Peter Lanzani: My way
Tiene 25 años de edad y 10 de carrera. Ex ídolo teen, el año pasado pateó el tablero para interpretar algunos de los papeles más jugados del cine, el teatro y la televisión y, contra todos los prejuicios, salió airoso. ¿Su secreto? Ser fiel a sí mismo, buscar la libertad y aprovechar la vida.
Peter llegó unos minutos antes de la hora del encuentro al Hotel Alvear y, entre sorprendido e incómodo, aceptó que le invitaran el café que pidió. La fama no se le subió a la cabeza, contaría más tarde, en el transcurso de la entrevista.
Tampoco parecen haberlo mareado el delirio que provocó el superéxito de Teen Angels ni el prestigio que vino de la mano de sus últimas interpretaciones.
Con su Norte claro, y eligiendo con solidez los pasos siguientes, disfruta de un presente fantástico. El ídolo adolescente se convirtió en un señor actor. Su paso por El clan, Equus y el trabajo que puede verse todas las noches en La leona lo llevaron a un lugar de prestigio y respeto dentro de una industria sumamente agresiva y prejuiciosa.
–¿El 2015 fue un año de consagración?
–Fue un año de desafíos, de afrontar miedos, de liberación.
–La última vez que hablamos fue a fines de 2013 y me dijiste: “Quiero parar la pelota y pensar muy bien cuál va a ser el próximo paso”. Hoy se te ve como un actor distinto.
–Sí, sucedió de todo, quizá fue romper una barrera de cómo me veían y cómo me ven ahora.
–En ese momento no había duda de que podías ser un galán, pero apareció el personaje de Alejandro Puccio en la película El clan; Alan en Equus, la obra de Peter Shaffer, y hoy Brian, en La leona. Son todos personajes muy fuertes.
–Yo soy actor. Si tengo que hacer de un galán, me pondré el traje de un galán, y si me toca hacer de un asesino serial, seré un asesino serial. Me gusta el desafío. Elijo los laburos con base en lo que tengo ganas y me divierte. No todo el mundo puede hacer eso, me siento un afortunado.
–¿Qué pasa con los personajes cuando termina un proyecto?
–Quedan encajonados. Es difícil, más el año pasado, que tuve tres personajes muy complejos. El de El clan me costó muchísimo dejarlo, pero quizá lo que más cuesta son los de teatro. Porque en cine y televisión quedan, el teatro es algo que se vive, es la experiencia.
–¿Se los extraña?
–Sí, por supuesto. Y, obviamente, algunas cosas de los personajes también son mías, más que nada las formas, no las razones. Van conviviendo conmigo toda la vida.
–Tu personaje en La leona encuentra refugio en el arte.
–Sí, porque en definitiva es un artista. Toma decisiones erróneas y decide esconderse en ese lado de oscuridad por las enseñanzas que fue teniendo, por su familia, básicamente. No puede librarse de ahí. Pero dentro de ese mundo de tinieblas de esa familia, te diría que es el único personaje con luz. Es un artista. Le pese a quien le pese, es un artista.
–¿Cuáles son tus refugios?
–Mi familia, mis amigos. Esos son lo que, básicamente, saben quién soy y nunca van a dejar que me pierda.
–¿No te la creíste mucho en ningún momento?
–No, yo quiero creer que no. Y si alguna vez sucedió, o alguien se sintió así, pido disculpas. Siempre me sentí el mismo boludo.
–¿Y dónde conectaste con Brian?
–Es difícil, Brian es una persona muy diferente a mí. Tiene un problema enorme con las drogas que yo no tengo. Problemas con su familia, que yo tampoco tengo. Quizás conecto más con su forma de ser libre, de no dejarse llevar por las cosas negativas de la vida.
–¿Con la soltería estás siendo muy acosado?
–No, tranquilo.
–¿Cómo te llevás vos con la soledad?
–Bien. No tengo problema. Me conozco, me gusta estar… no sé si soltero es la palabra, porque a mí me gusta estar en compañía, pero me llevo bien estando solo. Hasta cuando estuve en pareja me llevé bien solo.
