parece no detenerse, quienes buscamos espacios de relax y desconexión sin desaparecer del mapa y en un marco de seguridad absoluta nos enfrentamos a un desafío para encontrar el spot perfecto en esta ciudad. Ante la enorme variedad de ofertas, ¿por qué no recurrir a un clásico que se renueva cada temporada?
Este año nuestra locación perfecta tuvo lugar en el sofisticado St Regis de Bal Harbour. La elegancia absoluta tanto en el diseño como en el servicio, las vistas soñadas al mar celeste, la salida directa a la playa de un lado y a Bar Harbour Shops del otro y la proximidad a través de la avenida Collins tanto con el norte como con el sur convierten a este hotel en el sitio perfecto para una semana de relax, negocios, compras y diversión. Y grandes restaurantes. Porque la gastronomía ocupa un lugar fundamental en Bal Harbour. Y todo está ahí, a pocos pasos.

La noche de nuestra llegada, deseosos de reconectar con el American style en modo grill, cenamos en Hillstone, el restaurante de carnes más aplaudido de Miami, ubicado en el segundo piso de Bar Harbour Shops. Allí, en un ambiente familiar y con una atención de cronometrada precisión norteamericana, comenzamos con su afamado spinach dip y coronamos la noche con un Steak supremo. Luego bastó cruzar la avenida Collins para llegar al hotel y descansar en la cama más lujosa de la ciudad.
El desayuno en Atlantikos, el bar y restaurante de pileta de St Regis Bal Harbour, es una experiencia seis estrellas que nos alienta a comenzar el día como reyes. Una caminata por la playa, post breakfast, nos conecta con lo esencial: los pies en la arena, el agua cristalina de mar, el sol en la cara. Continuamos con una clase de yoga en la playa y estamos listos para cruzar a Bal Harbour Shops, donde nos espera un almuerzo con amigas en Le Zoo y un tour de moda con las últimas colecciones de los diseñadores y marcas más prestigiosos del mundo.
All about location
La zona estratégica en la que se encuentra Bal Harbour sirve de punto intermedio como nexo entre South Beach -que a pesar de los cambios post Pandemia conserva algo de su magia- la zona comercial de Aventura -para compras más genéricas- y la movida urbana de Brickell, Downtown y Mimo, los polos gastronómicos de espíritu hipster que redefinieron por completo el aura de Miami. Y aunque el tráfico es un desafío cada vez mayor en esta ciudad que no para de crecer, la posibilidad de moverse caminando entre las atracciones de Bal Harbour y sacar el auto solo cuando sea necesario y fuera de los horarios pico forman parte de unas vacaciones completas y libres de estrés.
La noche de Bal Harbour cobra protagonismo a partir de las siete, cuando las luces de los Shops y los árboles de la Collins se encienden formando una postal mágica. Allí, después de una tarde de pura moda, vidrieras y compras, llegamos al nuevo Makoto para vivir lo que realmente está IN en Miami. Ahora ubicado en el tercer piso de Bal Harbour Shops, el restaurante favorito de Madonna y JLo cambió por completo su diseño, renovó su carta y se agrandó tres veces más de su tamaño original, ofreciendo una experiencia gastronómica de glamour absoluto en donde el mood es sentirse una verdadera celebridad.
El viaje termina al día siguiente, después de una jornada en la que nos recuperamos de tantos estímulos en el spa de St Regis con una sesión de sauna de vapor y masajes. Luego, antes de emprender el vuelo de regreso, coronamos la tarde con un baño de espuma en la hot tub de nuestra habitación (que también parece un spa) y nos despedimos de Miami por todo lo alto. La certeza más firme, a esta altura, es que no vemos la hora de volver a la ciudad del sol.

75 AÑOS DE ESTILO
Esta pequeña y tranquila localidad de Miami frente al mar, convertida en un sofisticado destino internacional, conmemoró sus 75 años en 2021 y lo celebró con estilo, lanzando proyectos que transformaron su escenario local, elevando su alta calidad residencial y las experiencias de quienes residen y de todos los que la visiten. La expansión de tiendas en Bal Harbour Shops, la renovación de sus playas, el rediseño del muelle del Bal Harbour y la construcción de un parque con jardines y espacios de meditación frente al canal son algunas de las acciones que este destino puso en marcha para conmemorar sus flamantes 75 años.
UNSCRIPTED ART ACCESS PROGRAM
Bal Harbour relanza su programa de acceso Gratuito a los principales Museos y galerías de arte de Miami. Así, los visitantes pueden acceder sin costo alguno a un amplio porfolio de museos y colecciones privadas que comprende; el Pérez Art Museum Miami (PAMM), Museum of Contemporary Art MOCA, The Bass, The margulies Collection at Warehouse, Institute o Contemporary Art, The De la Cruz Collection, National Young Art Foundation, History Miami Museum, MDC Museum Fort Lauderdale & The Wolfsonian y finalmente el Phillip & Patricia Frost Museum of Science que cuenta con una estructura de lo más moderna dedicada a la ciencia, un planetario, un acuario y exposiciones para fomentar el conocimiento de la ciencia central detrás de seres vivos, el sistema solar, la luz, entre otros, presentados en juegos de aprendizaje interactivo para niños. Un paseo ideal para toda la familia. El programa ofrece durante todo el año el acceso libre y gratuito los principales museos y galerías de la ciudad a todos los que se hospeden en los hoteles St. Regis Bal Harbour, The Ritz Carlton Bal Harbour, Sea View Hotel y el Beach House Bal Harbour.
