San Telmo
Hasta 1870, cuando la epidemia de fiebre amarilla diezmó la ciudad, el barrio de San Telmo era el más top y cobijaba a las familias aristocráticas, que competían por la magnificencia de sus residencias. Los edificios de estilo colonial e impronta jesuítica que siguen en pie son testimonio de la riqueza y el gusto de la época. Hoy el barrio es el epicentro de una movida turística que combina a los extranjeros con los porteños apasionados por el tango, el arte y la estética vintage.
Hasta 1870, cuando la epidemia de fiebre amarilla diezmó la ciudad, el barrio de San Telmo era el más top y cobijaba a las familias aristocráticas, que competían por la magnificencia de sus residencias. Los edificios de estilo colonial e impronta jesuítica que siguen en pie son testimonio de la riqueza y el gusto de la época. Hoy el barrio es el epicentro de una movida turística que combina a los extranjeros con los porteños apasionados por el tango, el arte y la estética vintage.
Samsung Estudio
Como bien dijo alguien: “La vida sin música sería un error”, por lo que vamos a seguir recomendando lugares. El turno es de Samsung Studio, podríamos decir, el mejor lugar para escuchar música dentro de las propuestas porteñas. Pasaje 5 de Julio 444. T: 4342-5159
La Brigada
Archi-mega-ultra-conocida, dice una amiga. Y supercara, acota otra. Desmitifiquemos: sí, esta parrilla es superconocida pero no tan cara. La carne no tiene comparación, así que no hay dolor de bolsillo que una buena parrillada no pueda curar. Un plus: Como demostración de la calidad y excelente cocción de la carne, el mozo la corta con una cuchara. Estados Unidos 465. T: 4361-5557
Amici Miei
Restaurante de verdadera comida italiana, con ambiente moderno, frente a plaza Dorrego. Ideal para almorzar en familia los fines de semana. Sebastián Rivas Proia, su cheff, trabajó con el gran Francis Malmann y lleva la batuta en la cocina, creando platos italianos típicos. Recomendamos los paninis con amigos. Defensa 1040. T: 4362-5562
Bar Orsai
¿Lo tienen a Hernán Casciari? Es el autor de Más respeto que soy tu madre, y también el autor intelectual de una revista de la que se desprende este bar con el mismo nombre. Ni muy grande ni muy lujoso, responde a todo lo que buscamos: buena comida, buenos tragos y mucha –por sobre todo– buena onda. Los miércoles, por ejemplo, se abren los micrófonos al público para todo aquel que quiera ir a improvisar algún showcito, sin excepción. Se nota que es un bar de amigos, porque el clima y la atención así lo demuestran. A su vez, también “está abierta la inscripción” para los que quieran exponer pintura, leer poesía o cualquier otro tipo de actividad artística existente. Un plus: Hay eventos interesantes, como las noches de dibujantes o noches de narradores. Humberto Primo 471. T: 4300-7383
Café San Juan
Siguiendo con los animalitos tiernos y sabrosos: no dejar pasar el conejo al chocolate. Gran plato principal digno de atención. Leandro “Lele” Cabrera, un tipo joven lleno de tatuajes y un estilo más acorde a lo que sería un skater boy, es su cheff. Un plus: Tiene un programa en un canal de cable dedicado a la cocina, por supuesto, donde revela sus secretos culinarios. Av. San Juan 450. T: 4300-1112
La Trastienda
El edificio de la actual Trastienda era un mercado de ramos generales típico del siglo XIX. Bajo el marco de una construcción antigua, con tragos y buen clima, es el lugar ideal para disfrutar de un concierto íntimo. Un plus: Aunque la programación es variada y comprende todos los gustos musicales, recomendamos agendar los sábados. En uno de ellos tocará Luis Salinas. Balcarce 460. T: 5533–5533
Brasserie Petanque
Mesa en la vereda, copa de vino blanco en mano y buen plato de caracoles de la Petanque. ¿No es una oferta tentadora? Para los reacios –y lamento decirlo, chatos de paladar– que no se atrevan a los escargots, está el resto de la carta para degustar. Nada queda fuera de recomendación, porque en Brasserie Petanque cocinan los dioses. Otras opciones: mesa en la vereda, copa de vino blanco, tartare de salmón (salmón marinado + queso de cabra + palta), risotto de frutos de mar perfumado al cilantro y tarte tatin de manzana. ¿Qué tal? La oferta –aunque parece imposible– mejora con un conejo a la mostaza de Dijon o costillas de cordero al ajo. Un plus: Cuando el comensal lee la carta teme por su bolsillo. Palabras como “conejo” o “pato” le resultan exquisitamente… caras. Pero a no asustarse, el valor de los platos es relativamente modesto. Bon appétit! Defensa 596, esquina México. T: 4342-7930
Mercado de San Telmo
Es una estructura de grandes dimensiones, construida en 1897 para el mismo fin que aún tiene: la venta al público de distintos productos. Recorrerlo hoy es casi una actividad recreativa: pasar por el mercado para comprar o chusmear desde carne hasta tapados o vestidos usados. Un plus: Podés comerte un sandwichito de lomo mientras caminás por el predio. Manzana que comprende Estados Unidos, Bolívar, Carlos Calvo y Defensa.