Hacia el leasing cultural
La música, el cine, las series y los libros se alquilan. Tenemos a nuestra disposición las más populares canciones y películas para ver a través de una cuota mensual. No compramos nada y accedemos a todo.
Semanas atrás se cumplieron 36 años del nacimiento del walkman, algo que revolucionó la música al hacerla portátil. Antes, las melodías se escuchaban en salones, livings o recitales, y a partir de este reproductor portátil se pudo llevar a cuestas. En estas tres décadas mucha música ha pasado por nuestras orejas, pero la llegada de internet a este campo provocó un cambio de paradigma: pasamos de comprar los discos, olerlos y abrazarlos a descargar canciones y piratear artistas sin ningún soporte o formato que tocar. A partir de la era de Spotify, todo se mide en canciones, playlists y sugerencias.
Este tipo de servicios ofrece leasing de música. Y hacia eso vamos, en todas las áreas del consumo cultural virtual. No compramos una película ni la alquilamos, pagamos un mes de Netflix o el servicio de cable premium.
Hoy se puede decir que Spotify conoce más nuestros gustos musicales que nuestros padres, parejas o amigos. Es más, sabe cuánta música escuchamos, cuándo, en qué momento, de qué manera y con qué frecuencia. Sabe todo, y además es tan inteligente que puede hacer cálculos que a nosotros mismos no nos daría el tiempo o la inteligencia para descifrar, porque este tipo de servicios utiliza la inteligencia artificial basándose en el big data, es decir, en toda la información desperdigada en nuestros dispositivos. Lo peligroso de este leasing del mercado de consumo cultural es que no toda la música está disponible. Y que, al igual que las grandes industrias discográficas, aprovechan su poder en desmedro de los artistas y les dan apenas un céntimo de porcentaje de la torta entera.
Con este cambio de usos y costumbres, el disco entero queda para los melómanos y es más común consumir canciones individuales.
Spotify tiene 60 millones de usuarios activos en todo el mundo y 20 millones de canciones a disposición en una calidad de 320 kb/ seg para quienes pagan su servicio premium. La empresa sabe de su poder y, con la información que cada usuario le proporciona, hace mapas con las playlists representativas de cada ciudad del mundo para mostrar cómo somos los argentinos, o paraguayos, o brasileños, etcétera.
El mapa que la empresa actualiza constantemente cuenta con cerca de mil playlists (creadas por ciudad en todo el mundo), basadas en las canciones que escuchan con mayor frecuencia los propios usuarios del servicio. Así llegan a conclusiones como que “todo el mundo ama el hip hop”. En Musical Map: Cities of the World, nos enteramos cuáles son las cuatro playlists más representativas del país: Olivos, Paraná, Merlo y Berazategui. Extraño algoritmo que poco representa a un país federal, también nos invita a escuchar dicha música. A continuación, e intentando mantener la mayor objetividad posible, los invito a conocer “lo que los argentinos escuchamos más”: en Buenos Aires y Rosario, a los uruguayos de Rombai. En Mendoza, rock nacional. En Córdoba, la Mona Jiménez. En Tucumán, Los Huayra. En Mar del Plata, la banda local Jeites.
La privacidad, la resistencia al mainstream y la identidad o unicidad de los usuarios quedará para los análisis sociológicos o la conciencia de cada uno. El leasing de música, como la comida rápida, te da lo más adictivo y menos nutritivo del universo.
Esperemos que cada uno vuelva a su propia casa a cocinar la banda de sonido de su vida.
LA NUEVA FIRE
Amazon.com presentó en los EE.UU. la tablet más económica del mundo. Se trata de un dispositivo con pantalla de siete pulgadas, procesador de cuatro núcleos 1,3 GHz, 1 GB de RAM y 8 GB de almacenamiento interno, expandible con una tarjeta microSD (hasta 128 GB). Ofrece cámara frontal de resolución VGA y trasera de 2 megapíxeles. El equipo usa Fire OS, una versión modificada de Android (compatible con sus aplicaciones) que la compañía viene desarrollando para toda su línea de tabletas.
LA PÍLDORA INTELIGENTE
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) acaba de aprobar las nuevas pastillas inteligentes que les permitirán a los médicos saber si un paciente ha tomado el remedio. La encargada de semejante desarrollo es la empresa Otsuka, que está desarrollando las pastillas Abilify (antipsicóticas) con un pequeño sensor que puede ser detectado cuando el paciente lo ha ingerido y lo informa al doctor a través del teléfono celular.
EL SMARTWATCH DE TUS SUEÑOS
La empresa Omate sigue intentando fabricar el smartwatch con más funciones. Ahora lanza dos versiones de TrueSmart, relojes con la versión Lollipop de Android en vez de Android Wear y slot para su propio microchip de telefonía celular, lo que le permitiría realizar llamadas desde la muñeca sin depender de su dispositivo. Estarán a la venta en noviembre. Más información en http://www.omate.com.