Richard Madden: todo sobre el estreno de Eternals, la nueva película de Marvel
Es curioso cómo un mismo encuentro puede estar sucediéndose con escenarios tan dispares y opuestos: en el este europeo, el verano se hacía notar, la temperatura de aquel domingo iba acelerándose mientras las agujas del reloj anunciaban que el mediodía estaba quedándose atrás.
Acá, la mañana recién estaba despuntando y, a juzgar por las nubes y el clima invernal que asomaba por las ventanas, estaba claro que el abrigo iba a ser necesario durante todo el día. Y aun así, con estos dos contextos tan desemejantes, hay un espacio (o una llamada) en el que logramos encontrarnos todos, haciendo invisible las diferencias y jugando a conversar para plasmar la charla en papel.
Richard Madden comenzó a actuar a los once años. Pasó por diversos papeles, desde Cosimo de Medici hasta el príncipe Kit, pero fue Robb Stark, de la serie Game of Thrones, el que lo llevó a una popularidad masiva. De hecho, uno de los capítulos mejor rankeados es aquel donde su personaje contrae matrimonio. Esa escena quedó tan grabada en la audiencia que el episodio es conocido como “La boda roja” y no como “Las lluvias de Castamere”, como en realidad se llama.
Luego llegó su protagónico en la serie Bodyguard, con la que finalmente se llevó el preciado Golden Globe a su casa, y hoy, a pocas semanas de estrenar una nueva película junto a Angelina Jolie, el actor es elegido como embajador de Defy, la nueva fragancia de Calvin Klein.

–¿Cómo cambió tu percepción de la actuación desde tus comienzos?
–Supongo que mi tipo de percepción cambió en función de que cuando tenés once años estás fingiendo, pretendés ser y, de algún modo, es un juego mucho más fácil el de hacerle creer algo a otro. Luego, ya como adulto, si bien hacés lo mismo, tenés que saber usar tu imaginación de una manera diferente. Creás un personaje habiendo vivido, siendo de algún modo un poco más real.
–En una entrevista dijiste que rechazaste varios papeles porque estabas esperando que apareciera el personaje correcto, hasta que te eligieron para Game of Thrones. ¿Creés que enfocar tus deseos en un objetivo puntual ayudó a manifestar el rol que estabas esperando?
–Creo que tiene que ver con creer en uno mismo. La seguridad, confianza y certeza absoluta de que lo correcto llega. A veces es difícil, lo sé, pero siempre he sido bastante terco y obstinado en ese sentido, porque siempre supe mi dirección, a dónde estaba yendo o a dónde deseaba ir. Creo que se trata de ser valiente y resistir.
–¿Considerás que los personajes que elegís interpretar se conectan en algún punto con vos?
–Sí, y lo que me es interesante con este tema y los personajes elegidos es que gravito un poco en el origen; es como el huevo o la gallina. No sé si la elección es con base en que hay una parte del personaje que yo, como ser humano, quiero explorar porque me divierte y luego se sucede en conocimiento o saber, o interpreto un papel porque quiero explorar puntualmente una parte de mí que no conocía tan bien. Sea cual fuere la respuesta, definitivamente no puedo evitar verme afectado y aprender acerca de quién soy cuando paso tanto tiempo observando a otra persona.

–También dijiste: “Creo que nunca tuve más confianza que cuando no tuve éxito, porque no tenía nada que perder”. ¿Cómo te sentís ahora?
–Cuando no tenés mucho que perder es fácil ser valiente y no ser tan consciente de vos mismo. Pero cuanto más lo hacés, más te brindás a tu trabajo, más personas esperan cosas de vos y, a la vez, vos mismo también te ponés expectativas. Eso, de algún modo, termina generando una presión que, de no controlarla, se puede volver cada vez más pesada. Pero si lográs mantenerte en eje, esto también podría funcionar como lo que te motiva y, ya sabés, te sirve para empujar hacia adelante y trabajar con mayor fuerza.
–Cuando leíste por primera vez el guion de Bodyguard, ¿cuál fue el principal desafío que detectaste para interpretar a tu personaje?
–Creo que el hecho de participar de manera realista y encontrar trucos para poder interpretar a este hombre que se dedica a esconder todo tan bien, desde lo que siente hasta los traumas con los que está lidiando. Como actor, debo decir que es un gran desafío convencer a una audiencia cuando elegís interpretar a una persona que no manifiesta ni muestra nada pero le ocurre de todo por dentro.
¿Cómo puedo ser cauteloso para contar una emoción sin manifestarla directamente y, a la vez, permitir que la audiencia pueda vea al personaje y se conecte con él? Afortunadamente, tenía un trabajo de cámara inteligente y así pudimos atrapar muletillas o expresiones puntuales. Me divirtió mucho hacerlo, pero estos personajes se meten en vos y los dejás tomar tanto de tu psique que también es importante estar listo para dejarlos ir y conectarte de nuevo con vos, volver a la costumbre de ser vos y dejar de ser alguien más todos los días.

–¿Qué podés contarnos sobre Eternals y tu personaje, Ikaris?
–Es una aventura realmente emocionante porque, a diferencia de lo que ocurre en otras películas, acá somos diez personajes en total y no están ensimismados sino que cada uno aporta algo interesante. Cada uno tiene su experiencia de vida y podés realmente sentir en quiénes se convirtieron y lo hastiados que están con el mundo que los rodea, aunque a la vez hay un aura de amabilidad que se deja percibir. Creo que ese es uno de los puntos de partida que me emocionó mucho cuando me conecté con el proyecto y tal vez sea un eje interesante para que la audiencia explore.
–Sos el embajador de CK Defy, la nueva fragancia de Calvin Klein. ¿Por qué elegiste formar parte de la familia CK y qué te resonó puntualmente del proyecto?
–No sabíamos qué íbamos a hacer juntos pero sabíamos que lo íbamos a hacer muy bien. Mucho de lo que hablamos en esta nota tiene que ver con lo que el perfume transmite: el desafío y este concepto de ser valiente y confiar en tus instintos, luchar por conseguir lo que uno anhela, avanzar permanentemente hacia adelante a pesar de tus propias limitaciones, de las creencias o de la opinión de los demás. Creo en el desafío constante de mirarte a vos mismo y preguntarte: “¿Cómo puedo ser mejor para llegar a ser la persona que quiero ser?”.
Fotos: Gentileza Calvin Klein