Oriana Sabatini: Alma de diamante
Cantante, actriz, modelo, It girl. La hija de Catherine Fulop - Osvaldo Sabatini. Es el centro de atención donde quiera que vaya. Sabe lo que quiere y llegó para lograrlo.
Es dueña de una belleza que deja sin habla, pero su pasión es la música: “Estoy trabajando en mis canciones, grabé un par a principios de este año y ahora me voy a Los Ángeles para terminar de ultimar detalles y hacer el primer lanzamiento”, cuenta sobre su futuro esta seguidora de Rihanna que reconoce como primeras influencias a Green Day, Avril Lavigne y Britney Spears. “Soy re-insegura porque de chiquita era la más alta y tuve una época donde era recontrarrellenita, entonces me sentía un elefante”, dice para justificar esa personalidad que define como introvertida a pesar de contar con un millón cuatrocientos mil seguidores en redes sociales.
–¿En qué momento entendiste que la vocación pasaba por lo artístico?
–No tengo el recuerdo de habérmelo preguntado. Simplemente crecí en el ambiente y acompañé tanto a mi mamá a los backstages, a ver cómo grababa o cómo ensayaba en el teatro, que esto influenció un poco en la decisión. Nunca me lo pregunté, lo di por hecho.
–¿Ser hija de tus padres ayuda o complica?
–Ninguna de las dos cosas. Quizá me puede llegar a ayudar para entrar en un casting, pero la verdad es que no ayuda ni complica. Nunca sentí la presión de demostrarle nada a nadie, soy una persona separada de mis papás y si alguien espera algo de mí están equivocadísimos. Mis papás no querían que fuera a ningún casting hasta que terminara el colegio.
“Bajé mucho de paso después de Aliados. Mucha gente me tildaba de anoréxica y nada que ver. Es muchísimo esfuerzo porque no tengo la genética de comer lo que quiero y no engordar”
–¿Cuán celoso es tu papá?
–Y… bastante. Soy como “su nena” así que todavía le cuestan algunas cosas. No le gusta ver muchas fotos destapada o verme con mi novio. Lo re-quiere a Julián [Serrano], pero siempre le va a costar porque soy su nena, la primera, es superentendible.
–Vos sos increíblemente bella, tu mamá es una bomba. ¿Nunca hubo un momento de competencia entre ustedes?
–No, para nada. Es más, yo estoy superorgullosa de tener una mamá como ella. Me parece increíble que a su edad se cuide de la manera en que lo hace, cómo hace gimnasia, cómo trabaja, cómo está pendiente de su piel. Lo natural es lo mejor. Eso me re-sirve para mí cuando sea grande. Es alguien de quien puedo aprender un montón.
–¿Cómo te llevás con la estética?
–Bien, como cualquier adolescente mujer. Te vas dando cuenta de que no es tan importante ser flaquísima, o tener el mejor físico del mundo, o que tu foto de Instagram sea la más linda, o cosas así. Vas aprendiendo que lo más importante es sentirte bien como sea que te veas en el espejo. Amo cuidarme el pelo, de chiquita no me gustaba nada, pero hoy representar a una marca como L’Oréal y presentar un producto como Casting Creme Gloss es un honor.
–O sea, hay un cuidado de la estética sin enloquecer.
–Claro. Yo bajé mucho de peso de cuando estaba en Aliados a ahora. Mucha gente me tildaba de anoréxica y nada que ver. Es muchísimo esfuerzo porque no tengo la genética de comer lo que quiero y no engordar, es acostumbrarme a alimentarme bien. Pero yo al subir una foto en bikini no es que incentivo a las chicas a que tienen que tener mi cuerpo.
–¿Sufriste bullying alguna vez?
–No, fui a un colegio que no era superficial, mis amigas no tienen nada que ver con el medio, son cero competitivas. Todos los amigos que me rodeaban siempre eran muy simpáticos. Quizás sí lo tuve cerca, pero cada vez que me enfrentaba a eso me alejaba porque sabía que no estaba bueno.
–¿Cómo es el vínculo con tu tía?
–Bien, ella viaja un montón pero cada vez que viene a la Argentina se toma el tiempo de estar con nosotras, de pasar tiempo en familia, de hacer alguna cena.
–¿Vos jugás al tenis?
–Jugaba cuando era más chiquita, me comía la vida y decía: “Tengo que hacer algún deporte”. Pero no logré adoptar el hábito. Igual, ahora estoy bastante deportista: hago mucho boxeo, crossfit, baile y pilates.
–Estás de novia hace bastante. ¿Qué te enamora?
–La base de cualquier relación es ser sincero y hablar todo, es por lo que estuvimos tanto tiempo. A los 20 es un montón estar dos años y medio juntos. También el respeto. Él me admira y yo lo admiro a él por lo que hace. Esa admiración que nos tenemos el uno al otro también es superlinda. Ninguna relación es un cuento de hadas, como dicen en las películas, pero la verdad es que yo no me peleo nunca con mi novio.
–¿Quién es más celoso de los dos?
–¿Más celoso? Yo, obvio.
–¿Con qué soñás?
–Con poder crecer lo más que pueda sin un techo en lo que amo hacer, que es cantar. Sueño con estar en un escenario cantando mis canciones o haciendo que la gente baile y se divierta y le pasen cosas. No sé si sueño con una familia, voy más por otro lado.
–¿Y te imaginás trabajando en la Argentina o en el exterior?
–Hoy en día, con las redes sociales e internet, limitarte a tu país o a cualquier lugar es ponerte un techo, porque es muy fácil que algo se viralice. Yo apunto a todo lugar al que pueda llegar; si lo hago en mi país, genial; si lo hago afuera, también. Está bárbaro que te conozcan en otros lugares. Me encantaría irme a vivir a otro lado. Creo que viajar, vivir y estar fuera de tu zona de confort es lo que más te abre la cabeza.
–¿Cómo te convertiste en una it girl?
–No me considero una it girl. Creo que ese término depende de los seguidores que tenés en las redes sociales. Debe de ser por eso, por lo que generás en el público. Nunca me lo puse a pensar.
–¿Qué se siente que te siga esa cantidad de gente?
–Es una locura. Trato de no hacerme la cabeza porque las redes sociales, internet y todo eso son algo tan efímero que un día podés estar y otro no. Esa gente que se obsesiona con los likes o con subir fotos que sólo sean superprofesionales, perfectas… Le doy la importancia que tiene que tener porque lo sigue un montón de gente, pero tampoco es “guau”. Es una herramienta supercopada de trabajo, pero no es mi vida.
–Si tuvieras que aconsejarle a alguien que arranca en redes sociales tres cuestiones básicas ¿Cuáles serían?
–Bajarte un muy buen editor de fotos, ser vos mismo y tratar de capturar esos momentos de diversión, de alegría, de aventura o cosas locas que al público le gustan. Ves eso y lo anhelás. En mis redes sociales soy muy auténtica, no subo algo que no me gusta, nunca seguiría o promocionaría a una marca con la que no estoy conforme.
–Si hablamos en cinco años y salió todo genial, ¿cómo te voy a encontrar?
–Quizás haciendo mi show, ya sacando el segundo o tercer disco, un poco más establecida en cuanto a mi carrera musical y ojalá que también con proyectos. Me gusta mucho actuar, ojalá también se pueda dar.