Juan Martín del Potro, la Torre de Tandil

¿Quién es este grandote? La respuesta obvia sería: “el mejor jugador argentino de la actualidad”. Sin embargo no nos animamos a identificarnos con él, que como Lionel Messi o Maravilla Martínez, triunfó en el extranjero antes que en nuestro país.

Juan Martín Del Potro nació en Tandil, que si hoy es una ciudad reconocida por sus exitosos tenistas (además de Del Potro figuran Máximo González, Pico Mónaco, Mariano Zavaleta, antes los hermanos Pérez Roldán, más la conducción de Marcelo Gómez), no es la cuna tradicional del tenis.

 

No es ni el Buenos Aires, ni el Argentino, ni siquiera River. Allí empezó a los 7 años. Por eso los primeros pasos de Delpo en el tenis argentino pasaron inadvertidos. Con sus casi dos metros de altura y un saque poderoso descartó el polvo de ladrillo para especializarse en canchas rápidas, ganando el Orange Bowl cuando tenía sólo 14 años. 
 
 
Ese triunfo y la mirada atenta de los cazatalentos hicieron que a los 15 años firmara contratos publicitarios con firmas como Nike, que le permitieron desarrollar su carrera aprovechando sus condiciones naturales, sin necesidad de exprimir su físico ni el dinero de su padre. En esa época, a pesar de su bajo perfil, sus ambiciones eran claras: “Sueño con ganar un Grand Slam”, le respondió a un periódico de su ciudad.
 
 
En agosto de 2008 se convirtió en el primer jugador de la historia del ATP en ganar cuatro torneos consecutivos en condición de debutante. Y al año siguiente, con 20 años, se enfrentó a Roger Federer en la final del abierto de los Estados Unidos 2009 y ganó su primer Grand Slam por 3-6, 7-6, 4-6, 7-6 y 6-2, arrebatándole al suizo el título que había conseguido durante cinco años consecutivos y convirtiéndose en el tercer argentino en ganar el US Open, después de Guillermo Vilas y Gabriela Sabatini.
 
 
Los argentinos empezamos a poner los ojos sobre este espigado tandilense, diestro y que pega el revés a dos manos, máxime cuando a los 20 años se metió entre los 10 primeros del mundo y en enero de 2010 alcanzó la cuarta ubicación del Ranking de la ATP.
 
 
Ese año 2009 el Círculo de Periodistas Deportivos le entregó el Premio Olimpia de Oro al mejor deportista argentino del año. Una seria lesión en la muñeca, con operación incluida, le hizo perder casi todo 2010 y su posición en el ranking, pero Del Potro volvió con el objetivo de recuperar ese lugar que había logrado, trabajando duramente en lo físico como con su entrenador Franco Davín. Empieza 2011 en el puesto 454º de la ATP y termina 11º, siendo por ello nominado como el Regreso del Año por la ATP. Al año siguiente gana en Londres la primera medalla olímpica del tenis argentino venciendo en la disputa por el bronce al Nº1 del mundo, Novak Djokovic, tras perder la semifinal con Federer en un maratónico partido de casi cinco horas.
 
 
Allí le preguntamos cómo había podido recuperarse tanto del esfuerzo como de la derrota y ganar la medalla: “Hablando mucho con mi equipo, con mis amigos, con la familia, con otros deportistas argentinos. Me negué a sentir lástima por mí mismo y el haber ganado la medalla me hace en este momento el hombre más feliz del mundo. La energía que no tenía en mi cuerpo la encontré en mi corazón. Pude así superar este desafío”. Sin embargo, para los argentinos sigue sin ser un ídolo, a pesar de que en el mundo del tenis lo consideran como uno de los jugadores más amables.
 
 
Le tocó en dos oportunidades retirar a dos grandes, primero a Marat Safín en 2009 y este año a Andy Roddick en el US Open. Cuando le preguntaron que había sentido, dijo: “Fueron momentos muy duros para mí y también para Roddick. Fue el último punto de su vida. He disfrutado mucho el triunfo pero no me fue fácil. Tuve que cerrar el partido con mi saque. Lo mismo me pasó con Safín, que fue uno de mis ídolos. Son partidos diferentes”.
 
 
 
“Mi gran desafío para el año que viene es luchar en todos los grand slams”. 
 
 
Fanático de Boca e íntimo amigo de Martín Palermo, Juan Martín Del Potro es reconocido mundialmente por su caballerosidad por los fans del tenis mundial. En una encuesta realizada por el portal Men’s Tennis, el 79,3 por ciento de los hinchas de Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic opi naron que cuando no juegan sus ídolos, quieren que gane Del Potro. Hoy el argentino es candidato al premio Stefan Edberg Sportsmanship, que resalta al jugador con más profesionalismo, caballerosidad dentro de la cancha e integridad, además de promover el juego en sus actividades fuera de los escenarios.
 
 
Los otros aspirantes son el croata Marin Cilic, el español David Ferrer y el suizo Roger Federer, quién lo ganara el año último. Es también candidato a seguir escalando en el ranking con su juego agresivo desde el fondo de la cancha, con saque potente y golpes profundos. Su derecha invertida es una de sus principales fortalezas y posiblemente su golpe más potente, capaz de generar con frecuencia velocidades de pelota de más de 150 km/h.
 
 
Posee también un revés a dos manos consistente y potente. Su altura le permite obtener un servicio que ha alcanzado velocidades de hasta 237 km/h (vs. Andy Murray en Madrid 2009). Ha mejorado mucho su volea y este año ha progresado notablemente su desplaza desplazamiento por la cancha y sus golpes a la carrera.
 
 
Vestido por Nike, la misma marca de indumentaria que viste Federer, Delpo entra en los courts con muñequera de doble ancho, pantalones tejidos y calzado Nike Zoom Breathe 2K11. Su raqueta es una Wilson K Factor Six One 95 con cuerdas Luxilon Big Banger Alu Power con 62 libras de tensión. En canchas bajo techo cambia la raqueta una vez por set. Al respecto, dice: “Estoy usando esta raqueta desde enero de 2011. Le tengo mucha confianza pero creo que el año que viene deberé cambiarla”.
 
 
–¿Cuál es su saldo del año, y qué espera para el que viene?
 
 
–Estoy contento con lo logrado este año. Lo cerré en un nivel muy bueno, siendo uno de los últimos cuatro jugadores del Master, donde derroté a Roger y estuve cerca de ganarle a Nole. Ellos son demasiado buenos para mí, pero me estoy acercando cada día. Mi gran desafío para el año próximo es luchar en todos los Grand Slams con este grupo, Novak, Federer, Rafa y ahora Murray. Me encantaría ser parte de esos nombres en esos torneos.
 
 
–¿Cómo terminará el año?
 
 
–Salvo por las exhibiciones que realizaremos con Roger Federer en Tigre en diciembre,
el resto del año quiero descansar. Fueron muchos partidos esta temporada (80) y necesito descansar para estar listo para la temporada que viene. Con los Juegos Olímpicos en el medio, este año casi no tuvimos descanso y sólo no viajé a los torneos de China por prescripción médica, para cuidar mi muñeca. Espero estar muy bien descansado cuando comience a trabajar duro en enero.
 
 
A la Torre de Tandil sólo le falta terminar de conquistar el corazón de los argentinos. ¿Será cuando gane la Copa Davis?
 
 
 
“Cierro el año con la exhibición que realizaremos con Roger Federer en Tigre”.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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