Música
Una selección para todos los estados de ánimo. Alice in Chains desempolva el rock espeso y asfixiante, Adrián Iaies invita a una reflexión más introspectiva y Moby te saca a bailar. Por el mismo precio, Beck dejó una gran imagen y Stevie Wonder se prepara para uno de los shows del año.
THE DEVIL PUT DINOSAURS HERE
Universal
Esta segunda etapa de Alice in Chains, iniciada en 2005, se choca contra la ausencia ineludible de su carismático cantante Layne Staley (fallecido por sobredosis en 2002). Ese agujero emocional y místico resulta imposible de pasar por alto. Pero a menudo no se toma dimensión del verdadero talento de Jerry Cantrell (compositor, cantante, guitarrista e histórico arquitecto de la banda). Cantrell se carga mal hombro a los actuales Alice in Chains –con un digno William DuVall aportando voces y guitarras en un segundo plano– y le da vida a un disco demoledor. Ya no es la era del grunge y su impacto será muy diferente al de los 90. Pero la densidad, potencia y carácter envolvente de The Devil Put Dinosaurs Here no desentona con los mejores momentos de la banda. La sabbathiana “Hollow”, la hiperpesada “Stone”, la canción acústica “Scalpel” y la pesadilla obsesiva de más de siete minutos de “Phantom Limb” son apenas algunos picos de un álbum asfixiante, oscuro y a su manera brillante.
AD
RIÁN IAIES
SMALL HOURS, LATE AT NIGHT
20 Misas
Si alguien suponía que el hecho de que Adrián Iaies asumiera en 2008 como responsable del Festival de Jazz de la Ciudad de Buenos Aires iba a entorpecer el vigor de su carrera musical difícilmente pudo haberse equivocarse más. El pianista y compositor redobló su mecánica de trabajo y hoy llega a su disco número 18. Small Hours, Late at Night deja testimonio de un ciclo de presentaciones en vivo en Café Vinilo, en las que el músico tocó con diferentes formaciones (piano solo, dúos, tríos y cuarteto). El álbum repasa con fidelidad el ideario estético de Iaies. Su pasión por el jazz, su permanente atracción a los motivos tangueros, su vocación por interactuar con diversos músicos y formaciones, su lenguaje llano y su espíritu melancólico. En ese contexto se destacan la tristeza casi minimalista de “In the Wee Small Hours of the Morning” (Mann/Hilliard) –piano solo–; la ominosa cadencia de la versión de “Caminito” (Filiberto) –en trío, con contrabajo y batería–, y el tono más bopper y expansivo de “Todos sabemos que no es así” (Iaies) –en trío, con batería y trompeta–.
MOBY
INNOCENTS
S-Music
Richard Melville Hall, el artista siempre conocido como Moby, carga sobre sus espaldas con las ventajas y desventajas de haber dado a luz al megaéxito global Play (1999). El disco exacto en el momento perfecto. Casi la eternidad por un lado y la condena a la comparación permanente por el otro. Innocents es publicitado como un regreso a aquella magia melanco-tecno-ancestral de alquimia modélica. El álbum vuelve a apostar a esa combinación entre la luz y una melancolía atenuada, con melodías convocantes, y suma un ejército de cantantes invitados. Pero ya nada es lo mismo. No estamos en 1999 y acaso también sería injusto exigirle a Moby aquella inspiración única. Así las cosas, Innocents es un disco donde se alternan los buenos momentos y otros en los que la música se parece demasiado a la banda de sonido de un cóctel. Asoman la cabeza con distinción el tono gospel de “The Perfect Life” (junto a Wayne Coyne, de The Flaming Lips), el blues potente de “The Last Day” (junto a Skylar Grey) y la lúgubre “The Lonely Night” (con la voz del gran Mark Lanegan).
Se viene ¿El show del año?
Ya está todo listo para la primera visita a la Argentina el mítico Stevie Wonder. El show tendrá lugar el miércoles 12 de este mes en el Estadio Vélez y promete ser una noche histórica. Wonder repasará lo mejor de su legendaria carrera que incluye 23 álbumes de estudio, más 100 millones de discos vendidos y hits inoxidables como “Superstition”, “Higher Ground”, “I Just Called To Say I Love You” y “Part Time Lover”, entre muchos otros. El cantante y multiinstrumentista es uno de los músicos más influyentes y admirados de los últimos 50 años. Será una cita difícil de pasar por alto.
Ningún perdedor
Beck fue uno de los músicos más populares e influyentes de los 90. Pero conforme pasaron los años su figura comenzó a perder fuerza y atención, y su intermitencia en el trabajo sembró más dudas. Todo esto enfrió la ansiedad por su presentación como acto de cierre del Planeta Terra Festival, el 14 de noviembre en el Estadio Cubierto de Tecnópolis. Hasta que salió al escenario. Allí ofreció su costado más explosivo, que dio lugar a clásicos como “Loser”, “Güero” y “Modern Guilt” y hasta una risueña versión de “Billie Jean” (Michael Jackson). Crédito renovado.