EL MERCADER DEL FUTURO
Pagos móviles, análisis de datos, robótica e inteligencia artificial. La tecnología irrumpió en el universo del retailpara ofrecer experiencias de compra cada vez más personalizadas. Los nuevos consumidores lo exigen y la transformación digital ya es un hecho.
Imaginá esta situación: entrás en un local para probarte ropa y un muro interactivo te muestra en su pantalla una selección de las últimas prendas en stock. Con un clic, elegís cuáles son las que más te gustan y un vendedor las deja listas para vos. ¿No estás seguro de comprarlas? No hay problema. Podés guardar tu pedido en el sistema para luego hacer una compra online.

La tecnología está revolucionando el mundo de la moda, y algunas marcas, como Rebecca Minkoff (Estados Unidos), ya renovaron sus locales con estos dispositivos. Sus espejos inteligentes le permiten al cliente pedir ayuda desde adentro del probador y ofrecen sugerencias personalizadas con base en el gusto de cada uno. Gracias al uso de este sistema, la firma consiguió aumentar sus ventas en un 50 por ciento. Por eso, ahora también planea incluir escáneres digitales para que el cliente vea cómo le queda la ropa sin necesidad de cambiarse.
Y si hablamos de pioneros, Adidas siempre está en la lista. Allá por 2011, la marca de las tres tiras presentó en Nueva York una pared interactiva (más conocida como “Virtual Footwear Wall”) que causó furor entre sus seguidores. Este muro, equipado con la información de hasta ocho mil zapatillas, permite a los clientes observar los productos en formato 3D y acceder a vistas y videos animados de cada uno de ellos. Ya no más largas filas de zapatos ocupando espacio en las tiendas.
TAN SÓLO VETE
Pero el boom tecnológico también llegó a las góndolas del supermercado: sin cajeros ¿ni filas? Así es. Amazon, el gigante del comercio electrónico, inauguró en enero del año pasado Amazon Go, la primera tienda autoservice que funciona sin efectivo ni tarjetas bancarias. Para entrar, los clientes deben descargar la aplicación Just Walk Out en sus celulares, crear una cuenta en Amazon y escanear un código QR con el smartphone. Una vez ahí, eligen los productos, los dejan caer en sus bolsos y el sistema automáticamente los agrega al carrito virtual. Al salir del comercio, los sensores reconocen lo que compró cada uno y el pago se efectúa a través de la cuenta.
Amazon Go ya funciona en Seattle, Chicago y San Francisco. Pero no hace falta viajar al exterior para notar que los supermercados caminan en ese rumbo. Si bien Amazon está un paso adelante de sus competidores, en la Argentina, Jumbo, del grupo Cencosud, fue el primero en implementar las cajas de autocobro en sus tiendas. Este sistema cashier-less permite a los clientes pasar los productos por un escáner, embolsarlos y efectuar el pago a través de un Posnet, con tarjetas de débito y crédito.

VEO VEO
La realidad aumentada es el nuevo aliado de la compra minorista, y Lowe’s, la cadena de venta de artículos para la construcción y equipamiento para hogar (Estados Unidos, Canadá y México), ya utiliza esta herramienta en sus tiendas de Washington y California. Gracias a la aplicación de mapas Lowe’s Vision: In-Store Navigation, los clientes pueden usar sus smartphones para buscar productos, agregarlos a una lista de compras y ubicar artículos dentro del comercio. Lowe’s Vision utiliza la tecnología Tango, de Google, para guiar a los usuarios a través de la tienda, utilizando una interfaz de realidad mixta. “Con este sistema logramos crear una experiencia de compra más fluida, permitiendo a los clientes ahorrar tiempo y enfocarse más en sus proyectos”, asegura Kyle Nel, director ejecutivo de Lowe’s Innovation Labs.

¡SORPRESA!
Pero, ¿qué más cómodo que comprar desde el sillón de casa? En el último tiempo, los usuarios aumentaron sus preferencias hacia el comercio online y, por eso, las empresas están renovando sus sitios web. Lo más novedoso llegó de la mano de Amazon y su anticipatory shipping, un sistema de entrega de productos que predice lo que el cliente va a comprar antes de que lo haga. La plataforma analiza los patrones históricos de compra, la duración de tiempo en los ítems vistos y la actividad en el carrito de compras, y realiza un envío anticipado a domicilio. El cliente puede devolver el producto en caso de que no le guste. Pero la sorpresa de recibir una caja y no saber qué lleva dentro seguramente influya en su decisión.

