Alec Baldwin, demandado por la familia de Halyna Hutchins, la directora de fotografía que mató accidentalmente en un rodaje
“Baldwin y otros acusados fracasaron al hacer las revisiones de seguridad y cumplir con las reglas sobre el manejo de armas reales, lo que tuvo consecuencias fatales”. El argumento de la demanda de la familia de Halyna Hutchins contra Alec Baldwin y esos “otros acusados” (David Halls, primer asistente de dirección, y Hannah Gutiérrez Reed, encargada de la armería) es claro respecto de los hechos sucedidos el 21 de octubre del 2021 durante la filmación del western Rust, cuando Alec Baldwin mató accidentalmente a la directora de fotografía de la película.
Baldwin esperaba esta demanda antes que ninguna (“Me sorprendería que no la presentara” dijo el actor en diciembre, en su primera entrevista pública después del luctuoso hecho) porque no sólo es el autor del disparo accidental del arma que acabó con la vida de Hutchins sino también uno de los productores del filme.
En la presentación que interpuso Matthew Hutchins, esposo de la malograda profesional y abogado, ante los tribunales de Santa Fe, donde se rodaba la película, también están incluidos la empresa 3rd Shift Media y otros productores.
Las demandas comenzaron a caer en noviembre, apenas sucedida la tragedia. La avanzada de acciones legales arrancó con Serge Svetnov, encargado de iluminación y por ende colaborador directo de Hutchins.
El hombre estaba presente al momento del incidente, y el argumento de su demanda fue negligencia y falta de profesionalidad de parte de Baldwin. Una supervisora de guion siguió el mismo camino y también hizo su presentación ante los tribunales.
Ahora es el turno de la familia de una mujer fallecida a los 42 años de manera absurda. Respetadísima en la industria, Hutchins había nacido en Kiev, Ucrania, donde había estudiado periodismo. Ya instalada en los Estados Unidos, en 2015 se graduó en el American Film Institute, tras lo cual comenzó una exitosa carrera como directora de fotografía.
Una trayectoria y una vida (Hutchins tenía un hijo de 9 años, Andros) segada en el Bonanza Creek Ranch de Nuevo México por la manipulación indebida de una supuesta pistola de fogueo.
Respecto del incidente, aún resta saber cómo un proyectil verdadero llegó al tambor de la pistola Colt que empuñaba Baldwin mientras ensayaba una escena. Un trabajo arduo para la oficina del Sheriff de Santa Fe, que sólo cuenta con el testimonio del actor que en abril cumplirá 64 años.
Baldwin asegura no haber apretado el gatillo sino que sostuvo el martillo de la pistola y, al soltarlo frente a la cámara, la bala se disparó alcanzando a Hutchins y también al director de la película, Joel Souza. Ambos fueron ingresados en el University of New Mexico Hospital de Albuquerque, donde la mujer falleció. Souza fue dado de alta el día posterior.
Todavía impacta la imagen de Baldwin llorando fuera del set mientras hablaba por teléfono. Días después aparecerían sus primeras declaraciones (dijo estar conmocionado y con el corazón roto por la muerte de Hutchins, y que estaba cooperando plenamente con las autoridades) pero también salieron a la luz las preocupaciones que parte del equipo de la filmación había planteado a los productores por la falta de seguridad en el set, fatalmente cumplidas con el tiroteo que dejó sin vida a Hutchins.
