Ashtanga Vinyasa Yoga
Es el yoga físico por excelencia. Cada día cuenta con más adeptos porque entrena, flexibiliza, limpia el cuerpo, y armoniza la mente.
El Ashtanga Vinyasa Yoga, tal y como lo ha enseñado Pattabhi Jois (1915-2009) es una práctica realmente rigurosa e intensa que puede compararse con el entrenamiento de un atleta de elite. Es por esto que en la actualidad es uno de los métodos más populares practicados en los Estados Unidos y Europa Jois es quien hizo famoso este estilo de hatha yoga después de haber superado a su maestro, Tirumalai Krishnamacharya, el inventor, puesto que modificó el Ashtanga Vinyasa para hacerlo más completo.
La inigualable combinación entre la respiración, el movimiento y la atención mental acompañada por la intensidad de esta disciplina nos ayuda a generar un poderoso vínculo cuerpomente en favor del bienestar, la salud y la armonía.
Una práctica poderosa
En este sistema, el término vinyasa alude a una variedad de prácticas. Entre ellas la sincronización del movimiento con la respiración y el conjunto de secuencias en las posturas que se sigue para entrar y salir de ellas. Es decir, con cada inhalación se realiza una postura y se mueve hacia la siguiente con la exhalación. De ahí su alto grado de demanda física. Caracterizado por el movimiento, saltos atrás y a través, permaneciendo en la posturas contando hasta cinco respiraciones, y por medio de una técnica de respiración específica aplicando bandhas o cierres, dristis o enfoque visual a lugares determinados, se trabaja durante una hora y media en una secuencia que tiene objetivos concretos.
Todo esto hace que sea un yoga altamente físico, mental y demandante. Siendo el fin de esta práctica purificar el cuerpo liberando toxinas a través del sudor, y pudiendo lograr con el tiempo un estado meditativo durante el fluir de la práctica. El propósito de este continuo fluir en la primera serie de posturas es crear calor (o tapas), “quemar”, “purificar”, “limpiar”. Este calor y sudor intenso produce un efecto de desintoxicación y alineación en el cuerpo.
El sistema
Existen tres series, Primera, Intermedia y Avanzada, con sus divisiones. Se debe transitar cada una en forma correcta antes de pasar a la siguiente. Se recomienda aprender con un profesor autorizado que haya experimentado anteriormente esta práctica en todas sus formas, y lo más imp o r t a n t e : ¡nunca guiarse por un libro! Es el yoga físico más fuerte y es de importancia real la supervisión de un instructor para evitar lesiones.
Parampara
Es una palabra sánscrita que denota el principio del conocimiento que se transmite en su forma más valiosa, basado en el conocimiento en experiencia práctica y directa. De profesor a alumno, sin intermediarios. Para que la instrucción de yoga sea eficaz y verdadera, debe venir dentro de Parampara. El dharma o el deber del estudiante es practicar diligentemente y esforzarse para entender las enseñanzas del gurú. La perfección del conocimiento y del yoga va más allá de dominar la práctica. El conocimiento crece del amor y del respecto mutuos entre el estudiante y el profesor, una relación que se cultiva con el tiempo. El dharma del profesor es enseñar el yoga exactamente como él lo aprendió de su gurú. La enseñanza se debe presentar con un buen corazón, con buen propósito y con intenciones nobles. De esta manera, la práctica se mantiene inalterable en el tiempo y se honra a la tradición. La vinculación entre profesor y estudiante es una tradición que lleva millones de años en la India, y es la base de una herencia muy rica y espiritual. El profesor asume un rol de gran responsabilidad: puede hacer a sus estudiantes constantes, él puede hacerlos firmes donde dudan. Es como un padre o una madre que corrige cada paso en la práctica espiritual de su estudiante.
La práctica en la Argentina
Existen varios centros donde se puede aprender Yoga Ashtanga, pero en honor al respecto que la práctica merece, Pablo Pirillo es el único habilitado. Pablo ha practicado por varios años consecutivos en el Ashtanga Yoga Institute de Mysore, India, y recibió la autorización para enseñar (blessing) por dicha institución, convirtiéndose en el único profesor autorizado en Buenos Aires. Aunque el sistema era conocido en la Argentina fue él quien introdujo la forma tradicional de práctica (Mysore Style) tal cual es, y continúa practicando y enseñando respetando Parampara.