–Vos ya vivías solo.
–Sí, hace tres años.
–¿Qué hacés en tu casa?
–Cocino, lavo, paso la aspiradora, un poco de todo.
–No nos engañes.
–No, en serio.
–¿Lo que mejor cocina Peter Lanzani?
–Me gusta hacer asado, pasta con alguna salsa, salmón… un poco de todo. Me gusta cocinar.
“ELIJO LOS LABUROS CON BASE EN LO QUE TENGO GANAS Y ME DIVIERTE. NO TODO EL MUNDO PUEDE HACER ESO, ME SIENTO UN AFORTUNADO.”
–¿Quién te enseñó a cocinar?
–Yo. Tutoriales… Es un poco prueba y error. Las primeras cosas me deben de haber salido un desastre. Los asados, pasados; mis primeros fideos, pegados. Pero bueno, después uno va aprendiendo.
–¿Cómo es la rutina para ir a dormir si estás solo?
–Leo. Laburo un poco si tengo que laburar y después me voy a dormir. Me duermo con la tele. Es un arma de doble filo, porque me ha pasado de poner la tele y empezar a escuchar diálogos y decir: “Uy, esta la conozco”, darme vuelta y están pasando El aviador.
“Listo, sé que hasta dentro de dos horas no me voy a dormir.
–¿Querés tener novia?
–No planeo respecto a mi vida amorosa. Sucederá lo que tenga que suceder.
–¿Si te piropea un hombre qué pasa?
–No, no, no.
–No te interesa, OK. ¿Pero cómo reaccionás?
–No sabría cómo reaccionar. Le diré: “Muchas gracias, pero no”, calculo.
–¿No te vas a espantar?
–No, no tengo por qué espantarme. Nadie está haciendo nada malo con eso.
–No sucedió hasta ahora.
–No, que yo me haya dado cuenta, no. No lo sé, quizás hay gente que charla buena onda y yo charlo buena onda. Pero nunca me ha pasado que alguien venga y me diga algo concreto.
–¿Chicas sí?
–Chicas sí, me han tratado de dar un beso.
–¿Nunca saliste con ninguna fan?
–No. No me gusta tampoco. A mí me gusta sentarme, charlar, vamos a tomar una cerveza, hablemos un poco y si se da, se da.
–¿Qué es lo que una mujer nunca debería hacer para seducirte?
–Para mí las mujeres son como reinas, yo trato de tratarlas así. No se me ocurre algo que me haya espantado como para decir “hasta ahí”.
–¿A quién le agradecés?
–Antes que a nadie, a mi familia. Me bancan, me apoyan, me siguen, me acompañan.
–¿Qué hubiera pasado si ese día en la playa no te veían? ¿O si tus padres no te daban permiso para hacer esa campaña de ropa y seguir en la actuación?
–Quizás estaría estudiando Psicología, o Ingeniería, o algo.
–¿Tus papás a qué se dedican?
–Mi mamá es economista y mi papá es un montón de cosas: abogadoescribano, tiene un máster en Sistemas; es un tipo sumamente culto. Mi vieja también es sumamente inteligente. Mis hermanos son ingenieros industriales, y yo, bueno, me pongo en bolas (risas).
–¿Qué consejo le darías hoy al chico de 15 que eras cuando empezaste?
–Le diría que tenga paciencia, que no se preocupe tanto por cosas menores.
Lo mejor que puedo decir es que hay que ser uno mismo, encontrarse, tratar de ser libre, no retenerse nada.
Vivir, básicamente. Aprovechar la vida, que es una sola, más allá de los problemas que puedas llegar a tener con tus amigos, con amores, familia, lo que sea.
Agradecimiento: Alvear Palace Hotel
Asistente de fotografía: Pamela Brunfman
Styling: Gimena Bugallo Raponi
Agradecimientos: Garçon García, Félix, Terán, Liguria, Infinit, Osklen