Las olas y el viento
Sudáfrica es uno de los mejores destinos playeros del mundo. Combina paisajes, clima, arenas blancas con mares tuquesas y una extraña evocación de Gran Bretaña, su madre patria.
Si te gusta la aventura y te arriesgás, por ejemplo, a alquilar un auto y conducir por la izquierda, según la costumbre inglesa, este camino que arranca en Ciudad del Cabo y conduce a Port Elizabeth merece la pena. Este tramo de ruta mayormente de cornisa que une los diferentes sitios de playa que hay sobre la costa índica de Sudáfrica se llama Ruta Jardín. Cada ciudad o villa tiene su propio encanto, pero todas un denominador común: sus magníficos paisajes, su mar turquesa, sus olas aptas para surf y una arquitectura que recuerda a los sitios costeros del Reino Unido pero con la hospitalidad africana.
El viaje (por la izquierda) comienza ya
Si planeás partir desde Ciudad del Cabo, la ruta puede iniciarse costeando el mar (tomando la ruta escénica de las ballenas, la 44) que costea la Bahía Falsa (False Bay) llegando hasta Pringle Bay y Betty’s Bay, pequeños poblados vacacionales, y luego llegando a Hermanus, la capital nacional de las ballenas.
Allí cada año, en octubre, se lleva a cabo el Festival de las Ballenas, que cuenta con una gran convocatoria tanto de turistas nacionales como internacionales y es todo un espectáculo.
Desde Hermanus, donde se puede pasar la noche en algún acogedor bed and breakfast y degustar los dulces locales, el próximo destino es Knysna. Es una ciudad que ofrece diversidad de actividades y un entorno natural de gran belleza: playas, bosques y el famoso estuario sobre el cual se recuesta la ciudad.
Allí las ostras y demás frutos de mar están a la orden del día. Cercano a Knysna se encuentra el Parque Nacional Tsitsikamma, caracterizado por los abruptos cañadones que desembocan en un intenso mar azul, y rodeado de bosques. Allí, senderos, miradores y los famosos puentes colgantes sobre la desembocadura del Storm River (río de las tormentas) son postales infaltables.
Parada obligada: Plettenberg Bay
Clima perfecto, belleza perfecta, atmósfera perfecta: todo es perfección en Plett. Perfecto para explorar y también si lo que se busca es relajarse y no hacer nada en absoluto. Con sus increíbles vistas sobre la bahía en forma de media luna que baña el Océano Índico, Plett es una tranquila, encantadora y hospitalaria población con kilómetros de preciosas playas, espectaculares penínsulas rocosas, fascinantes lagunas e impresionantes bosques de vegetación autóctona. Ciertamente es el marco ideal para pasar unas vacaciones. Rodeada por reservas naturales y parques nacionales, Plett es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Avistamiento de ballenas, delfines y aves, paseos, piragüismo, ciclismo, cualquiera que sea la elección para disfrutar de la naturaleza, este es el lugar perfecto para ello.
Y llegamos al final…
El itinerario finaliza en Port Elizabeth, ciudad portuaria con una buena infraestructura turística y un aeropuerto que conecta diariamente con Johannesburgo y Ciudad del Cabo. Cercano a Port Elizabeth se encuentra el Parque Nacional Addo, que es reconocido porque cuenta con una gran población de elefantes.
Allí o en las reservas de fauna de la zona es posible realizar un típico safari africano y alojarse en alguno de los acogedores lodges, donde el sueño de África mía se concreta… aunque sea por un rato.