Ben Affleck, mucho más que una cara bonita
El director de Argo se llevó algunos de los principales Golden Globes y SAG Awards, y ahora su película es firmísima candidata al Oscar. Pero desde hace siete años él sólo tiene ojos para su mujer, Jennifer Garner, “la más bella de las mujeres, mi amor, mi todo”, como él le dice en público sin tartamudear.
Es de esos especímenes que cualquier mujer querría para la mesita de luz, porque si bien tal vez no sea el más lindo de todos, es evidentemente talentoso. Además de tener ese extraño don en un hombre: no avergonzarse por estar enamorado y decirlo, demostrarlo, mostrarse vencido ante ella en público. Un público que, como el 27 de enero último, no sólo está formado por los actores más prestigiosos de Hollywood, sino también por millones de televidentes. Era la entrega de los SAG Awards, el codiciado premio con que los actores celebran a los actores, y cuando Ben Affleck elevó la estatuilla que ganó su film, Argo, sólo tuvo ojos para ella. Mientras no podía con la excitación y la sorpresa de llevarse el premio más importante de la noche, dijo: “Primero quiero agradecer a mi mujer y a mis hijos, a quienes amo”. Con lo cual la cámara se volvió hacia Jennifer Garner, su esposa desde hace siete años y mamá de sus tres hijos, quien se convirtió en la reina del momento en su dorado strapless de lentejuelas signé Óscar de la Renta.
Unos días atrás, Affleck ya había iniciado su caminata hacia el Oscar con dos de los Golden Globe más significativos: Mejor Película Dramática y Mejor Dirección. Todo un logro para un actor de 40 años que dirige su tercer filme, luego de Gone Baby Gone, en 2007, y The Town, en 2010. Muchos sitúan el inicio de la etapa consagratoria de Affleck en el momento de su encuentro con Garner, una historia con matices conflictivos que incluían otros compromisos amorosos. Se conocieron en 2001, en el set de Pearl Harbor. Ella estaba casada con el actor Scott Foley y él comenzaba un romance con Jennifer López. En 2002 volvieron a encontrarse para filmar Daredevil, y hay quienes aseguran que allí comenzó el amor, aunque en el estreno de la película cada cual estaba con su pareja oficial. La primera en finalizar su relación fue Jennifer, pero se divorció para unirse a Michael Vartan, su compañero de la serie Alias. En 2004, Affleck había terminado su pareja con JLo, y Garner dejó a su novio. Ya estaban más que juntos y cuando supieron que esperaban a su primer bebé, se casaron –ella, con gran panza en vestido de Vera Wang– en las Islas Turcas y Caicos, cerca de las Bahamas.
El 1 de diciembre de 2005 nació Violet Anne Affleck; el 6 de enero de 2009 llegó Seraphina Rose Elizabeth, y el 27 de febrero del año pasado, el varón, Samuel. Bellísima, espléndida y gran actriz, a pesar de todo eso Jennifer tiene competencia: “En nuestro matrimonio hay otra persona”, confesó ella al entregarle un premio al amigo de su marido y tercero en discordia, Matt Damon. También le agradeció en aquel momento a Luciana, la argentina que lo distrajo como para formar una familia y dejarlos a ellos un poco tranquilos. Todo esto dicho con gran simpatía por la actriz riéndose de la intensa amistad que une a Affleck y Damon desde que tenían 8 y 10 años y vivían en la misma calle en Cambridge, Massachusetts. Más tarde, estudiaron juntos actuación y en 1997 ganaron juntos el Oscar por el guión de Good Will Hunting. El último capítulo es que Damon, su mujer y sus hijos también viven ahora en la misma calle que los Affleck, en Los Ángeles, a unas pocas cuadras.
Poco después de recibir su SAG Award al mejor elenco por Argo, el actor, director y guionista nacido en California aseguró ante las cámaras de TBS veryfunny que transmitían para millones de televidentes: “Es la mujer más hermosa de todas las que están aquí esta noche”. Y al preguntarle qué es lo que más ama de ella, dice sin ninguna afectación: “¿Hay algo en ella que pueda no amarse?”. Y una más. También le habló en la entrega de los Golden Globes: “Quiero agradecer a mi esposa, a quien adoro. Te amo tanto, sos mi todo”. ¿Qué se puede decir? Lejos atrás parecen haber quedado su romance de tres años con Gwyneth Paltrow, su turbulenta separación de JLo y su adicción al alcohol, entre tantas otras cosas. Y si bien ya sabemos que difícilmente lo dorado sea oro y que lo que se ve tan perfecto pueda ser realidad, a los corazones románticos nos va a costar creer que este “golden globe boy” no esté hecho del más preciado de los metales.
Muchos sitúan el inicio de la etapa consagratoria de Affleck en el momento de su encuentro con Garner, una historia con matices conflictivos que incluían otros compromisos amorosos.
Affleck pasó de ser un sex symbol en los 90 a convertirse en un director consagrado y padre de familia. Él y su esposa, Jennifer Garner, se conocieron en 2001, en el set de Pearl Harbor. Argo es firme candidata al Oscar.
Camino al Oscar
Basada en hechos reales, de esos que la platea estadounidense adora, Argo cuenta la historia de una operación secreta para rescatar a seis estadounidenses que escaparon de la embajada en Irán (donde formaban parte de los 52 americanos que habían sido tomados como rehenes en noviembre de 1979) y se refugiaron en la casa del embajador canadiense. La verdad de este rescate permaneció oculta durante décadas y se conoció por un artículo periodístico, en el cual se basó la película del ahora multipremiado director. Para el Oscar no está nominado como Mejor Director pero, a pesar de eso, su filme va juntando posibilidades de convertirse en el mejor del año, dejando atrás a números puestos como Lincoln o Les Misérables.