Nada más queda: Soda Stereo ante su último acto
No es fácil estar a la altura de las circunstancias, y menos cuando se trata de mantener vivo el legado de Soda Stereo, la banda de rock en español más grande de la historia. Zeta Bosio y Charly Alberti lo saben y por eso plantearon su regreso a los escenarios como una despedida definitiva y un tributo a Gustavo Cerati, líder indiscutido del trío, que falleció en 2014 tras cuatro años en coma producto de un accidente cerebrovascular.
Este fin de semana, tras casi dos años de interrupción a raíz de la pandemia, Soda retoma su gira “Gracias totales - Soda Stereo” con dos shows en el Campo Argentino de Polo en los que, con una imponente puesta en escena y una serie de invitados de primera línea, dejan en claro por qué, a más de dos décadas de su separación, se han convertido en leyenda.
En 2007, el tour reunión “Me verás volver” despertó una sodamaníasin precedentes que incluyó seis estadios de River llenos, todo un récord para una banda nacional. Sin embargo, la carrera solista de Cerati se encontraba en su punto más alto y él no estaba dispuesto a dejarla para revivir el proyecto que había iniciado en los 80 y que revolucionó el rock en toda Latinoamérica.
Lo que sí había aceptado era reunirse cada tres o cuatro años con sus ex compañeros, pero el ACV que sufrió en Venezuela durante la presentación de Fuerza natural dejó el sueño trunco.
Diez años más tarde, Zeta y Charly se juntaron para trabajar en un ambicioso proyecto, Sép7imo día, un show del Cirque du Soleil sobre Soda Stereo. Ellos estuvieron a cargo de la banda sonora, que consistió en crear versiones alternativas de los éxitos del trío a partir de remezclas, mashups y tomas descartadas.

Para eso, accedieron a los multitracks de las cintas originales y en un momento se animaron a tocar acompañados por la voz y la guitarra de Gustavo. Lo que sintieron al volver a encontrarse en una sala a recuperar esos recuerdos, sumado a una demanda real del público, los motivó a enfrentarse al desafío de montar un show en vivo que evocara a Cerati y al mismo tiempo los volviera a conectar con la gente.
“Por más que lo intentemos, nunca dejaremos de ser Soda”, decía el frontman. Y eso es lo que quieren demostrar el bajista y el baterista con este nuevo espectáculo.
Con una formación ampliada integrada por el tecladista Fabián “Zorrito” Von Quintiero y los guitarristas Roly Ureta (Fricción, Miguel Mateos), Simón Bosio y Richard Coleman –además de otros colaboradores del mundo Soda, como el sonidista Adrián Taverna–, la banda vuelve a cobrar vida sobre el escenario de la mano de la tecnología, que les permite tocar en sincronización con la voz y hasta con la guitarra de Gustavo Cerati, cuya imagen se proyecta en pantallas gigantes que integran buena parte de la puesta en escena junto con un sistema de luces de última generación.
El cantante aparece en cuatro de las diecinueve canciones que forman parte del concierto, y según Charly y Zeta, son aquellas que nadie más puede interpretar de una manera tan perfecta, como “En la ciudad de la furia”, “Fue”, “Primavera 0” y “Sobredosis de TV”.
El resto de los temas quedaron a cargo de diferentes invitados de primer nivel que, según el tramo de la gira en donde se encuentren, cantan en vivo o pregrabados en video. Los elegidos fueron Rubén Albarrán (Café Tacvba), Benito Cerati, Adrián Dárgelos (Babasónicos), Andrea Echeverri (Aterciopelados), Álvaro Henríquez (del grupo chileno Los Tres), Juanes, Mon Laferte, León Larregui (vocalista de los mexicanos Zoé), el puertorriqueño Draco Rosa, Fernando Ruiz Díaz (Catupecu Machu, Vanthra), Gustavo Santaolalla, Julieta Venegas, Walas (Massacre) y Chris Martin, que en la última visita de Coldplay a la Argentina sorprendió con una poderosa versión de “De música ligera”.

“Gracias totales - Soda Stereo” arrancó el 29 de febrero de 2020 en Colombia y continuó por Perú y México hasta que fue interrumpida por la pandemia. Las fechas en Buenos Aires, entonces, también son la celebración de que, tras el impasse, la gira continúa con paradas en República Dominicana, los Estados Unidos, Ciudad de México, Paraguay y Chile. “Estos shows en la Argentina son la continuación de algo muy hermoso, un tour que había empezado muy bien y con muchas emociones”, explica Charly Alberti en exclusiva para El Planeta Urbano.
“Para nosotros, esta gira es importante porque significa cerrar una etapa, una historia que termina, al menos en los escenarios. Cada una de las personas que vayan van a estar viendo por última vez a Soda Stereo porque hay temas que los tocamos los tres solos de forma virtual/presencial”, agrega el baterista. Como dijeron los músicos en un comunicado, “Gustavo es una ausencia presente”, y eso se siente en cada canción elegida para este gran acontecimiento.
A diferencia de lo que ocurrió en el primer tramo, para esta segunda parte Charly y Zeta están más confiados porque saben que el público los espera con alegría y grandes expectativas. De hecho, es la primera vez que la banda diseña un espectáculo priorizando los deseos de la audiencia más que sus propias inquietudes artísticas.
Si el regreso de 2007 respondía a las ganas de Cerati de modernizar el sonido del trío, para esta despedida la lista de temas se centra en los clásicos, más algún favorito de los fans, como “En remolinos” o “El rito”.

La decisión de tocar algunas canciones con la imagen y la voz de Gustavo también se hizo pensando en aquellos que lo extrañan y que desean volver a sentir, aunque sea en parte a través de una pantalla, la magia de Soda en vivo. Para las nuevas generaciones, en cambio, será una oportunidad única de verlos en directo, aunque sea en un formato no tradicional.
La otra novedad es que este tour será el primero en Latinoamérica que será cien por ciento carbono neutral. Con el objetivo de compensar las emisiones de carbono que generó cada uno de los cuatro shows que dieron en 2020, la banda ya plantó dos mil árboles nativos en el sur argentino junto a la Fundación R21, creada y liderada por Alberti.
Tras el parate por la pandemia, hoy la banda más importante del rock latino se despide de su país para luego seguir su camino por el resto del continente cerrando un ciclo que empezó hace casi cuarenta años.
Invocando a su líder y apelando a la memoria emotiva, Soda Stereo vuelve a sorprender con un espectáculo histórico e innovador, con grandes figuras que están a la altura de las circunstancias y que ponen su voz a un repertorio inoxidable que no hace más que elevar su legado. De nuevo, por milésima vez, gracias… totales.