Tai Verdes: "En los Estados Unidos, crecer como un chico negro no es fácil"
Tyler James Colon trabajaba como vendedor en un local de Verizon, en Los Ángeles. Tai Verdes, en cambio, soñaba con crecer como músico y darse a conocer al mundo. Desde chico se presentó a concursos como American Idol o The Voice. Nada sucedía, pero él confiaba. Su sueño no se empañaba. Se veía más claro. Y cada fracaso lo desafiaba aún más. Subía algunas de sus canciones a YouTube, sin éxito. No le importaba. No iba a darse por vencido. “La crisis es la mejor situación que puede sucederles a personas y a países, porque trae progresos”, decía Einstein. Claramente, ni Tai ni Tyler dudaron de este precepto, y fue en 2020, en plena pandemia, que la pureza del deseo de ambos se hizo eco.
TikTok fue la ventana que le permitió mostrar quién era y cantarle al mundo. Compuso su primer single, “Stuck in the Middle”, y lo subió. En muy poco tiempo alcanzó millones de reproducciones en Spotify, más de 3,5 millones de tiktokers usaron su tema para crear nuevos contenidos, y sus videos tuvieron más de tres mil millones de vistas. Su buena energía y su estilo R&B fusionado con el pop, evidentemente, contagian. Y su simpleza sigue intacta. Tai no reniega de Tyler, lo agradece eternamente. Tal vez esa sea la razón por la que llegó tan lejos.
En poco tiempo lanzó “DRUGS” y “BAD BAD News”, y su canción “A-O-K” entró en el número uno de la lista de “Artistas emergentes” de Billboard. En solo dos años se ganó un lugar en el line-up del Lollapalooza Argentina y distintos festivales internacionales, como BottleRock Festival, Bonnaroo Music, Arts Festival, Reading Festival; además de tener por delante una gira por veinte ciudades de los Estados Unidos.
Su último gran hit, “LAst dAy oN EaRTh”, que lanzó a través de TikTok y lo llevó a alcanzar los 2,5 millones de seguidores, invita a frenar un poco la vorágine diaria, las presiones, las urgencias y ser más conscientes de la finitud: de que, en algún momento, la vida termina. Un mensaje magnético, tan simple y tan necesario de escuchar una y otra vez. “Frenar, respirar, sentir y darse cuenta de que esto no va a durar para siempre. Estamos en caída libre, y a veces estamos tan atrapados en el día a día que no nos damos cuenta. Es hora de que todos veamos el mundo más en HD”, clama Verdes.
–¿Qué es lo peor y lo mejor de las redes sociales?
–No creo que haya algo que sea lo peor, porque yo nunca busco lo peor de nada. Creo que si estás buscando lo peor, lo vas a encontrar. Algunas personas sienten que las redes son personas escondidas detrás de una pantalla expresando lo que verdaderamente piensan. Pero no creo que la opinión de quienes piensan eso valga; en realidad, no creo que ninguna opinión sea importante. Creo que es más como “¿vos subiste algo para que la gente lo vea y sos consistente con eso?”. Para esa gente, internet es muy gratificante. Y eso es lo único que importa.
–¿Qué pensás de los haters?
–Creo que no existen los haters, no existe tal cosa. Las opiniones no tienen valor, porque, por ejemplo, vos podés decir que odiás mi música o que odiás algo que hice. Pero eso no tiene importancia porque va a seguir siendo algo que está hecho, no vas a poder borrarlo ni destruirlo, y eso es lo que vale.

–¿Cómo fue tu primer encuentro con la música?
–Me acuerdo de que cuando era muy chico íbamos escuchando música en el auto con mi mamá. Ella me hacía escuchar desde canciones para chicos o CD de compilados con los artistas que estaban nominados a los Grammy ese año. Después empecé a tocar el piano y a intentar sacar esas canciones que escuchaba en la radio; no copiarlas, sino sentirlas. Creo que eso es lo que más me gusta de la música, sentir como siente el pianista.
–¿Qué artistas sentís que te inspiraron?
–Los tres de oro: Kid Cudi, Kanye West, Chance The Rapper. Los escuché desde pequeño y creía en lo que decían porque creo que tuvieron los mismos problemas que yo. En los Estados Unidos, crecer como un chico negro no es fácil, y me gusta ver adónde llegaron hoy.
–¿Qué sentiste a partir del éxito de tu lanzamiento en TikTok?
–Creo que lo mejor de todo eso es que no tenía un equipo detrás, una producción; éramos mi teléfono y yo. Eso es lo mejor que tiene TikTok: podés empezar desde cero y llegar lejos. No solo en la música, sino también en el arte, en negocios.
–¿Cuál es el mensaje que querés expresar al mundo con tu música?
–Algo que intento decir es que si vos creés en tus palabras, eso es lo único que importa, y que tu mensaje es tan importante como el de Taylor Swift o Lady Gaga. Yo creo que mi arte, mi obra, puede colgarse en el mismo museo que el de ellas y nadie puede descolgarlo.

–¿Qué sentís antes de subir a un escenario?
–Depende dónde esté. Siempre siento un poco de nervios pero al mismo tiempo trato de que no me importe.
–¿Qué te atrae de Buenos Aires?
–Su temperatura, su arquitectura. Me sorprende mucho esa flor gigante de metal que se abre y se cierra, es una locura. Tienen cosas muy cool, y todos me tratan muy bien. Amo eso.
–¿Cuál sería tu fiesta ideal?
–No soy muy bueno en las fiestas. Creo que una fiesta conmigo mismo está bien porque para mí la idea de fiesta es estar relajado. Puedo sonar como una abuela tejiendo, pero me estresa estar con mucha gente; lo que más me gusta es estar con poca gente y en modo chill.
–¿Qué aprendiste en todo este tiempo de cambios y crecimiento?
–Pienso mucho todos los días en cuánto quise esto, cuánto lo deseé y agradezco eso. Y aún hoy, cuando estoy dando una nota y hay alguien filmándome, pienso y entiendo que la razón por la que estoy acá es porque fui auténtico con mi música y lo seguiré siendo. Lo que más me hace estar hoy acá es que las veces que sentí que no lograba lo que quería o fracasaba en la música, no me desanimé, me decía a mí mismo: “Eso le pasaría a cualquiera que sea nuevo en algo”. Y siempre me di la oportunidad de hacerlo mejor. Con otras cosas no pude continuar: hice podcasts, actué en stand ups de comedia, modelé, y no sentía ganas de reparar las cosas si me iba mal. Pero con la música sí, me encanta buscar mejorar una canción que hice. En cambio, en mi vida personal intento hacer lo que me sea más cómodo posible. Creo que es lo que más me gusta de hacer música, salir de mi zona de confort.
–Si hoy fuera el último día de tu vida, como dice tu canción, ¿qué harías?
–Creo que volaría a ver a mi mamá y a todas las personas que quiero, para saludarlos antes de irme.
Fotos: Ethan Udell