María del Cerro: cómo admirar una nereida
Que una marca como Coca-Cola te esponsoree las vacaciones suena tentador, para conseguirlo habría que estar en los zapatos de esta bella sirena de 29 años que comenzó a modelar por casualidad y desde hace tiempo apuesta por una carrera como actriz. Bajo un sol radiante junto al mar, la mujer en cuestión nos cuenta el secreto de su éxito.
Es una de las mujeres más bonitas de la Argentina, pero su belleza no es proporcional a su exposición mediática. Lejos de los escándalos pero disfrutando de las mieles de la fama, María del Cerro no se priva de la noche, de los exclusivos live-sets de su novio, DJ Meme, ni de ser la imagen de importantes marcas. Siempre en la mira de todos los flashes, pero con cintura suficiente para estar y no explotar. En esta ocasión, Coca-Cola la eligió, junto a Nicolás Riera, para ser la protagonista de la campaña “Compartí una Coca-Cola con…”. En un exclusivo parador de Mar del Plata, con música de fondo y la mejor de las atmósferas; un manto de seriedad para conocer lo que jamás descubriremos en sus hipnóticas gráficas.
–Al modelaje entraste por casualidad. ¿De igual forma será a la música?
–No tengo una vocación definida por la música ni un interés a futuro, pero después de cinco años junto a mi pareja, que es DJ, me picaron las ganas de probar. Un live-set por María del Cerro sería con mucho David Guetta, tipo chill-out, para durante o después de la playa. No me gusta el dance furioso, ese donde se ve a una marea de gente saltando desaforada. Pero me tienta la idea; lo veo a Meme (N. de la R.: Jaime Bouquet) y parece tan simple... pero cuando me pongo yo, mantener una línea y la atención de la pista resulta complicado.
–Es admirable que, estando en este medio, se haya mantenido a salvo de ataques y escándalos.
–Eso depende de la personalidad de cada uno. Creo que lo más importante son los vínculos que uno va generando en su profesión. Rodearse de gente sana y fiel, que estén al lado por lo que uno es y no por quién es. En esta profesión hay muchos altibajos y el golpe puede ser duro. Y ante un mal momento, las salidas más fáciles no suelen ser las mejores. Es importante tener los valores bien presentes y gente al lado que nos ubique. Por suerte nunca me creí nada y si bien entiendo que el laburo es importante, también lo es la formación y lo interior de cada uno (...)