Comer y beber en Buenos Aires
Ronconcon

El sueño de tres socios (los venezolanos Nayary Moncada y Paul Porras y el argentino Emilio Bruno) de consumar una propuesta de cocina latinoamericana con autoridad, perfil de autor y sabores logradísimos –algo que ellos sentían que faltaba en Buenos Aires– se cumple con creces en este restaurante ubicado en una tranquila calle de Caballito. La vieja casona acondicionada es el escenario ideal (con sus colores, su mural, su música ad hoc) para una muy buena carta de cócteles y el desfile de una docena de platos donde por supuesto están presentes Venezuela y Colombia –excelentes las empanadas de osobuco ($550) y los tequeños ($530)–, pero también países de más arriba, entre México y el Caribe, por trazar un eje que de todos modos estira sus límites. El mejor ejemplo es el ceviche de pesca curada –fiesta para la boca y el alma–, que con su combinación de ají amarillo, mango, jalapeños encurtidos, cebolla morada y maíz chuspillo ($830) es la puerta de entrada ideal (hay otras, claro; nos quedamos con esta) a un sitio indudablemente mágico.
Beauchef 527, Caballito
Tel.: 2085-5860
IG: @ronconcon.ba
Fresca

Las mentes maestras detrás de este “laboratori di pasta” son el chef italiano Mario Sciolla y su compatriota Manuel Urbano. En Fresca deslumbra la pasta pero también el precioso local, donde además se venden productos importados de la península (cafeteras, quesos, cerveza, licores y un largo etcétera). La propuesta central se divide en las líneas Classica, Speciale, Del Giornio y Nutrizionale y se acompaña con salsas propias. Todo fresco y de calidad superior. Comparte cartel con preparaciones para horno, antipastos y postres. Y también origen: el prístino laboratorio del primer piso, comandado por el ingeniero en Alimentos y también socio Mauro Kipriz. Elaboradas con sémola de trigo candeal, las pastas se presentan en coqueto packaging con una novedosa forma de porcionado. Vale entregarse a los consejos de quienes atienden el mostrador, entrenadísimos en cocciones, cantidades y salsas. Geniales los Lingotti di bondiola al Malbec ($490 la porción y media), sorprendentes los Ravioloni amalfitani ($410) y exquisitos los Linguine all’uovo ($360). Y hay más, mucho más en este pedacito de Italia ubicado en la zona de La Imprenta.
Migueletes 921, Las Cañitas
IG: @frescalapasta
Bar de Carnes

Fuera del atestado circuito de bares de Recoleta, la propuesta más descontracturada de Sebastián Valles (Azul Profundo, La Dorita y La Pescadorita) apunta al corazón carnívoro porteño y lo conquista con los cortes que salen de su horno alimentado a carbón y leña. Como en un asado con amigos, las “carnitas” llegan en una tabla para degustar entre varios (hay matambrito por $550, lomo tataki a $650 y ojo de bife a $690). Lo que no se consigue en ningún asado porque es patrimonio de la casa es el famoso Choricampi, un chorizo relleno con mozzarella y cebolla caramelizada, envuelto en masa de pan de campo ($400). La opción veggie es una crujiente provoleta con palta, tomates confitados, cebollas caramelizadas y mix verde en pan brioche ($400), y la gourmet, un medallón de 180 g de carne con mozzarella y aceite de trufas ($650). Buena música, un amplio salón de onda industrial con galería exterior y las pintas heladas de Otro Mundo ($200) invitan a alargar la noche con papas fritas crocantes ($250) y polentines ($250), los sticks de polenta infaltables en la mesa de los habitués.
Peña 2287, Recoleta
Tel.: 4808-0774
IG: @bardecarnes