Comer y beber en Buenos Aires
DOC Bar de vinos

Buenos vinos, buena onda y buenos precios. La propuesta de DOC es contundente en su sencillez: un típico bar de vinos a la europea en cuya barra se puede probar una selección de etiquetas de productores pequeños y medianos de todo el país. Hay tintos, blancos, rosados y espumantes por copa (excelentes opciones desde $230) o por botella (a partir de $690). Pero antes que nada, habrá que pasar por el “Corchito Challenge”, el desafío pensado para asegurar un momento de distensión y juego que recompensa la buena puntería con un vino como premio. Para comer hay empanadas, sándwiches ($530) o picadas para compartir ($1.190), y como opción dulce, la degustación de chocolates de Cocoabit ($490), con delicias que van del negro amargo al blanco con sal del Himalaya, pasando por delicados bombones con Malbec y con Torrontés. Ubicado en una casona reciclada, tiene un salón amplio y abierto intervenido por el artista callejero Rylax Rocky, un patio con gradas y el point favorito cuando el clima acompaña: la ancha vereda sobre una porción verde y empedrada de la calle Cabrera.
José A. Cabrera 4977, Palermo Soho
IG @docbardevinos
Le Rêve

Este bistró parisino de mesitas en la vereda fue una de las aperturas más sorprendentes del año en pandemia. Abierto de lunes a sábados, este recinto de cocina francesa ofrece una carta acotada pero variada. Empezar con el pâte de foie, choclo brûlée, algarroba y pickles de vegetales ($890) es un gran acierto, como también la opción veggie de burrata con tomate reliquia, rabanito, albahaca, garrapiñada de sésamo y baba ganush ($980). Del mismo modo funcionan los principales: pesca del día, calabaza grillada, mango, sésamo, emulsión de azafrán y vainilla ($1.400) para los meat-eating; anolini de zanahoria, tomillo y coriandro, a las órdenes de los vegetarianos. En el postre, según el mesero, hay unanimidad: panna cotta de coco, croutons de banana, caviar de café y dulce de leche ($610). De las doce canillas que tiene la barra, una saca un blanco Revolución Garage Blend muy recomendable, y otra, un fresco rosado Ojalá Malbec. Pas à pas, qué elegancia Buenos Aires.
Uriarte 1901, Palermo Soho
IG: @lerevebistro
El Destello

Beber un Old Fashioned mientras se juega al Pac-Man en un arcade, suena música de los 80, se proyectan los títulos de V: invasión extraterrestre, y en la barra, una réplica de E.T. enternece, es un sueño posible. Lo logra este spot palermitano, donde hay tanta nostalgia como frescura, incluso en el público, que ronda los 30 años. Tienen cerveza Kaleff y Mur ($230 la pinta), vermú propio ($230) y sidra de barril ($230). En cuanto a los cócteles, están los básicos (desde $300), Gin Tonics que se tunean a gusto ($350) y varios tragos de autor, como el riquísimo RKD, con Cynar, Aperol y espuma de IPA ($350). La cocina merece mención especial: hay wrap de falafel con ensaladita, berenjena, pan chapati, yogur y papas ($500), hummus de remolacha ($300) y buñuelos de acelga ($300). Los platos estrella son la hamburguesa Destellante, hecha con blend de rosbif y asado, panceta, cheddar, cebolla, alioli y papas fritas ($650), y los baos de cerdo o vegetariano ($450 el par). El dato: con la compra de cualquier bebida vienen dos fichas para jugar (no se venden aparte). Y es sólo para mayores de 18 años. Sabores en 8 bits.
Gascón 1460, Palermo Viejo
IG: @bareldestello